Locura de goles en El Madrigal
El Atl¨¦tico empata a ¨²ltima hora ante un Villarreal que aprovech¨® la expulsi¨®n de Banega para pasar de un 0-2 a un 4-2
El f¨²tbol tiene cosas extra?as que lo hacen apasionante y bello. El Villarreal y el Atl¨¦tico dejaron un encuentro para recordar por los aciertos y errores, las alternativas en el marcador y los ocho goles. Si el Atl¨¦tico est¨¢ en el terreno de juego, puede suceder de todo. Fiel a su leyenda maldita, le cuesta ser feliz. La estabilidad le sume en el hast¨ªo. Vive con exaltaci¨®n todo lo que le acontece. Las penas y las glorias le hacen pasar de la alegr¨ªa a la depresi¨®n con rapidez, en lo que dura medio partido.
El Atl¨¦tico se suicid¨® para despu¨¦s renacer. Un enorme Villarreal ayud¨® en mucho a su derrumbe y su reacci¨®n. Banega se expuls¨® a la media hora porque quiso y dej¨® a su equipo en inferioridad cuando contaba con una suculenta ventaja de dos goles. Nada m¨¢s dar comienzo el segundo acto, Leo Franco, con el primer gol, absurdo, dio esperanzas al Villarreal, que consigui¨® avergonzar a su rival con tres m¨¢s que engrandec¨ªan su presente. Pero el Atl¨¦tico, en un arranque de orgullo y con un gran Sim?o, logr¨® empatar un duelo loco ante un Villarreal sorprendido con el desenlace.
VILLARREAL 4 - ATL?TICO 4
Villarreal: D. L¨®pez; Venta, Gonzalo, God¨ªn, Capdevila; Cazorla (Cani, m. 65), Senna, Bruno, Pir¨¨s (M. Fern¨¢ndez, m. 83); Rossi y Llorente. No utilizados: Viera; ?ngel, Fuentes, Edmilson y G. Franco.
Atl¨¦tico: L. Franco; Seitaridis (A. L¨®pez, m. 46), Heitinga, Dom¨ªnguez, Pern¨ªa; Maxi, Assun??o (R. Garc¨ªa, m. 60) Maniche (De la Cuevas, m. 76), Banega, Sim?o; y Forl¨¢n. No utilizados: Bernab¨¦; Pablo, Ag¨¹ero y Sinama.
Goles: 0-1. M. 1. Simao. 0-2. M. 22. Forl¨¢n. 1-2. M. 48. Senna. 2-2. M. 51. Llorente. 3-2. M. 58. Gonzalo. 4-2. M. 68. Rossi. 4-3. M. 83. Sim?o. 4-4. M. 85. Ra¨²l Garc¨ªa.
?rbitro: Undiano Mallenco. Expuls¨® a Banega por doble amonestaci¨®n (m. 37). Amonest¨® a Sim?o, Senna, Maniche y Gonzalo.
Unos 22.000 espectadores en El Madrigal.
Todo lo pasado tuvo su comienzo apenas pasados unos segundos del inicio. Sim?o, emulando a Van Nistelrooy una semana atr¨¢s, ilumin¨® al Atl¨¦tico. Se revolvi¨® en el borde del ¨¢rea y su disparo, tras golpear el travesa?o, se col¨® en la porter¨ªa de Diego L¨®pez, que, bien colocado, nada pudo hacer. El tanto rojiblanco dio una inesperada dimensi¨®n al partido y aument¨®, si cabe, la pasi¨®n con la que se enfrentan en las ¨²ltimas temporadas ambos equipos, rivales directos con id¨¦nticas miras.
Obligado a nadar contracorriente, el Villarreal no se descompuso en la fatalidad. Aceler¨® su habitualmente pausado juego dando la sensaci¨®n de poder equilibrar el marcador con prontitud. Con cinco centrocampistas y sin Ag¨¹ero, el Atl¨¦tico apenas disfrutaba del esf¨¦rico. Bastante ten¨ªa con apaciguar la febril reacci¨®n amarilla. Los ¨¢nimos se calentaron m¨¢s en los locales, que consideraron que una torpe y liviana entrada de Heitinga a Rossi en el ¨¢rea de Leo Franco era merecedora del m¨¢ximo castigo.
En el arre¨®n del Villarreal encontr¨® el Atl¨¦tico espacios para los contragolpes. Y, a la primera ocasi¨®n que dispuso, dobl¨® su renta en una perfecta incursi¨®n por la banda izquierda de Sim?o que Forl¨¢n hizo buena al aprovechar el blando despeje de God¨ªn. El delantero uruguayo, obviando su pase por El Madrigal, celebr¨® el gol, como ya hab¨ªa anunciado. La situaci¨®n del Atl¨¦tico en la Liga no admite gestos rom¨¢nticos.
El segundo gol dio validez al esquema planteado por el preparador mexicano, si bien, a buen seguro que en su visi¨®n previa jam¨¢s imagino tal desarrollo. Pero en la gen¨¦tica del Atl¨¦tico subyace la autodestrucci¨®n. En dos entradas intrascendentes, Banega se expuls¨® del terreno de juego. Aguirre contaba ya con la excusa y la coartada para el devenir del juego. El partido ten¨ªa una sola direcci¨®n y dos propuestas antag¨®nicas. El Villarreal atacaba sin remisi¨®n y el Atl¨¦tico, que, como buenamente pod¨ªa, achicaba espacios y se defend¨ªa con todos, abraz¨® suspirando el descanso.
Lo conseguido por el Atl¨¦tico en el primer acto se qued¨® en nada en un suspiro, en 15 minutos que aunaron la inspiraci¨®n y la desgracia. Senna, el centrocampista que mejor lee los partidos, ofrece una variante m¨¢s al prol¨ªfico ataque del Villarreal. Cuando los encuentros se atascan, le da por probar desde lejos la pericia de los porteros. Y a Leo Franco le dio, como los suramericanos acostumbran, por poner el pecho en vez de las manos para blocar el duro y previsible lanzamiento del hispano-brasile?o. Aturdido por el gol en contra, el Atl¨¦tico cedi¨® enseguida dos tantos m¨¢s, de Llorente y Gonzalo, en los l¨ªmites del fuera de juego. En menos de 15 minutos, el Villarreal pas¨® de derrotado a vencedor. Incluso consigui¨® un cuarto gol. Pero el Atl¨¦tico jam¨¢s se rindi¨®. As¨ª, al final, fuye capaz de resucitar.
"Sacamos el orgullo", resalta Aguirre
Todos los aficionados que tuvieron la oportunidad de ver el encuentro de ayer en El Madrigal coincidieron en lo extra?o de lo sucedido en los 90 minutos de juego entre el Villarreal y el Atl¨¦tico. Los dos entrenadores achacaron lo acontecido a "la grandeza del f¨²tbol". Con ello explicaron lo inexplicable.
Para Javier Aguirre, el empate en El Madrigal tiene una lectura m¨¢s positiva a nivel an¨ªmico que el valor del punto cosechado. "Hemos roto esta din¨¢mica de mierda que llev¨¢bamos. El empate refuerza el esp¨ªritu del equipo", afirm¨® el t¨¦cnico rojiblanco. Con todo, el Atl¨¦tico concluye el periplo ante cuatro rivales directos -el Sevilla, el Barcelona, el Madrid y el Villarreal- con s¨®lo un punto.
Aguirre insisti¨®: "Sacamos el orgullo cuando est¨¢bamos muertos. Incluso al final Forl¨¢n pudo darnos los tres puntos". En cualquier caso, el mexicano se responsabiliz¨® de todo lo malo que su conjunto ofreci¨®. "No podemos enjuiciar a 25 jugadores. Mi responsabilidad es la m¨¢xima porque soy el que hace las alineaciones", argument¨® sin querer achacar el desastre de su equipo en gran parte de la segunda mitad a la expulsi¨®n de Banega. Aun as¨ª, reconoci¨®: "El equilibrio se rompi¨® con la expulsi¨®n cuando hab¨ªamos logrado dos goles al principio sin merecerlo".
Para Manuel Pellegrini, el Villarreal regal¨® dos puntos. "Jugamos muy bien 85 minutos y nos relajamos cuando pens¨¢bamos que el partido estaba controlado", manifest¨® con tristeza el entrenador chileno.
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