Soluciones coordinadas
La evoluci¨®n de los mercados burs¨¢tiles de la ¨²ltima semana es s¨®lo el reflejo de las dos caracter¨ªsticas b¨¢sicas que definen la actual crisis financiera: la enorme importancia del sistema financiero en la econom¨ªa mundial, y el car¨¢cter global de esta crisis. Si en un primer momento su origen estuvo asociado a la situaci¨®n del mercado hipotecario y financiero estadounidense, la fuerte interrelaci¨®n entre los distintos mercados ha provocado que su impacto se extienda al resto de econom¨ªas. Muestra de ello es que el saldo vivo de contratos financieros que est¨¢n garantizando riesgo de cr¨¦dito en el mundo supone casi 10 veces el PIB mundial, y los activos y pasivos en el extranjero en las econom¨ªas avanzadas son cinco veces su PIB.
Precisamente el car¨¢cter sist¨¦mico de la actual situaci¨®n hace que poco importen los factores espec¨ªficos que definen uno u otro mercado, requiriendo soluciones coordinadas e inequ¨ªvocas, aunque su aplicaci¨®n no tenga que realizarse con la misma intensidad en todos los casos. Nos encontramos ante una situaci¨®n absolutamente excepcional, sin un claro referente hist¨®rico, lo que hace que su resoluci¨®n sea compleja. Y, por si no fuera suficiente, la velocidad a la que se suceden los acontecimientos exige acelerar la toma de decisiones.
Son tres los ¨¢mbitos en los que los Gobiernos est¨¢n aprobando medidas de intervenci¨®n p¨²blica. En primer lugar, articulan medidas dirigidas a garantizar la liquidez en el sistema en su doble vertiente: generando confianza en la estabilidad de los dep¨®sitos bancarios, y articulando esquemas de inyecci¨®n de liquidez, como el aprobado por el Gobierno de Espa?a esta semana. En segundo lugar, est¨¢n las medidas para reducir el enorme apalancamiento del sistema, bien mediante la compra de activos por parte del sector p¨²blico, con el objetivo de establecer un suelo en el valor de los activos, o bien recapitalizando las entidades financieras, lo que actualmente resulta impensable desde el sector privado y por ello resulta nuevamente necesaria la intervenci¨®n p¨²blica, tal y como ha puesto de manifiesto la iniciativa brit¨¢nica. Obviamente, cualquiera de las dos medidas, deber¨¢ realizarse con las suficientes condiciones y garant¨ªas para evitar que se conviertan en una mera transferencia de fondos sin retorno. Ambas iniciativas pueden ser condiciones necesarias para lograr la estabilidad del sistema, pero, en algunos casos, no son suficientes. Incluso generando una mayor confianza y garantizando liquidez, es posible que el impacto no se transmita a los agentes econ¨®micos, en cuyo caso s¨®lo queda canalizar directamente financiaci¨®n a las empresas, como ha puesto de manifiesto tambi¨¦n esta semana el plan de compra de pagar¨¦s anunciado por la Reserva Federal.
Finalmente, en el extremo, si el deterioro de la solvencia del sistema acabara afectando al sector p¨²blico (como ya ha ocurrido en Islandia y, en menor medida, en el Estado de California), se podr¨ªa aumentar el balance monetario de la econom¨ªa, lo que permitir¨ªa corregir parcialmente el valor de los activos y as¨ª paliar el sobreendeudamiento existente. Esta ¨²ltima decisi¨®n es la que Jap¨®n no adopt¨® en su momento, pudiendo ser una de las causas de la par¨¢lisis deflacionista en la que lleva inmersa esta econom¨ªa durante m¨¢s de 15 a?os.
Las consecuencias que la crisis actual puede tener sobre el crecimiento econ¨®mico mundial requieren, sin lugar a dudas, acciones excepcionales y coordinadas.
?ngel Berges y Alfonso Garc¨ªa Mora son socios de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.