Ultramarinos 24 horas
A Todas Horas expende productos por un mill¨®n de euros
Una pizza, una caja de preservativos o unas tijeras. La necesidad no conoce horarios comerciales. Simplemente surge. Y A Todas Horas, un supermercado 24 horas que, a trav¨¦s de una m¨¢quina nacida del maridaje de una pantalla t¨¢ctil y un cajero autom¨¢tico, intenta cubrir esta demanda. ?Qui¨¦n sabe si, en tiempos de libertad de horarios comerciales, esta idea y realidad podr¨ªa ser la salvaci¨®n del peque?o comercio? Con este prop¨®sito naci¨®, en 2005, esta joven firma de la mano del empresario Llu¨ªs Borrell.
La localidad de Sant Joan Desp¨ª (Barcelona) fue el lugar elegido para poner una tienda sin dependientes y que expende sus productos a trav¨¦s de un cajet¨ªn. "El sistema es muy sencillo. Plantado frente al ingenio, el cliente selecciona el producto y la cantidad que desea pulsando la pantalla. Una vez efectuado el pago con monedas, billetes o tarjeta de cr¨¦dito, la m¨¢quina entrega los productos, al mismo tiempo que el tique de compra y bolsas para llevarlo", dice Borrell.
Ingeniero Inform¨¢tico, Borrell fue emprendedor antes que licenciado. Cuando le quedaban unas pocas asignaturas para acabar su carrera, mont¨® un negocio que result¨® novedoso y pr¨®spero. "Me di cuenta de que en 1995 muy poca gente conservaba sus datos fuera del ordenador. Hab¨ªa pocas grabadoras de CD, as¨ª que me compr¨¦ una. Iba a las empresas y les ofrec¨ªa volcar su informaci¨®n. Un CD, por aquel entonces, costaba unas 2.000 pesetas y yo cobraba 4.000 por servicio. Y no me fue mal", recuerda.
Aquella primera experiencia empresarial se prolong¨® en un negocio de ordenadores: "Montaba redes inform¨¢ticas para empresas". Entonces "me surgi¨® la posibilidad de trabajar para Mail Company, una peque?a firma con un prometedor proyecto de informatizaci¨®n. Se trataba de llevar la log¨ªstica de edificios enteros, al modo americano, sirviendo material de oficina, correo, prensa...". Reale, Auna..., las grandes cuentas no tardaron en interesarse por el nuevo producto. Y la compa?¨ªa creci¨®, demasiado, para Borrell. "A m¨ª me gusta levantar los proyectos, verlos crecer. Pero Mail Company se convirti¨® en una empresa de 150 empleados, en algo que me robaba el sue?o. As¨ª que, vend¨ª mi parte a los otros dos socios".
Al poco tiempo ya ten¨ªa el boceto de su siguiente reto empresarial: "Un almac¨¦n inteligente dirigido al negocio de las tiendas de conveniencia". Borrell se las ingeni¨® para abaratar el coste de su prototipo, desde 300.000 euros a 10 veces menos. "Era de madera y un carpintero nos hizo una especie de almac¨¦n con muchas estanter¨ªas y dispensadores, todo muy modular", asegura. Aquel primer A Todas Horas, instalado en Sant Joan Desp¨ª, sirvi¨® para aprender a dise?ar los men¨²s de productos de las m¨¢quinas. "Intentamos ofrecer el surtido de productos que se puede encontrar en un supermercado. Y notamos que la gente quiere productos de calidad, sin importarle tanto el precio, de hecho, nuestras pruebas con productos m¨¢s baratos no han tenido ¨¦xito".
As¨ª, con entre 80 y 640 productos diferentes y en espacios que rondan los 15 metros cuadrados, los colmados automatizados han ido apareciendo aqu¨ª y all¨¢, "en peque?os pueblos, pol¨ªgonos industriales y grandes ciudades. Tenemos quien se acerca a comprar vino y jam¨®n para cenar o quien, al pasar por all¨ª, quiere una lata de refresco". Y lata a lata es como A Todas Horas alcanz¨® el mill¨®n de euros de facturaci¨®n en 2007. -
Objetivos
- El reto de A Todas Horas es estar presente en campings, hoteles, gasolineras, peque?os comercios, supermercados, etc¨¦tera. Y, en un segundo paso, internacionalizar el negocio buscando socios locales.
Perfil
- Llu¨ªs Borrell, ingeniero inform¨¢tico de 35 a?os, es un emprendedor nato que se aburre cuando un proyecto se convierte en realidad. Despu¨¦s de pasar por empresas inform¨¢ticas y de log¨ªstica, desarroll¨® la tecnolog¨ªa de A Todas Horas sin tener ni idea de electr¨®nica, "con el apoyo de mi mujer".
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