El Parlamento Europeo frena el 'esc¨¢ner que desnuda'
Teme que atente contra la dignidad y la salud del viajero
Una Euroc¨¢mara ya escaldada por las arbitrariedades de algunas medidas de control de acceso de los pasajeros a los aviones se alz¨® ayer vigorosamente contra un nuevo artilugio, avalado por la Comisi¨®n Europea, que desnuda a los pasajeros y permite ver, como si de una foto en negativo se tratara, si portan objetos prohibidos. El Ejecutivo comunitario alega que s¨®lo se trata de un complemento que acelera los controles, pero los eurodiputados hablan de que se controla a los pasajeros como si fueran animales o que se atenta contra su dignidad y, quiz¨¢, contra su salud.
El nuevo sistema ya funciona a prueba en algunos aeropuertos europeos, como el holand¨¦s de Schiphol, y la Comisi¨®n dice que pretende armonizar el sistema en toda Europa. Entre sus potenciales beneficios figura el de que aumenta la seguridad, reduce el tiempo de espera y evita cacheos. Adem¨¢s, subraya la Comisi¨®n, ser¨¢ voluntario para el pasajero y los pa¨ªses, que podr¨¢n instalarlos o no en sus aeropuertos.
Nada de eso convenci¨® ayer a la abrumadora mayor¨ªa de eurodiputados (361 frente a 16, con 181 abstenciones), reci¨¦n salidos de una peque?a victoria: ya se ha conocido el reglamento sobre la introducci¨®n de l¨ªquidos en los aviones que supuso la relajaci¨®n de algunas prohibiciones rid¨ªculas. Ignasi Guardans, punta de lanza de esa batalla, clamaba ayer: "No se pueden aprobar m¨¦todos de control de seres humanos como se aprobar¨ªa un nuevo sistema europeo de contar ganado".
Aun reconociendo que los esc¨¢neres corporales "pueden ser una de las respuestas t¨¦cnicas para mantener un alto nivel de seguridad en los aeropuertos europeos", los europarlamentarios reclamaron un estudio de impacto sobre esos derechos, que se haga un an¨¢lisis de los hipot¨¦ticos efectos sobre la salud, que se vea c¨®mo se garantiza que no haya abusos y que se acote exactamente su uso. La resoluci¨®n no es vinculante, pero el nuevo comisario de Transportes, el italiano Antonio Tajani, se comprometi¨® a atender todas las exigencias y a trabajar con quienes hasta hace poco hab¨ªan sido compa?eros de esca?o.
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