Eduardo Lago juega a "borrar la realidad" en su nueva novela
El escritor hace malabarismos con la palabra en 'Ladr¨®n de mapas'
No ten¨ªa ninguna necesidad Eduardo Lago (Madrid, 1954) de arriesgar nada tras el ¨¦xito de Ll¨¢mame Brooklyn, su anterior novela, con la que gan¨® el Premio Nadal 2006 y otros tres m¨¢s, entre ellos el de la Cr¨ªtica. Pero lleva la literatura en la sangre y ahora en Ladr¨®n de mapas (Destino) ha decidido engrasar su arma favorita, el cuento, coger uno para envolverlos todos, simular una novela y "jugar con tres planos: realidad, ficci¨®n y mundo virtual, que no son tan distintos", dice muy concentrado el escritor. En definitiva, de nuevo malabarismos con los l¨ªmites de la palabra, que es lo suyo.
Ni por tem¨¢tica ni por estructura est¨¢ tampoco tan lejos el nuevo artefacto literario de Lago del anterior. El juego es de precisi¨®n: una joven recoge en la Red unos cuentos que un internauta an¨®nimo lanza como quien tira una botella al mar... O eso parece. Algo habr¨¢ en ellos que la impeler¨¢ a viajar hacia Trieste. Y a partir de ah¨ª, referencias miles a escritores que a veces tambi¨¦n son personajes, aclaraciones del propio Lago en un cl¨¢sico recurso metaliterario y un amplio despliegue narrativo (yuxtaposici¨®n de novela negra, cuentos de tradici¨®n oral ¨¢rabes y celtas...) hasta dejar al lector sin noci¨®n clara entre lo real y lo ficticio. "Propongo un juego diab¨®lico con cuentos de ida y vuelta; se trata de borrar la realidad y sumergir al lector en los mundos al otro lado de la pantalla", recita citando a su protagonista.
Marca de la casa, el estilo de Ladr¨®n de mapas es minimalista, muy limpio de adjetivos. "Me siento muy c¨®modo en ese despojamiento". ?Quiz¨¢ m¨¢s aqu¨ª por ese influjo nefando de Internet? "Eso son majader¨ªas: el formato digital dar¨¢ otra vida a la literatura; no degrada el lenguaje sino que lo lleva a buscar formas nuevas; los videojuegos, las novelas por ordenador o por m¨®vil, como en China y Jap¨®n, est¨¢n dejando lugar para la creatividad; la palabra mezclar¨¢ bien con eso". Y a?ade: "Joyce ya casi tiene un siglo, ya ha dado su lecci¨®n; ¨¦l, Picasso y Kandinsky pasaron, estamos en otro paradigma".
Lago lleva 21 a?os en Estados Unidos, normal en alguien que a los 14 a?os ya le¨ªa en ingl¨¦s a Hemingway y Auden. Pero las consecuencias del 11-S estuvieron a punto de hacerle abandonar el pa¨ªs: "Desde ese d¨ªa, los sistemas de control de la opini¨®n p¨²blica y de la vida son tales que me hicieron pensar en irme".
Desde 2006 dirige Lago el Instituto Cervantes de Nueva York, justo en el momento en que EE UU es el pa¨ªs con m¨¢s hispanohablantes del planeta. "Ha sido un crecimiento natural que inquieta a los gobernantes y que avanza m¨¢s en cantidad que en calidad", expone el escritor. Y su gremio, ?qu¨¦ tal anda? "El fen¨®meno latino es para ellos tan apabullante que hasta les dan el Pulitzer para entenderlos y controlarlos. Gente como Junot D¨ªaz son primos hermanos con Amy Tan. De momento, escriben en ingl¨¦s, pero hay gente como Rolando Hinojosa Smith que lo hace en espa?ol, y en Nueva York tenemos ya cuatro programas de talleres de escritura narrativa y periodismo en nuestra lengua: nunca otro idioma extranjero hab¨ªa tenido algo as¨ª".
Babelia
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