La crisis llega a la Web 2.0, pero no a Silicon Valley
DE REPENTE, abundan las referencias a la muerte de la Web 2.0. Como si la crisis, adem¨¢s de ser financiera primero y luego econ¨®mica, fuera tambi¨¦n el fin de cierta era de la tecnolog¨ªa. Como siempre en Silicon Valley, todo el mundo tiende a correr en la misma direcci¨®n antes de pensar.
Las se?ales provienen de las mejores fuentes. Sequoia Caipital, una de las mayores empresas de capital riesgo, reuni¨® a las empresas de Silicon Valley en las cuales tiene dinero para decirles que se preparen para una crisis mucho m¨¢s grave que de costumbre: las empresas gastar¨¢n menos en tecnolog¨ªa. Los consumidores ser¨¢n m¨¢s cautelosos en sus compras. Comercio electr¨®nico y publicidad van a encoger. Hay que gastar cada d¨®lar como si fuera el ¨²ltimo. Hay que aguantar.
News.com pone en el filo de la navaja a empresas como Meebo, Twitter (microblogs), Skype (telefon¨ªa por Internet) y Netvibes-7d82b22ab1910 Content-Disposition: form-data; name="datos[sumario]"
Las empresas gastar¨¢n menos en tecnolog¨ªa. Los consumidores ser¨¢n m¨¢s cautelosos en sus compras. Comercio electr¨®nico y publicidad van a encoger.
Las start-ups, cuya estrategia era ser adquiridas por empresas generosas, tienen que salir de su sue?o, bajar a la tierra y prepararse para tiempos dif¨ªciles. Hasta el mes pasado buscar tr¨¢fico bastaba como modelo de negocio. Ahora las que no tienen ingresos lo van a pasar mal.
"Estamos hablando de supervivencia, m¨¦tanse esto en la cabeza", dijo simple y llanamente el maestro de ceremonias, Mike Moritz, uno de los principales de Sequoia (descubridor de Yahoo! y Google, entre otras muchas). La competencia est¨¢ de acuerdo. Benchmark Capital, otra empresa de capital riesgo, y el inversionista Ron Conway avisaron a sus clientes con textos del mismo calado: hagan durar el dinero.
Dos d¨ªas despu¨¦s, Seesmic.com, una start-up prometedora que ofrece un servicio de v¨ªdeo basado en las redes sociales, anunci¨® el despido de siete personas, la tercera parte de su plantilla. Las empresas m¨¢s serias est¨¢n empezando a tomar medidas. Michael Arrington, de Tech Crunch, escribe: "Adi¨®s a la Web 2.0".
La Web 2.0 es el Internet participativo, gracias a la popularizaci¨®n de la banda ancha y la capacidad de manejar inmensas cantidades de datos. En este contexto, las empresas vieron que lo m¨¢s econ¨®mico era dejar que la gente pusiera en l¨ªnea contenidos que ellas no pod¨ªan proporcionar a un precio aceptable.
Llevadas por esta l¨®gica, se han preocupado por generar el mayor tr¨¢fico y la mayor participaci¨®n posible sin prestarle suficiente atenci¨®n (con contadas excepciones) a la generaci¨®n de ingresos.
Resultado: hoy muchas de las m¨¢s conocidas est¨¢n en una posici¨®n d¨¦bil. News.com, un sitio especializado en las TIC, ofrece, por ejemplo, una lista de 11 empresas en el filo de la navaja entre las cuales encontramos a Twitter 2 (microblogging), Skype (comunicaciones telef¨®nicas por Internet), Netvibes (organizador de los flujos RSS) y Meebo (un espacio muy ¨²til para comunicarse con m¨²ltiples programas de chat). Son de las empresas m¨¢s innovadoras, simp¨¢ticas y hasta pr¨¢cticas, pero no generan suficientes ingresos para vivir ni son adquiridas por un jugador mayor.
No cabe duda de que habr¨¢ muertos, en particular entre empresas de la onda Web 2.0, lo que no siempre quiere decir que las tecnolog¨ªas o los principios sobre los cuales se han desarrollado desaparecer¨¢n. Es m¨¢s, es muy posible que el sector de las TIC salga bien parado de la crisis.
Esta afirmaci¨®n provocadora la encontramos, por ejemplo, en escritos recientes del analista y director del Strategic News Service, Mark Anderson, quien vislumbraba en marzo de este a?o una "econom¨ªa partida" en dos sectores: el de los bienes materiales y el de las TIC. "Bienes ra¨ªces, construcci¨®n, finanzas y otras industrias relacionadas con el cr¨¦dito van a entrar en una depresi¨®n de varios a?os (los bienes ra¨ªces acaban de tener su peor a?o desde 1993) mientras las compa?¨ªas tecnol¨®gicas globales tienen a?os r¨¦cords". No cabe duda, para Anderson, de que estas dos econom¨ªas est¨¢n despegadas una de la otra. "Est¨¢n casi totalmente desconectadas".
En medio de la crisis escribe: "Las multinacionales de la tecnolog¨ªa se ven fuertes. Estamos en medio de la divisi¨®n a la que alud¨ªa, pero sigo pensando que los actores globales m¨¢s fuertes en el sector tecnol¨®gico estar¨¢n entre los primeros en rebotar".
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