El derrotismo invade las filas republicanas
Obama supera a McCain en casi todos los grupos de votantes y zonas de EE UU
Esta campa?a electoral posiblemente pasar¨¢ a los libros de historia como una de las m¨¢s trascendentes celebradas nunca en Estados Unidos. Pero, a 10 d¨ªas para el final, se ha disipado toda la emoci¨®n, fuera de la natural expectaci¨®n por conocer el resultado final. El candidato dem¨®crata, Barack Obama, est¨¢ junto a la cama de su abuela enferma, a 4.000 kil¨®metros del continente. Y el candidato republicano, John McCain, sin nada original que a?adir a un mensaje pobre y equivocado, parece resignado a la derrota.
Baste como ejemplo que el mejor plato que ten¨ªan para ofrecer ayer las televisiones que cubren 24 horas de noticias era un discurso de Sarah Palin, la compa?era de candidatura de McCain, sobre los ni?os con problemas.
Los reproches contra McCain se acumulan dentro de su partido
Qui¨¦n sabe si ser¨¢ un indicador el anuncio hecho por la campa?a de McCain de que el candidato pronunciar¨¢ su discurso de la noche electoral, en Phoenix, s¨®lo ante un selecto grupo de periodistas y una peque?a audiencia restringida. No habr¨¢ la tradicional alocuci¨®n desde un podio.
Despu¨¦s del transfuguismo declarado por Colin Powell y otras personalidades de la derecha, los medios de comunicaci¨®n recogen un estado de estampida entre las filas del Partido Republicano, donde sus principales figuras asumen la derrota del l¨ªder y buscan su propio refugio. "Ha llegado el momento en el que cada uno tiene que buscarse la vida por su cuenta", describ¨ªa la situaci¨®n un dirigente conservador en declaraciones al diario The Politico.
Los reproches contra McCain se acumulan dentro del partido, tanto de quienes le critican por su p¨¦sima campa?a -titubeante, impersonal- como de quienes le acusan de haber puesto a George Bush a los pies de los caballos de la historia. Su ¨²ltima entrevista, el jueves en The Washington Times, en la que responsabilizaba a la actual Administraci¨®n por el "absoluto descontrol" de la pol¨ªtica econ¨®mica y la pol¨ªtica exterior, ha colmado la paciencia de quienes temen que los republicanos queden despu¨¦s del 4 de noviembre divididos, desprestigiados y sin un liderazgo en torno al que reorganizarse.
Pocas voces relevantes se escuchan ya en apoyo de McCain. Charles Krauthammer, que ayer promet¨ªa "hundirse en el mismo barco de McCain", es una excepci¨®n. Otros columnistas conservadores se limitan a endosar a la prensa y a su supuesta parcialidad a favor de Obama algunas de las culpas por el fracaso que ven avecinarse.
L¨®gicamente, las personas del c¨ªrculo ¨ªntimo de la campa?a, intentan levantar la moral de sus tropas. Steve Schmidt, el hombre que ha manejado los hilos de McCain en los ¨²ltimos dos meses, reconoc¨ªa ayer que "hay que recorrer un largo terreno, pero a¨²n podemos conseguirlo". "Estamos en la misma posici¨®n que estaba Al Gore hace ocho a?os a una semana de las elecciones", asegur¨® Schmidt.
Las circunstancias, en todo caso, no son las mismas. Las encuestas hoy no s¨®lo dan una amplia ventaja a Obama -13 puntos en la de CBS-The New York Times, m¨¢s de siete puntos en la media diaria de la p¨¢gina web Real Clear Politics- sino que detectan algunos logros hist¨®ricos del candidato dem¨®crata.
Obama supera a McCain entre los electores blancos y est¨¢ igualado a ¨¦l entre los hombres de esa raza, un sector en el que no ha ganado un dem¨®crata desde hace 60 a?os. Obama aventaja a su rival pr¨¢cticamente entre todos los grupos; hombres y mujeres, j¨®venes y viejos, ricos y pobres, urbanos o rurales, universitarios o no, casados o no. Le gana entre los votantes moderados y en todas las regiones del pa¨ªs, excepto en el sur, donde el racismo sobrevive con mayor fuerza. Le gana tambi¨¦n entre los cat¨®licos y los jud¨ªos. Los ¨²nicos grupos en los que McCain est¨¢ por delante, seg¨²n la encuesta de The New York Times, son los protestantes, los evang¨¦licos, los republicanos y los conservadores. Aunque un 23% de estos ¨²ltimos tambi¨¦n prefiere a Obama.
John McCain conf¨ªa en su leyenda de L¨¢zaro, pero ya no tiene, por s¨ª mismo, argumentos para dar la vuelta a esas encuestas en poco m¨¢s de una semana. "En este momento de la campa?a, las ¨²nicas esperanzas de McCain radican en sucesos que est¨¢n fuera de su control", afirmaba ayer The New York Times, que ped¨ªa el sufragio para Obama en su p¨¢gina editorial.
McCain intenta contener la hemorragia de votos haciendo fuertemente campa?a en los Estados que siempre han votado republicano y que ahora est¨¢n en disputa. Ayer, en uno de ellos, en Colorado, repiti¨® el argumento de los ¨²ltimos d¨ªas, que Obama aumentar¨¢ los impuestos y repartir¨¢ la riqueza al estilo socialista, lo que, unido a una posible mayor¨ªa dem¨®crata en el Congreso, conducir¨ªa al pa¨ªs a un negro periodo de intervencionismo estatal.
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