A por las miguitas de Uni¨®n Valenciana

A falta de grandes asuntos, el c¨®nclave de los populares valencianos sobresale por los peque?os gestos. Y uno de ellos sirvi¨® para comprender ayer que el PP, no saciado con el 53% de los votos que obtuvo en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, todav¨ªa quiere comerse las miguitas de Uni¨®n Valenciana (UV). Unas miguitas de 22.789 votos, que son los que obtuvieron los regionalistas (1%) en las auton¨®micas de hace un a?o y que se concentran, fundamentalmente en la provincia de Valencia.

Por eso, y por ese afecto a las peque?as cosas que profesa, el propio Camps se convirti¨® ayer en avalista de lujo de dos nuevos militantes, el ex concejal de Uni¨®n Valenciana en el Ayuntamiento de Valencia Jos¨¦ Manuel Casta?er, que coincidi¨® en su d¨ªa con el l¨ªder popular en la Corporaci¨®n municipal, y el consejero de Infraestructuras, Mario Flores. Pero de los dos, el que m¨¢s entusiasmo interno generaba era Casta?er, que ficha por el PP un d¨ªa antes de que el presidente de UV, Jos¨¦ Manuel Miralles, acuda como invitado a la clausura del congreso del PP.

Una imagen m¨¢s que ofrecerle hoy a Mariano Rajoy, que estos d¨ªas habr¨¢ tenido tiempo para pensar si el acuerdo que hizo en su momento el PP con Uni¨®n del Pueblo Navarro se plante¨® "como tocaba". Acuerdo que se les ofreci¨® tambi¨¦n a los regionalistas valencianos a principios de los noventa y que rechazaron. Y que hoy permite esgrimir al PP una ret¨®rica valencianista en la que no necesita airear demasiado el conflicto identitario.