"El amor es un asalto a un tesoro que no nos pertenece"
Llega con el cuello de la gabardina ligeramente levantado, vaqueros, botas de cuero desgastado, unas Ray-Ban, modelo aviador, y el pitillo entre los labios. El escritor Ray Loriga (Madrid, 1967) sabe por experiencia que los hombres derrotados dan mucho juego literario, aunque en su nueva novela, Ya s¨®lo habla de amor, haya dado un paso m¨¢s all¨¢ en el espect¨¢culo de la destrucci¨®n en el que le gusta moverse como escritor. Redactada como un mon¨®logo interior, Loriga ha elegido como protagonista a un escritor con problemas sentimentales, un tipo aquejado de lo que cl¨ªnicamente ser¨ªa diagnosticado como una depresi¨®n, acentuado en este caso porque el personaje ha acabado por enamorarse de su tristeza.
"La ficci¨®n ocupa ese lugar que la gente llama la vida. Cada vez tienes m¨¢s ficci¨®n en la cabeza y menos cosas reales"
?Loriga disertando sobre el amor? El autor de Tokio ya no nos quiere reconoce que
se encuentra en un momento literario en el que necesita cambios y que las cuestiones relacionadas con el coraz¨®n son asuntos tan subjetivos como atractivos. En uno de los p¨¢rrafos de su novela el escritor compara una relaci¨®n sentimental con una batalla: "Una tropa necesita una canci¨®n, un amor y una carta de amor en el bolsillo". Su idea sobre la conquista tiene que ver con "el asalto a un tesoro que no nos pertenece". Y sin embargo, Ya s¨®lo habla de amor no cuenta la historia de una persona, ni siquiera tiene relaci¨®n con el deseo, sino m¨¢s bien con un sentimiento. "El amor rom¨¢ntico no necesita contraprestaciones, es sencillamente un estado de ¨¢nimo virulento y propio", dice. "El amor que a Sebasti¨¢n le importa es aqu¨¦l que no controla nada, que lo posee m¨¢s all¨¢ de su propia emoci¨®n y va m¨¢s all¨¢ del que nos proporciona seguridad, placer y autoestima".
Loriga reconoce que no resulta sencillo describir las cosas que tocan el alma. El coraje del personaje que protagoniza su novela tiene que ver con su manera de agarrarse a algo que le est¨¢ hundiendo y que se niega a soltar. "Ha conocido el amor, lo ha destruido y ahora lo ¨²nico que le queda es ese sentimiento. La alternativa a ese estado de ¨¢nimo ser¨ªa la nada, todo est¨¢ escrito en torno a una emoci¨®n".
Hasta ahora, parte de la escritura de Loriga se cimentaba en una cuidada mezcla de recuerdos y memoria, enmarcada en una est¨¦tica en la que mandaba la road movie y el peterpanismo de los personajes. Su escritura, a base de pinceladas, parec¨ªa marcada por el alcohol, las drogas, el rock y una dosis no muy grande de sexo, pero Ya s¨®lo habla de amor supone un cambio de registro notable. Se trata de su trabajo m¨¢s experimental. La novela sucede en un instante, apenas un momento en un sal¨®n de la embajada Suiza, en el que un hombre no es capaz de dar un paso hasta el lugar donde baila una mujer. Pr¨¢cticamente todo el relato transcurre sobre algo que no sucede y se despliega en una espiral de pensamiento circular a trav¨¦s del que se van narrando los hechos. El protagonista en realidad no cuenta demasiado. Hace c¨¢balas, expresa quejas, recuerda momentos de epifan¨ªa y repasa sus posiciones contra la tiran¨ªa de la realidad.
Del argumento de la novela se desprenden tambi¨¦n muchas similitudes con la propia vida del escritor, recientemente separado de la cantante Christina Rosenvinge -lleva tatuado su nombre en el brazo-, con la que tiene dos hijos, pero Loriga no mueve una ceja cuando se le pregunta por ello. Las especulaciones sobre su vida anterior no parecen preocuparle. En alguna ocasi¨®n, ha definido su literatura como una especie de corresponsal¨ªa de s¨ª mismo. "No tanto como notario de lo que suced¨ªa sino de las situaciones literarias en las que andaba metido. No escribo lo que sucede sino lo que imagino desde una serie de par¨¢metros que suelen ser m¨¢s literarios que vivenciales", dice. "La ficci¨®n como territorio ocupa ese lugar que la gente llama la vida. Cada vez tienes m¨¢s ficci¨®n en la cabeza y menos cosas reales".
La novela -con la que debuta en Alfaguara, en la que aterriza tambi¨¦n con toda su obra literaria hasta ahora desperdigada en varias editoriales- surgi¨® como consecuencia de un viaje para una conferencia en Berna, que en principio iba a impartir su amigo el escritor Enrique Vila-Matas y que ¨¦ste acab¨® por transferir a Loriga, sobre la derrota en la literatura centroeuropea. Finalmente, Loriga no fue capaz de realizar el viaje pero el asunto le provoc¨® una novela sobre la incapacidad de hacer determinadas cosas y las razones que sujetan eso.
En los ¨²ltimos a?os, Loriga ha diversificado su carrera del lado del cine y los guiones. "Tengo que alimentar a mis dos hijos", asegura con una sonrisa de medio lado. Por car¨¢cter le gusta trabajar en cosas diferentes pero "el cine y la literatura nunca llegan a tocarse". Ahora, mientras aguanta la promoci¨®n de su reci¨¦n estrenada novela, le da vueltas en la cabeza a otra novela y a una pel¨ªcula. -
Madrid, 2008. 259 p¨¢ginas. 18 euros. Lo peor de todo.
Madrid, 2008. 113 p¨¢ginas. 16 euros.
Ray Loriga. Ya s¨®lo habla de amor. Alfaguara. Madrid, 2008. 192 p¨¢ginas. 18 euros. Tokio ya no nos quiere. Alfaguara. Alfaguara.
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