Poes¨ªa para corazones transparentes
Xabier Ribalta trae a Madrid la palabra de los mejores poetas catalanes
S¨®lo quien se emociona es capaz de emocionar a otros. Ayer lo confirm¨® Xavier Ribalta, pionero de la Nova can?o que inundara de m¨²sica la poes¨ªa catalana del siglo XX: cant¨® en Madrid con la misma fuerza y pureza con las que 45 a?os atr¨¢s, junto a unos pocos trovadores valientes, modelara miles de corazones que entonces despertaban a la lucha de la vida por la libertad.
Su voz grave y sincera, cincelada por un abierto sentimiento de pertenencia al universo catal¨¢n y por la b¨²squeda incesante de la verdad m¨¢s bella, vibr¨® ayer con un vigor sin fatiga en la sede de Blanquerna, embajada en Madrid de la cultura catalana, que inaugur¨® con ¨¦l un ciclo de juglares que durar¨¢ hasta la primavera.
El m¨²sico ilerdense supo emocionar a un p¨²blico afectuoso y devoto
Las miradas de un p¨²blico madrile?o muy suyo, te?idas de afecto y devoci¨®n, delataban la potente seducci¨®n de su canto, que ahuyentaba el silencio de la noche con su firme presencia. Sus palabras, silabeadas con dicci¨®n espaciada y plena, brindaron a quienes escucharon una quincena de canciones suyas la ocasi¨®n de alcanzar los mismos horizontes que alcanzaron los mejores poetas catalanes.
Nacido en 1943 en la villa ilerdense de T¨¢rrega, encrucijada donde conviven el arte cisterciense altomedieval y el industrialismo del siglo XX, Xabier Ribalta iba para ingeniero; mas, al fin de carrera, decidi¨® zambullirse en el tropel de emociones que discurr¨ªa por sus venas: el de la mixtura de la m¨²sica y la poes¨ªa. Alumno del Conservatorio Superior de M¨²sica, sucumbi¨® al embrujo de la guitarra y desde entonces le acompa?¨® siempre. Amigo de poetas como Pere Quart, mentor en el mundo musical en 1965, a?o de su primer disco, comenz¨® a componer canciones dentro de aquel asombroso empuje que la reivindicaci¨®n de la identidad nacional catalana experiment¨® en esos a?os llenos de anhelos. Tres a?os despu¨¦s, en 1968, la represi¨®n franquista cay¨® sobre ¨¦l y le prohibieron cantar en p¨²blico. Exiliado en Francia, recorrer¨ªa Europa y parte de Am¨¦rica hasta que, en 1975, un concierto suyo en el Olympia de Par¨ªs le consagr¨® internacionalmente.
Desde entonces -pudo ya regresar- no ha dejado de crear m¨²sica propia con una frecuencia curiosamente bianual, musicando a poetas como Joan Maragall, Apel.les Mestres, Joan Margarit, Leo Ferr¨¦ -inolvidable anoche su Avec le temp- o al atribulado M¨¤rius Torres, a quienes interpret¨® anoche con una emoci¨®n de la que supo impregnar al p¨²blico que abarrotaba la sala.
Ribalta se asemej¨® ayer a un palad¨ªn de la palabra, enhiesto pero cercano, capaz de transformar la vida cotidiana en un surtidor de resonancias y enso?ados ecos, con esa desenvoltura que la lengua catalana parece saber arropar con la c¨¢lida y cadenciosa armon¨ªa de su rumor.
El m¨²sico supo ayer traer, desde las llanuras tierra adentro de Catalu?a hasta los cielos altos de Castilla, el destello antiguo y eterno de la libertad.
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