"Espero que las cosas cambien, pero hasta ahora han ido a peor"
Roberto Saviano (N¨¢poles, 1979) ha cumplido 29 a?os esta semana con la noticia de que la Camorra napolitana ha urdido un plan para asesinarlo junto a su escolta antes de Navidad. Tras reunirse el lunes con los fiscales antimafia, el escritor dej¨® traslucir en una entrevista publicada ayer en La Repubblica que quiz¨¢ ha llegado el momento de dejar Italia durante un tiempo para intentar recuperar una vida normal. "Quiero pasear, tomar el sol, caminar bajo la lluvia, quedar con mi madre sin miedo y sin que ella est¨¦ asustada. Quiero tener cerca a mis amigos y poder re¨ªr y no tener que hablar de m¨ª, siempre de m¨ª como si fuera un enfermo terminal", dice Saviano.
La noticia de la amenaza y el posible exilio de Saviano han desatado una ola de solidaridad y mensajes de apoyo al autor de Gomorra, el libro sobre el clan casertano de los Casalesi que ha vendido 1,8 millones de ejemplares en Italia y ha sido traducido a 33 idiomas. Cientos de lectores llenaron las webs italianas con mensajes de apoyo, apelaciones a resistir, invitaciones a poner tierra de por medio...
"Tengo ganas de recuperar un poco de normalidad y mi dimensi¨®n privada"
Anoche, en el programa de televisi¨®n Matrix, se ley¨® un fax atribuido al capo de los Casalesi, Francesco Schiavone Sandok¨¢n, que habr¨ªa ordenado su asesinato desde prisi¨®n, donde cumple cadena perpetua. Sin nombrar a Saviano en ning¨²n momento por su nombre, Sandok¨¢n amenaza: "Este gran novelista, que hace de portavoz de no se sabe qui¨¦n, debe parar de calumniarme, relacion¨¢ndome con se?ores que nunca he conocido".
Lo cierto es que Saviano no ha decidido todav¨ªa lo que har¨¢. Est¨¢ harto de dormir en cuarteles, de no tener vida privada, de ser el camorr¨®logo oficial, pero quiere consensuar su decisi¨®n con los magistrados y la polic¨ªa, y aunque no quiere hacerse el h¨¦roe tampoco quiere dar la sensaci¨®n de que sale huyendo. En las pr¨®ximas semanas, pasar¨¢ fuera del pa¨ªs bastante tiempo para cumplir con diversos compromisos literarios, programados hace tiempo. Ir¨¢, en primer lugar, a la Feria de Francfort (all¨ª viaja hoy) y despu¨¦s a Francia y Estados Unidos.
En esta breve entrevista, realizada ayer por correo electr¨®nico, expresa su deseo de cambiar de aires, aunque matiza que sigue pensando que marcharse ahora equivale a "obedecer a la Camorra".
Pregunta. ?As¨ª que finalmente ha decidido marcharse?
Respuesta. Es cierto que la tentaci¨®n es fuerte, y las ganas de dejarlo todo a la espalda, de volver atr¨¢s, pero estamos tom¨¢ndonos un tiempo para evaluar qu¨¦ ser¨¢ mejor hacer con vistas al futuro.
P. ?Qu¨¦ piensan los magistrados y la polic¨ªa? ?Qu¨¦ le han sugerido?
R. La situaci¨®n es todo menos sencilla. Obviamente hay quien sostiene que me debo ir al extranjero y quien me aconseja que me quede.
P. En los ¨²ltimos tiempos, desde la publicaci¨®n del libro, ha dejado de ver a sus amigos y a su novia. ?C¨®mo prev¨¦ que ser¨¢ su vida el a?o pr¨®ximo?
R. Espero que sea diferente de como es ahora. Son dos a?os viviendo con escolta y espero que las cosas cambien, pero desgraciadamente las cosas hasta ahora s¨®lo lo han hecho a peor.
P. Ayer, en La Repubblica, declar¨® que se sent¨ªa prisionero de su libro, de su ¨¦xito, de s¨ª mismo. ?Pero marcharse ahora no ser¨ªa obedecer a los deseos de la Camorra?
R. Eso es lo que siempre he pensado tambi¨¦n yo. Y lo pienso todav¨ªa; al mismo tiempo, tengo ganas de recuperar un poco de normalidad y mi dimensi¨®n privada, si es posible. De cualquier manera, tengo programadas para los pr¨®ximos meses varias citas que me llevar¨¢n al extranjero y espero poder mantenerlas. Luego se ver¨¢.
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