La crisis deja en la cuneta la solidaridad

La misma crisis que ha secado al sistema financiero internacional amenaza ahora con sumir en la m¨¢s severa de las miserias a cientos de millones de personas en todo el mundo, que podr¨ªan quedarse sin la comida y la atenci¨®n m¨¦dica con las que sobreviven o ver como se desvanecen las herramientas b¨¢sicas con las que tratan de engancharse al desarrollo econ¨®mico. "Los efectos de esta recesi¨®n se extender¨¢n a todo el planeta", alerta la ONG Save The Children. "Con la escasez y el encarecimiento de alimentos en ?frica y Asia, nuestros cooperantes ya est¨¢n luchando para salvar a decenas de miles de ni?os de morir por desnutrici¨®n. La situaci¨®n podr¨ªa derivar en una aut¨¦ntica cat¨¢strofe si, como es previsible, gobiernos y particulares recortan ahora sus ayudas".

La ONU teme que se "reduzcan de forma sustancial" las donaciones

74 millones de personas sufren hamburna por el precio de la comida

Salvar a los bancos ha costado 10 veces m¨¢s que la suma de las ayudas anuales

S¨®lo cinco pa¨ªses dedican el 0,7% de su riqueza al desarrollo

La crisis amenaza con "reducir de forma sustancial" los 76.000 millones de euros que el mundo ha destinado este a?o a la ayuda al desarrollo, seg¨²n un portavoz de Naciones Unidas. Una cantidad de dinero importante, pero que no llega ni a una d¨¦cima parte de lo que los Gobiernos de Estados Unidos y la Uni¨®n Europea han movilizado en menos de tres semanas para salvar a sus instituciones financieras.

El temor a los recortes es com¨²n entre las agencias de la ONU consultadas -Organiza-ci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Programa Mundial de Alimentos (PMA) y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)-, la Comisi¨®n Europea, las ONG y los expertos.

El presidente de la Asamblea General, el nicarag¨¹ense Miguel D'Escoto, ha sido el que ha dado el primer paso para dise?ar una hoja de ruta y tiene previsto convocar, previsiblemente el pr¨®ximo d¨ªa 24, a un grupo de sabios para "hacer una primera evaluaci¨®n de los recortes que amenazan a la ayuda al desarrollo y estudiar las medidas a adoptar para evitar los peores presagios", avanzan en esta sede.

"La situaci¨®n se presenta muy delicada", opina el director de la Oficina de Estudios de Desarrollo del PNUD, Pedro Concei?ao. "La crisis aumentar¨¢ los gastos y reducir¨¢ los ingresos de los pa¨ªses desarrollados y, en este contexto, es previsible que crezcan sus reticencias a la hora de contribuir en planes espec¨ªficos de ayuda".

Estas contribuciones a los llamamientos hechos por los organismos internacionales son fundamentales para mantener el flujo de ayudas a los 923 millones de personas desnutridas en el mundo, para reducir la cifra de 58 millones de mujeres que este a?o habr¨¢n dado a luz sin asistencia m¨¦dica o escolarizar a los 56 millones de ni?os de ?frica y Asia que ni siquiera han recibido educaci¨®n primaria, seg¨²n datos de la FAO y de los Objetivos del Milenio de la ONU.

Esta organizaci¨®n, con un presupuesto de 3.060 millones de euros para el bienio 2008-09, ha recaudado en los nueve primeros meses del a?o otros 3.040 millones con llamamientos ad hoc para contribuir en programas concretos. La OMS tambi¨¦n logra el 70% de sus ingresos por esta v¨ªa.

La crisis llega, adem¨¢s, en un momento en que las cosas no estaban yendo todo lo bien que deber¨ªan en materia de cooperaci¨®n. Un informe de la OMS alerta de que las diferencias en la esperanza de vida son abismales entre los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo (donde se superan holgadamente los 70 a?os) y los m¨¢s castigados por el sida, el hambre y la pobreza, en ?frica. Las desigualdades, sin embargo, no s¨®lo se dan entre pa¨ªses: la tasa de mortalidad de ni?os menores de cinco a?os en algunos suburbios de la capital de Kenia, Nairobi, es del 254 por 1.000, 17 veces m¨¢s que los 15 por 1.000 registrados en los barrios ricos de la ciudad.

Margaret Chan, directora general de la OMS, ha alertado p¨²blicamente de que estos gigantescos desequilibrios en materia de salud hacen del mundo un "lugar inseguro e inestable". Otro informe, publicado por la FAO en septiembre, se?al¨® que el alza de precios de los alimentos registrado en los dos ¨²ltimos a?os ha aumentado el n¨²mero de personas desnutridas en el mundo en 73 millones.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, destac¨® en la reciente sesi¨®n de la Asamblea General que, pese al crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os, los Gobiernos se han mostrado incapaces de cumplir los compromisos que asumieron en 2000 para erradicar la pobreza y el hambre en el mundo en 2015. El viejo objetivo de destinar el 0,7% de la riqueza nacional al desarrollo s¨®lo es cumplido hoy por cinco pa¨ªses: Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia. Las grandes potencias, con EE UU a la cabeza, cada vez est¨¢n m¨¢s lejos de conseguirlo: Washington s¨®lo llega al 0,16% y Jap¨®n, segunda potencia econ¨®mica, el 0,17%.

Con estas cifras y el actual contexto internacional, los expertos ven muchos nubarrones en el horizonte. "Es pronto a¨²n para disponer de datos, pero es previsible que la crisis acent¨²e la tendencia de los dos ¨²ltimos a?os, en los que la ayuda total ya hab¨ªa disminuido", explica Iliana Olivi¨¦, investigadora del Real Instituto Elcano. En un trabajo publicado el pasado mes de mayo, Olivi¨¦ puso de manifiesto que la ayuda mundial al desarrollo viene disminuyendo desde 2005. En 2007, por ejemplo, lo hizo un 8,7%, seg¨²n la OCDE. A¨²n m¨¢s significativo es que la asistencia m¨¢s b¨¢sica, la alimentaria, se redujo un 16% entre 2000 y 2006, al pasar de 1.110 a 945 millones de euros.

Un responsable del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que en 2007 asisti¨® a 86 millones de personas en 80 pa¨ªses, destaca que "con el plan de rescate del sistema financiero aprobado por Estados Unidos, el PMA podr¨ªa trabajar durante m¨¢s de 100 a?os". "Si los gobiernos tienen recursos para rescatar a sus bancos, seguro que tambi¨¦n deben tenerlos para dar de comer a los hambrientos". Desde la OMS se lanza un mensaje parecido y se teme que tambi¨¦n los contribuyentes privados reduzcan sus aportaciones. "Las fundaciones y los fil¨¢ntropos, por ejemplo, tienen en muchos casos su capital invertido en las bolsas. La ca¨ªda de sus valores puede llevarles a reducir sus donaciones", explica un portavoz.

Tambi¨¦n desde la oficina del Comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la Comisi¨®n Europea, el belga Louis Michel, se observa "muy de cerca y con gran preocupaci¨®n" el impacto que la crisis pueda tener en sus programas. "Los Gobiernos deben mantener sus compromisos con los m¨¢s desfavorecidos", afirma un portavoz. "La reuni¨®n que el FMI y el Banco Mundial celebran este fin de semana en Washington debe servir para reiterar este mensaje de que no nos podemos olvidar de los m¨¢s pobres ahora que vienen tiempos dif¨ªciles", afirm¨® un portavoz el pasado viernes.

John Holmes, subsecretario general para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas afirm¨® ayer en Madrid que "lo peor de la situaci¨®n actual es que no sabemos lo que puede ocurrir ya que la crisis se est¨¢ mostrando cada d¨ªa m¨¢s profunda y extensa". "Nosotros podemos hacer poco m¨¢s que estrechar las consultas con los Gobiernos y pedirles que mantengan los presupuestos de ayuda internacional, aunque esto pueda no ser f¨¢cil para ellos. Si los gobiernos gastan tanto dinero en los rescates financieros y la econom¨ªa y sus ingresos van a menos, necesitar¨¢n recortar los gastos por alg¨²n lado. La tentaci¨®n de cualquier Gobierno, por la falta de contestaci¨®n interna, es hacerlo por la ayuda internacional".

Todo esto ocurre, seg¨²n Holmes, en un momento en el que las necesidades son "apremiantes y crecientes". "La situaci¨®n en Darfur se est¨¢ deteriorando de manera lenta pero constante y en Somalia est¨¢ pr¨¢cticamente fuera de control. En Congo, las necesidades son apremiantes y en Birmania la ayuda debe seguir a las v¨ªctimas del cicl¨®n Nargis", afirm¨®.

Las recetas para hacer frente a la situaci¨®n no son f¨¢ciles, seg¨²n todas las fuentes consultadas. El derecho internacional no contempla ning¨²n mecanismo por el que los Gobiernos est¨¦n obligados a mantener sus contribuciones y la ¨²nica f¨®rmula consiste en una h¨¢bil combinaci¨®n de diplomacia y apelaciones a la consciencia de los pa¨ªses m¨¢s pudientes. "En este momento, el mundo necesita m¨¢s que nunca un liderazgo y compromiso fuertes", a?ade Pedro Concei?ao, del PNUD. "Esta crisis la han causado los excesos de los m¨¢s ricos y ser¨ªa desolador e imperdonable que acaben muriendo de hambre y enfermedades f¨¢cilmente curables millones de personas que ni siquiera han tenido la oportunidad de disfrutar de la bonanza econ¨®mica de los ¨²ltimos a?os".

Ariane Arpa, directora general de Oxfam-Espa?a, reitera que "la situaci¨®n no es buena; han subido los alimentos, la inflaci¨®n merma los recursos para cooperaci¨®n y ya hemos notado un descenso en las contribuciones privadas debido a una ca¨ªda en la captaci¨®n de nuevos socios". "Las sociedades y Gobiernos desarrollados, tras a?os de vivir en la abundancia, no pueden dejar a cientos de millones de personas sin ayudas esenciales cuando las cosas se est¨¢n torciendo. Ahora, m¨¢s que nunca, es necesario mantenerse fiel a los principios de solidaridad".