?Y la crisis de Osakidetza?
Medio a?o despu¨¦s, casi nadie se acuerda de las huelgas en la sanidad, aunque los problemas de fondo subsisten"No hay facultativos en el mercado", advierte el Sindicato M¨¦dico
El jueves 7 de marzo, ELA, LAB y UGT quemaron su ¨²ltimo cartucho, la postrera jornada de huelga convocada en los centros de Osakidetza en demanda de mejoras laborales y salariales, m¨¢s plantilla y m¨¢s inversi¨®n p¨²blica. ELA, la central mayoritaria y la que m¨¢s se signific¨® en el enfrentamiento, perdi¨® el pulso con el Departamento de Sanidad, que dirige el peneuvista Gabriel Incl¨¢n. Apenas, un 6,3% de los trabajadores secund¨® la movilizaci¨®n. Una semana despu¨¦s, la direcci¨®n del Servicio Vasco de Salud cerr¨® el acuerdo de condiciones laborales 2007-09 con los sindicatos profesionales (m¨¦dicos, enfermeras, auxiliares y t¨¦cnicos de laboratorio) y CC OO, y el descontrolado conflicto de los meses anteriores se aquiet¨®. Siete meses despu¨¦s, Osakidetza navega en la tranquilidad. Ni rastro del caos en el que parec¨ªa haber entrado el sistema sanitario.
"Los problemas no se han resuelto, pero se han encauzado", dice el PSE
"El conflicto fue m¨¢s medi¨¢tico que real", asegura Osakidetza
?Han desaparecido todos los problemas? ?Ya no sufre sobrecarga de trabajo la plantilla? ?Se puede pasar en s¨®lo siete meses de un modelo que parec¨ªa colapsado a otro aparentemente saludable y apaciguado?
Lo cierto es que el Gobierno logr¨® desactivar un conflicto laboral complejo y enquistado, el mayor que ha vivido la sanidad vasca en su historia. Se dejaron atr¨¢s tres a?os de guerra sindical y un primer trimestre del a?o jalonado de huelgas, concentraciones y movilizaciones de los trabajadores, que pusieron contra las cuerdas al sistema. Ese malestar en la plantilla se hab¨ªa trasladado a la ciudadan¨ªa y salieron a relucir algunos debates m¨¢s o menos soterrados, m¨¢s o menos recurrentes, como el dilema de inyectar m¨¢s dinero para sostener el modelo o recortar prestaciones. Con el paso de los meses, se han ido aplicando las mejoras pactadas, pero en el caso del aumento de plantilla a¨²n no ha pasado el tiempo necesario para ver sus efectos. Se han creado ya 650 plazas, de las que 400 son de m¨¦dicos. El compromiso es llegar hasta las 1.132 en 2009.
Kepa Urigoitia, presidente del Sindicato M¨¦dico de Euskadi, admite que la paz social de la que ahora disfruta Osakidetza no significa necesariamente que "todo est¨¢ bien", porque "nadie tiene la varita m¨¢gica para dar un toquecito y resolverlo todo". "Pero si algo estaba mal y se van poniendo los medios para arreglarlo, el problema se va resolviendo", a?ade. En el caso de los facultativos, el Servicio Vasco de Salud jug¨® una baza inesperada, que fragment¨® la negociaci¨®n, resquebraj¨® la anterior unidad sindical y dej¨® muy tocada la movilizaci¨®n. Al cerrar un acuerdo individual con el Sindicato M¨¦dico en junio de 2007, los facultativos se mantuvieron al margen del conflicto, y sin los m¨¦dicos la capacidad de paralizar el funcionamiento del sistema qued¨® muy limitado.
No obstante, el resto de las centrales sigui¨® su camino y tens¨® la cuerda hasta el punto de que el Gobierno recurri¨® a un decretazo para imponer las condiciones laborales en la ¨²ltima reuni¨®n del a?o del Consejo de Gobierno. Pero fue un cierre en falso, porque la continuidad de las movilizaciones, en v¨ªsperas de las elecciones generales, oblig¨® a reabrir la negociaci¨®n unas semanas despu¨¦s. El siguiente desmarque, el del Sindicato de Enfermer¨ªa, result¨® mortal de necesidad para la unidad sindical. Encarnaci¨®n de la Maza, portavoz de este sindicato, reconoce que "algunos colectivos tienen m¨¢s fuerza que otros" en la sanidad. "De la noche a la ma?ana no se pueden resolver todos los problemas que arrastra Osakidetza y por eso estamos vigilantes para que se vayan cumpliendo los acuerdos pactados. Pero la verdad es que, si la plantilla se siente recompensada por su esfuerzo, es m¨¢s f¨¢cil trabajar", subraya. Esta es una de las claves. Las mejoras salariales han contribuido de una forma muy importante a alcanzar la paz social, que paulatinamente se ve consolidada con la progresiva creaci¨®n de empleo y el consiguiente alivio de la presi¨®n asistencial para los trabajadores. Al margen de demandar m¨¢s plantilla, entre el colectivo de enfermer¨ªa exist¨ªa una reivindicaci¨®n hist¨®rica a la que se ha dado salida: el reconocimiento de un complemento espec¨ªfico.
El compromiso adquirido por Osakidetza es pagar el 100% de ese plus -2.404 euros brutos de media al a?o- a partir de la n¨®mina de enero de 2009. "Es una cuesti¨®n que nos ha enfrentado con el Departamento de Sanidad desde hace muchos a?os y que ha contado a la hora de dar el paso y dejar las movilizaciones. Pero es una m¨¢s de las demandas que est¨¢n recogidas en el acuerdo", precisa de la Maza.
Los m¨¦dicos tambi¨¦n han visto mejorados sus emolumentos. Cobran m¨¢s dinero por las guardias m¨¦dicas, todos reciben el complemento de exclusividad aunque mantengan una consulta privada despu¨¦s de su trabajo en la red p¨²blica y se ha modificado su carrera profesional. El actual d¨¦ficit de facultativos debilita la posici¨®n de Osakidetza a la hora de resistirse a las demandas de este colectivo. Esta carencia es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan todos los sistemas de salud. "Es que no hay m¨¦dicos en el mercado", advierte Urigoitia. "El departamento va a tener que apurar todas sus opciones, porque todas las comunidades tienen problemas", a?ade.
Para la directora general de Osakidetza, Gloria Quesada, el sistema siempre ha funcionado "bien". Antes, durante las movilizaciones, y ahora. "Lo que s¨ª hemos ganado es paz social. Hab¨ªa unas necesidades de ¨ªndole laboral que era preciso atender. Se ha ganado serenidad, que resulta muy importante para mejorar", argumenta. Quesada vivi¨® el conflicto en primera l¨ªnea junto a su director de Recursos Humanos, Jos¨¦ Andr¨¦s Blasco. Al rememorar aquellos d¨ªas, Blasco afirma categ¨®rico que se trataba m¨¢s de "un contencioso medi¨¢tico que real". Y Quesada abunda en esa l¨ªnea: "Si antes era un caos, no podr¨ªamos haber pasado tan r¨¢pidamente a la serenidad actual. Siempre se ha funcionado bien".
Desde el PSE, la parlamentaria Blanca Roncal destaca la importancia del acuerdo con m¨¦dicos y enfermeras para lograr la desmovilizaci¨®n "absoluta". Pero precisa que, "ni antes el sistema estaba tan mal, ni ahora se encuentra tan bien. Los problemas no se han resuelto, pero se han encauzado".
El desgaste de la plantilla frena nuevas movilizaciones
Las huelgas, concentraciones y movilizaciones de todo tipo (desde manifestaciones hasta caravanas en coche) han hecho mella en la plantilla de Osakidetza. Casi nadie quiere o¨ªr hablar de un nuevo periodo de agitaci¨®n, a pesar de que ELA, LAB y UGT mantienen que el conflicto se cerr¨® en falso.
ELA y LAB suman la mayor¨ªa en la mesa de negociaci¨®n de Osakidetza, en la que tambi¨¦n se sientan los sindicatos de m¨¦dicos y enfermeras. Los cuatro tienen voz y voto. UGT y Comisiones Obreras tambi¨¦n participan en este foro por ser las centrales m¨¢s representativas en Espa?a, pero al no obtener los votos necesarios en las ¨²ltimas elecciones sindicales en la sanidad vasca no pueden votar.
Los tres sindicatos que se opusieron al acuerdo de condiciones laborales (ELA, LAB y UGT) han vuelto a criticar en las ¨²ltimas semanas la situaci¨®n, pero nadie habla de movilizaciones. "El personal qued¨® agotado", certifica la parlamentaria Blanca Roncal, que vio desfilar por el Parlamento varias veces a los representantes de las centrales para exponer sus reivindicaciones. Prueba de ese desgaste es que los propios delegados de LAB tuvieron que dimitir cuando mostraron su disposici¨®n al acuerdo ante el agotamiento de la plantilla y fueron desautorizados por la direcci¨®n del sindicato. La representante de UGT en la sanidad, Arantza Agote, resalta la importancia de "dosificar los esfuerzos". "Hay que ir paso a paso, sin prisa", indica, al tiempo que advierte de que en el horizonte de las tres centrales "no se descartan" posibles movilizaciones. Sobre todo, con la vista puesta en las elecciones auton¨®micas que se celebrar¨¢n en marzo.
La parlamentaria del Partido Popular Laura Garrido no hace una lectura optimista de la situaci¨®n actual de Osakidetza, a pesar de la aparente paz social que se ha impuesto. "Yo no dir¨ªa que la situaci¨®n ha mejorado, sino que Osakidetza no ten¨ªa m¨¢s salida que pactar porque si no la conflictividad no iba a cesar. Pero el tema no est¨¢ cerrado".
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