Miles de franceses abuchean 'La Marsellesa' en un partido de f¨²tbol

Primero fue Argelia y despu¨¦s Marruecos. T¨²nez no iba a ser la excepci¨®n. El himno nacional franc¨¦s fue sonoramente abucheado el martes durante los preliminares del partido de f¨²tbol amistoso que enfrentaba a Francia y este pa¨ªs del Magreb. La cantante L??m, de origen tunecino, miraba estupefacta al p¨²blico del Stade de France que pr¨¢cticamente ahogaba su intento de cantar La Marsellesa a capella. Sobre el terreno, los jugadores de ambos equipos, que hab¨ªan saltado al campo cogidos de la mano, miraban a las gradas sorprendidos. El himno tunecino no tuvo mejor recepci¨®n.

Ayer, la Francia oficial y la Francia pol¨ªtica estaban dolidas. "Escandaloso", dijo el presidente, Nicolas Sarkozy, y llam¨® inmediatamente al El¨ªseo al responsable de Deportes, Bernard Laporte, para pedirle explicaciones. Incluso desde las filas socialistas se pidieron represalias. Laporte dijo que no hab¨ªa que jugar m¨¢s contra los equipos del Magreb. Luego rectific¨®: "No hay que jugar contra los equipos que nos ponen problemas". Y precis¨®: "Ya no jugaremos en Par¨ªs, iremos a provincias. En provincias somos recibidos como dioses".

La ministra de Salud, Juventud y Deportes, Roselyne Bachelot, explic¨® que a partir de ahora todos los miembros del Gobierno abandonar¨¢n el estadio si se abuchea el himno y hasta se podr¨ªa suspender el partido. Adem¨¢s, Francia dejar¨¢ de jugar partidos amistosos contra el pa¨ªs en cuesti¨®n durante un tiempo no especificado. La ministra de Interior, Mich¨¨lle Alliot-Marie, ha pedido que se investigue si lo sucedido puede ser constitutivo de delito.

El Estadio de Francia, construido para la Copa del Mundo de 1998, ganada por los anfitriones dirigidos por Zidane, de origen argelino, y con una alineaci¨®n multi¨¦tnica, est¨¢ situado en el conflictivo departamento de Seine-Saint Denis, el famoso 93, al norte de Par¨ªs, escenario de los disturbios de oto?o de 2005, con una poblaci¨®n mayoritaria de origen inmigrante. Y el abucheo al equipo local se ha convertido en parte del folclor. Pas¨® lo mismo contra Argelia y contra Marruecos, lo que descubre la curiosa relaci¨®n de estos ciudadanos de identidades partidas. Una de las grandes estrellas del equipo actual de Francia es Ben Arfa, hijo de emigrantes tunecinos.