'Golden parachute'
No pienso traducirles el t¨ªtulo. As¨ª se ir¨¢n acostumbrando y, adem¨¢s, si ustedes, que probablemente no saben ni ingl¨¦s ni euskera, son capaces de convivir familiarmente con el Think Gaur, no veo por qu¨¦ no van a poder hacerlo con mi t¨ªtulo. S¨ª, cierto, el Think Gaur es un h¨ªbrido, una mezcla de ingl¨¦s y euskera, y no s¨®lo una aliteraci¨®n juguetona como pudiera parecer a simple vista, algo muy sonoro y f¨¢cil de retener, un toque de campana que se abre al futuro o el golpe actualizado sobre un yunque. Un buen logo, en realidad, memorizable y persuasivo, capaz de sugerir todo un programa. Dos idiomas, ingl¨¦s y euskera, un presente que a¨²na dos direcciones -tradici¨®n y futuro, lo propio y lo apropiadamente impropio- y un silencio que se?ala un estigma. Podr¨ªa haber sido, por ejemplo, "Think Gaur futuro" para que no faltara ninguna categor¨ªa y para que se ejercitaran de paso nuestros alumnos triling¨¹es, pero ya se sabe que la vida queda fuera de las aulas. No recuerdo qui¨¦n fue el que dijo que cultura es aquello que queda despu¨¦s que se ha olvidado todo lo aprendido. Pues bien, lo que queda, al parecer, es el castellano, que aqu¨ª y ahora no es precisamente un golden parachute.
Desprovistos del monopolio del paraca¨ªdas, no es raro que los nacionalistas hayan reaccionado de ese modo
Estoy encantado con la que est¨¢ cayendo, y les dir¨¦ por qu¨¦. Creo que en adelante se va a poder ser liberal sin temor a que a uno lo metan confundido en ese chafarrin¨®n que se hac¨ªa pasar por tal. Estamos asistiendo al derrumbe del ¨²ltimo utopismo fundamentalista del siglo XX y de la pen¨²ltima reducci¨®n del Estado a instituci¨®n estrictamente carcelaria, del Estado-gulag, que es a lo que nos conduc¨ªa el utopismo antiestatista ultraliberal. Est¨¢ cayendo su nomenklatura, todos esos se?ores que se beneficiaban de los golden parachutes, y que no constitu¨ªan un vicio del sistema, su da?o colateral, sino que eran su expresi¨®n m¨¢s aut¨¦ntica. Esos se?ores, altos ejecutivos de instituciones financieras y de grandes empresas, cobraban unas bonificaciones estratosf¨¦ricas tras ser cesados, en muchos casos tras haber fracasado -un golden parachute no es otra cosa que esa bonificaci¨®n estrafalaria-. Pues bien, me niego a creer que esos se?ores fueran unos in¨²tiles. Eran gente muy inteligente y muy capacitada, con un talento asegurado contra el fracaso. Hac¨ªan lo que se ped¨ªa de ellos, y lo que ha quedado demostrado es que trabajaban para el fracaso, objetivo que quedaba fuera de sus expectativas pero que era ya la expresi¨®n de su propio ¨¦xito. Cuando se borra el fracaso como horizonte de posibilidad -y al adanismo ultraliberal le resultaba inconcebible que pudiera ocurrir si se les dejaba el futuro en sus manos-, el fracaso acaba imponi¨¦ndose en todo, como fuente y destino.
En una entrevista de hace unos a?os, nuestra actual consejera de Cultura, Miren Azkarate, declaraba que no conceb¨ªa que un euskaldun no fuera nacionalista. Euskaldunizar ha significado politizar, y en esa ecuaci¨®n ha encontrado el euskera la medida de su fracaso. Un euskaldun nacionalista dispon¨ªa de sus golden parachutes, que en este caso no eran paraca¨ªdas para el retiro sino paraca¨ªdas para la vida. Y un nacionalista confeso ni siquiera necesitaba del euskera para poder volar en aeroplano con seguridad. Lo importante era la casa, la casa nacionalista, y la euskaldunizaci¨®n conduc¨ªa de camino a ella. El adanismo nacionalista tampoco conceb¨ªa el fracaso en ese itinerario, pues presupon¨ªa que el camino equivocado implicaba el oprobio. Verg¨¹enza para el euskaldun no nacionalista, ya fuera ¨¦ste socialista o popular. Hasta que estos ¨²ltimos han empezado a manifestar que existen y que su camino es leg¨ªtimo; que el euskera no es una ideolog¨ªa y que las ideolog¨ªas importan.
Desprovistos del monopolio del paraca¨ªdas y con la casa inmersa entre senderos que se bifurcan, no es extra?o que los nacionalistas hayan reaccionado como lo han hecho. Think Gaur es un logo al que los socialistas a?aden futuro. Demasiada desfachatez para que no se ponga a temblar una casa que se ha quedado sin alas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.