Guillaume Depardieu, un actor cegado por el brillo de su padre
Mezcl¨® una vida turbulenta con grandes trabajos, como en 'Los aprendices'
La cohorte de escritores amante de los t¨®picos se cebar¨¢ con la muerte, ayer, lunes, por la tarde, del franc¨¦s Guillaume Depardieu, de 37 a?os, uno de los j¨®venes int¨¦rpretes con m¨¢s talento y m¨¢s problem¨¢ticos, un c¨®ctel explosivo que le impidi¨® desarrollar con ¨¦xito la carrera que se le auguraba.
"Despu¨¦s de haber contra¨ªdo un virus que le caus¨® una pulmon¨ªa fulminante", seg¨²n Artmedia, la agencia de comunicaci¨®n que se encarga de los asuntos de su padre, G¨¦rard, Depardieu falleci¨® en un hospital de la localidad de Hauts-de-Seine, en la regi¨®n de Par¨ªs. Sus incontables pasos por los tribunales, sus problemas con las drogas y el alcohol, su turbulento viaje al Festival de Cine de Gij¨®n de 1999 no deber¨ªan borrar el recuerdo del descomunal talento de un actor que tuvo como desgracia profesional y personal -hasta que lleg¨® su reconciliaci¨®n temporal en 2003 con el rodaje de Aime ton p¨¨re- ser hijo de un monumento a los excesos. Hace cuatro a?os, Guillaume public¨® una biograf¨ªa, Darlo todo, en la que describ¨ªa a su progenitor como un borracho mentiroso que s¨®lo idolatra el dinero, que se hab¨ªa negado a divorciarse de su madre, la actriz y psic¨®loga Elizabeth Guignot, durante 14 a?os por motivos econ¨®micos. "Lo quiero y lo detesto por las mismas razones. Por su manera de huir de la vida, y al mismo tiempo pelear todo el tiempo contra ella".
Comparti¨® personaje con su padre en 'Todas las ma?anas del mundo'
En el libro tambi¨¦n entraba a deg¨¹ello con sus propios problemas. Mientras su padre rodaba hasta cinco pel¨ªculas al a?o durante los setenta, el peque?o Guillaume se quedaba en casa con su madre y su hermana Julie -tambi¨¦n actriz-. "Cuando vino al mundo", recordaba en una entrevista G¨¦rard, "sent¨ª que coronaba una cima, y que sab¨ªa por primera vez hacia d¨®nde me dirig¨ªa". Pues pronto dej¨® en la cuneta a su hijo. "Reconozco que levant¨¦ la mano contra Guillaume, que provocaba en m¨ª c¨®leras hom¨¦ricas. ?l era incontrolable. ?C¨®mo reaccionar¨ªa usted si su propio hijo le amenazase con un cuchillo?". A los 13 a?os, se fug¨® para irse a vivir con dos prostitutas. "No ten¨ªa referencias paternas", confesaba ¨¦l mismo. "Mi sue?o era llegar a ser tan grande como ¨¦l". A los 15, tras perder un tren y descubrir que no ten¨ªa ni un centavo, tuvo sexo por dinero con un hombre. M¨¢s tarde, cumpli¨® una condena a prisi¨®n por robo y otra por posesi¨®n de droga ("Perd¨ª seis a?os de mi vida por consumir hero¨ªna y coca¨ªna"). Otras veces sali¨® mejor librado en su paso por los juzgados, como en 1999, cuando s¨®lo pag¨® 20.000 francos por ultrajes a dos polic¨ªas, o en 2003, cuando fue condenado a nueve meses de c¨¢rcel sin cumplimiento de pena, una multa y tratamiento psicol¨®gico por disparar con una pistola de balas de caucho contra un admirador.
Y junto a este Guillaume conviv¨ªa el sensible, el atormentado artista que quer¨ªa ser estrella de rock y que acab¨® de rebote como actor, el hombre que soport¨® tremendos dolores en su pierna derecha tras un accidente de moto en 1995 y que despu¨¦s de 17 operaciones sufri¨® la amputaci¨®n de la extremidad en 2003. Cre¨® una fundaci¨®n con su nombre para ayudar a los que, como ¨¦l en la rodilla, hab¨ªan sido infectados en hospitales. En persona, Guillaume, alto, fibroso, con unas manazas que le imped¨ªan disfrutar del piano, provocaba el cari?o inmediato. Se hab¨ªa casado en 2000 con ?lise Ventre, una actriz que le acompa?¨® en su descenso a los infiernos y con la que tuvo una hija. Justo despu¨¦s rod¨® en Espa?a Amor, curiosidad, Prozak y dudas. Pilar Punzano, compa?era de reparto, le defin¨ªa como "majete". "Es igual que el Principito. No tiene filtros, como los ni?os. S¨ª muchas cicatrices, por fuera y por dentro. Y una visi¨®n excepcional para el cine".
Ese cine le dio alegr¨ªas, pero menos de las esperadas. Con su primer gran trabajo, Todas las ma?anas del mundo, de Alain Corneau, ya fue candidato al C¨¦sar en 1991 al mejor actor revelaci¨®n por su encarnaci¨®n del compositor Marin Marais, personaje que en su edad adulta interpretaba su padre G¨¦rard. Dos a?os despu¨¦s compiti¨® en la misma categor¨ªa con Blanco conmovedor (mientras le retiraban el carnet por conducir borracho). Y finalmente lo logr¨® en 1996 con Los aprendices, de Pierre Salvadori. En 2007 volvi¨® a encadenar estrenos y rodajes: La duquesa de Langeais, de Jacques Rivette, Versailles -que promocion¨® en el ¨²ltimo Cannes-, De la guerre, o las a¨²n pendientes de estreno Stella, Circuit ferm¨¦ y L'Enfance d'Icare.
Probablemente, el mejor reflejo de la personalidad de Guillaume fue su paso por el Festival de Gij¨®n en 1999, donde destroz¨® una habitaci¨®n de hotel con da?os valorados en 130.000 pesetas, e intent¨® agredir al responsable del certamen, que le recriminaba que echara cerveza a los asistentes a la rueda de prensa de la pel¨ªcula Pola X y le anunciaba su expulsi¨®n del festival. S¨®lo la r¨¢pida intervenci¨®n del guardaespaldas -tan ebrio como ¨¦l- que le hab¨ªa pagado su padre logr¨® que la cosa no fuera a mayores. Y justo antes de irse redact¨® una nota de agradecimiento porque hab¨ªa obtenido el premio a la mejor interpretaci¨®n masculina: "No soy nunca ni ser¨¦ amado, es una elecci¨®n. Estoy profundamente decepcionado. Por primera vez en mi vida se me quita una felicidad leg¨ªtima y Dios sabe cu¨¢n importante es esta palabra para m¨ª. Os quiero. A pesar vuestro".
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