Inglaterra veta el Bernab¨¦u

Inglaterra y Fabio Capello han decidido boicotear el Bernab¨¦u por racista. El ex entrenador italiano del Real Madrid y actual seleccionador del equipo ingl¨¦s ha pedido a su federaci¨®n (FA) que concierte un partido amistoso con Espa?a el 11 de febrero de 2009. De acuerdo con ella, sin embargo, no quiere que se juegue en el estadio madridista debido a los gritos racistas de un sector del p¨²blico contra sus futbolistas negros cuando ambas selecciones jugaron otro amistoso en noviembre de 2004.

"Este encuentro es uno de los amistosos que nos ha pedido Capello, aunque todav¨ªa no se ha confirmado el escenario y el contrato a¨²n no se ha firmado", explic¨® ayer el director de Comunicaciones de la FA, Adrian Bevington. "No obstante", a?adi¨®, "la FA y Capello hemos tenido claro desde el principio que no queremos jugarlo en Madrid debido a los incidentes racistas que vivimos en el pasado".

Un sector del p¨²blico arremeti¨® con gritos simiescos contra los jugadores negros

"Espa?a dio una lecci¨®n de f¨²tbol a Inglaterra sobre el c¨¦sped y fue una verg¨¹enza en la grada", coincidieron diversos comentaristas brit¨¢nicos al glosar la victoria de Espa?a por 1-0 en la cita precedente. Pero buena parte del Bernab¨¦u se pas¨® la noche meti¨¦ndose con los jugadores negros ingleses, en especial con Ashley Cole, Shaun Wright-Philips, Jermain Defoe y Jermaine Jenas, mediante imitaciones de gritos simiescos.

Steven Gerrard, estrella del Liverpool y de Inglaterra, se aline¨® ayer en la posici¨®n de su federaci¨®n y de su t¨¦cnico. "Ser¨ªa bonito jugar contra los campeones de Europa, pero creo que es una buena idea hacerlo en un estadio que no sea el Bernab¨¦u", declar¨® en una rueda de prensa en Watford, en las afueras de Londres, donde est¨¢ concentrado con su selecci¨®n.

Los ingleses nunca han perdonado los insultos racistas del Bernab¨¦u, que llevaron al primer ministro de la ¨¦poca, Tony Blair, a declararse "muy decepcionado" por los gritos de "?al bote, al bote, negro el que no bote!" coreados aquella noche. Tampoco han perdonado las palabras pronunciadas un mes antes por el entonces seleccionador espa?ol, Luis Aragon¨¦s, que durante un entrenamiento areng¨® a Jos¨¦ Antonio Reyes, entonces en el Arsenal, refiri¨¦ndose al franc¨¦s Thierry Henry, que era compa?ero suyo en ese equipo, como "negro de mierda".

Igualmente, no han perdonado las mofas a Lewis Hamilton, piloto brit¨¢nico de f¨®rmula 1, proferidas por un grupo de aficionados con pelucas y la cara pintada de negro durante el Gran Premio de Catalunya de 2007.

Pero, m¨¢s que esos actos, lo que no perdonan es que en Espa?a no se acepte abiertamente que hay un problema de racismo y se diluyan esos incidentes con la excusa de que se trata de una minor¨ªa, de una manera de hablar o de una simple broma.

El racismo y el sectarismo tambi¨¦n existen en el Reino Unido, pero, cuando hay un incidente, las condenas son inmediatas. As¨ª ocurri¨® cuando hace unos d¨ªas los seguidores del Tottenham, el equipo de Juande Ramos, dirigieron c¨¢nticos hom¨®fobos a Sol Campbell, del Portsmouth.

Los clubes ingleses se gastan cada a?o enormes cantidades de dinero para controlar a los hinchas y expulsar de los estadios a quienes se comportan de manera violenta o tienen conductas abiertamente racistas. Y no se perdonan los deslices coloquiales. Ni siquiera si se producen cuando el autor de los comentarios cree que los micr¨®fonos est¨¢n cerrados o no existen.

El ex seleccionador ingl¨¦s Ron Atkinson perdi¨® hace unos a?os su empleo como comentarista del diario The Guardian y la cadena ITV cuando, pensando que los micr¨®fonos ya estaban cerrados, coment¨® sobre el internacional franc¨¦s Marcel Dasailly, entonces en el Chelsea: "Es lo que cuando yo iba al colegio llamaban un jodido est¨²pido negro

[¨¦l utiliz¨® la despectiva palabra nigger] perezoso".