Lo que habr¨¢ que ver, y lo que no

Sitges, como cada a?o, ha ofrecido cine para todos los gustos. No importa lo especial, atrevido o retorcido que uno sea: si existe, est¨¢ en el festival. Buena parte de estos t¨ªtulos llegar¨¢n en breve a las carteleras comerciales. A continuaci¨®n, una peque?a gu¨ªa para conocer lo bueno, lo malo y lo peor de Sitges 2008.

- Mejor que no. En el ¨¢mbito de esc¨¢ndalo (obligatorio en todos los cert¨¢menes cinematogr¨¢ficos de primera l¨ªnea) el punto ¨¢lgido de este a?o ha sido la proyecci¨®n de la cinta francesa Martyrs: el festival dispuso ambulancias en la entrada y advirti¨® por activa y por pasiva de la crudeza de sus im¨¢genes. El argumento, que conviene no destripar, nos lleva hasta las entra?as de una casa donde una pobre ni?a fue secuestrada. Lo de despu¨¦s es apto s¨®lo para los est¨®magos intr¨¦pidos y los amantes de las sensaciones desquiciadas. Otra del mismo tono, pero sin tanto bombo es Philosophy of a knife, un largometraje de cuatro horas y med¨ªa con formato de semidocumental y en blanco y negro sobre los experimentos m¨¦dicos del ejercito japon¨¦s en la Segunda Guerra Mundial.

- Definitivamente, s¨ª. Ayer, y como pel¨ªcula sorpresa, se proyect¨® Ponyo in the cliff by the sea. Esta maravilla de la animaci¨®n es el ¨²ltimo trabajo de Hayao Miyazaki, un se?or japon¨¦s de 77 a?os que en el campo de los dibujos animados, los habituales, los de toda la vida, es capaz de convertir al m¨¢s esc¨¦ptico en un creyente desaforado. Miyazaki, un director que en su carrera ha pisado cimas creativas del tama?o de El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke, logra con su ¨²ltima pel¨ªcula alterar todos los c¨®digos del cine infantil: una obra de ra¨ªz cl¨¢sica que es un canto de amor al mar y al mismo tiempo un regalo para la vista. Nadie deber¨ªa perd¨¦rsela.

- No se arrepentir¨¢. Tambi¨¦n, aunque por otros motivos, vale la pena recomendar Let the right one in, una peque?a pieza de orfebrer¨ªa a manos del sueco Tomas Alfredson; la -muy s¨®lida- Vinyan, otra historia de fantasmas con guarnici¨®n y mucho talento; The Chaser y The good, the bad and the weird, dos demostraciones de que a los coreanos no hay quien les tosa: la primera es una pel¨ªcula fren¨¦tica, en la l¨ªnea de Memories of Murder, rodada a sangre y fuego (verlo para creerlo) y la segunda, una aut¨¦ntica gozada, nerviosa, ¨¦pica, de direcci¨®n inveros¨ªmil, por buena, que lleva el spaghetti-western de Sergio Leone a las nubes. Tampoco hay que decir no a City of Ember, una f¨¢bula para los m¨¢s peque?os; The cottage, una min¨²scula pero inteligent¨ªsima comedia negra; Eden Lake, una salvajada con mucho criterio, y The sky crawlers, un filme de animaci¨®n de fuerte carga pol¨ªtica con una magn¨ªfica banda sonora.

- Usted mismo. La lista habr¨ªa que empezarla con Blindness, una pel¨ªcula del realizador Fernando Meirelles basado en la obra de Jos¨¦ Saramago, Ensayo sobre la ceguera, que no hace justicia ni al uno ni al otro; Reflejos del franc¨¦s Alexandre Aja, que ya est¨¢ estrenada y que resulta impecable en lo visual, pero de gui¨®n endeble; La possibilit¨¦ d'une ile del escritor Michel Houllebecq, insoportable tost¨®n que remite al refranero: zapatero a tus zapatos y, por ¨²ltimo, Synecdoche, New York, del taciturno guionista Charlie Kauffman, que ha dividido pero no ha vencido, con una propuesta demasiado marciana incluso para sus fans.