Iconos gr¨¢ficos de un siglo convulso
Vitoria re¨²ne m¨¢s de cien de im¨¢genes de Robert Capa en la muestra central de Periscopio - Figuran algunas de sus piezas m¨¢s renombradas
La imagen m¨¢s famosa, sin duda, es la del miliciano Federico Borrell cayendo fulminado en Cerro Muriano (C¨®rdoba) por un disparo de las tropas franquistas. Sin embargo Robert Capa (Budapest, Hungr¨ªa, 1913-Thai Binh, Vietnam, 1954) capt¨® con su c¨¢mara muchos otros acontecimientos clave en la historia del siglo pasado, como el desembarco de Normand¨ªa, y tambi¨¦n momentos de la vida cotidiana de sus amigos escritores, como William Faulkner, Truman Capote o Ernest Hemingway. Una extensa selecci¨®n de m¨¢s de un centenar de sus instant¨¢neas se presenta desde ayer en la sala Fundaci¨®n de la Caja Vital (Postas, 13-15), dentro de la programaci¨®n de Periscopio, el festival de fotoperiodismo de la capaital alavesa.
La exposici¨®n recorre todos los aspectos de la carrera del fot¨®grafo
Capa vivi¨® unas d¨¦cadas intensas y convulsas que marcaron la historia del siglo XX. Sus primeras im¨¢genes fueron instant¨¢neas del dirigente comunista Leon Trotsky en una conferencia en la que explicaba los logros de la Revoluci¨®n rusa, cuando Capa apenas ten¨ªa 20 a?os. Quiz¨¢ entonces no era consciente de la trascendencia del personaje, pero s¨ª del poderoso movimiento comunista, al que sigui¨® durante su estancia en Francia en aquellos primeros a?os treinta, como recoge la muestra.
Con 23 a?os, opt¨® por la tarea del corresponsal de guerra y march¨® a Espa?a a seguir al Ejercito republicano y los milicianos. Sus im¨¢genes, publicadas en las principales revistas gr¨¢ficas de la ¨¦poca como Vu o Life causaron gran impacto, quiz¨¢ porque reflejaban con sinceridad la m¨¢xima laboral de Capa, la del "momento decisivo", que entra?a un riesgo verdadero. "Si las fotos no son suficientemente buenas es porque no te has acercado lo suficiente", aseveraba.
Ese momento decisivo pod¨ªa no encontrarse en primera l¨ªnea del frente, sino en el temor de los civiles en la retaguardia, una vez que, tras Gernika, los ej¨¦rcitos comienzan a bombardear ciudades. Ilustra ese miedo cotidiano una conocida imagen de Bilbao, con una madre y su hija huyendo temerosas de los bombardeos franquistas.
Capa salt¨® de la guerra civil espa?ola (retrat¨® el exilio apresurado de los ¨²ltimos perdedores) a la Segunda Guerra Mundial sin soluci¨®n de continuidad. La invasi¨®n japonesa de China ocupa un lugar preferente en la retrospectiva, como los bombardeos de Londres por la aviaci¨®n nazi, hasta que llega la liberaci¨®n de Europa, desde N¨¢poles a su querido Par¨ªs, despu¨¦s de que los aliadas desembarcasen en Normand¨ªa, una batalla que el fot¨®grafo sigui¨® en primera l¨ªnea.
La liberaci¨®n de Par¨ªs en 1944 le permiti¨® tomarse un respiro. Tres a?os despu¨¦s fundaba con Henri Cartier-Bresson y David Chim Seymour, entre otros, la agencia Magnum, referencia m¨ªtica desde entonces en el fotoperiodismo. En aquellos meses de calma, demostr¨® que tambi¨¦n ten¨ªa buena mano para los retratos: Picasso, Bergman, Steibeck o Gene Kelly fueron inmortalizados por su c¨¢mara, como se puede comprobar en Vitoria.
Pero la pasi¨®n por el instante hist¨®rico pudo con la vida mundana. Capa fue testigo en 1949 de la llegada de centenares de miles de jud¨ªos para crear Israel. Ya en los a?os cincuenta se traslad¨® a Indochina para cubrir uno de los primeros conflictos de la guerra fr¨ªa. All¨ª, cuando segu¨ªa a un batall¨®n de soldados franceses pis¨® una mina antipersona que acab¨® con su vida a los 41 a?os. Luego lleg¨® el mito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.