La mitad de pacientes 'l¨ªmite' no recibe el tratamiento correcto
El trastorno de personalidad se asocia a hiperactividad y consumo de drogas
El trastorno l¨ªmite de personalidad (borderline, en terminolog¨ªa anglosajona) afecta al 2% de la poblaci¨®n, pero no siempre es f¨¢cil de diagnosticar. De hecho, se ha convertido para algunos especialistas en un caj¨®n de sastre donde se aboca la conducta de personas que queman contenedores de basura o que hacen novillos en clase. Pero los l¨ªmite (TLP) son personas con una gran inestabilidad emocional, conductas autolesivas, intentos de suicido y vida ca¨®tica que hace tambi¨¦n sufrir lo indecible a sus familiares.
Normalmente, las personas con TLP pueden presentar otros trastornos simult¨¢neamente, como d¨¦ficit de atenci¨®n e hiperactividad (TDAH) y consumo de drogas. Una investigaci¨®n con m¨¢s de 300 pacientes con trastorno l¨ªmite realizada por el equipo del Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital Universitario Vall d'Hebr¨®n de Barcelona y financiada por el Departamento de Salud de la Generalitat y la Fundaci¨®n La Caixa arroja nueva luz: alrededor del 15% no son realmente personalidades l¨ªmite, sino otras patolog¨ªas. El error "no es por un fallo del psiquiatra, sino por el instrumento diagn¨®stico utilizado", dice Miquel Casas, jefe del Servicio de Psiquiatr¨ªa del citado hospital.
Otro dato importante: de los pacientes con personalidad l¨ªmite correctamente diagnosticados, m¨¢s del 30% padecen al mismo tiempo hiperactividad. Estos pacientes tienen fracaso escolar, consumen drogas, sufren m¨¢s accidentes de tr¨¢fico y problemas laborales, rompen continuamente las relaciones amorosas, practican m¨¢s sexo sin protecci¨®n y puede llegar a abortar m¨¢s, a?ade el psiquiatra.
Seg¨²n estos resultados, casi la mitad de pacientes considerados como TLP no reciben el tratamiento adecuado, afirma Casas. El TDAH se trata hiperactivando al enfermo mediante psicoestimulantes como el metilfenidato o con antidepresivos y psicoterapia; a los l¨ªmite se les prescribe, con resultados moderados, psicoterapia y sedantes, pero nunca psicoestimulantes, que lo har¨ªan empeorar.
Casas present¨® los resultados preliminares del estudio durante la jornada profesional dedicada al TLP organizada por segundo a?o en Barcelona por la Fundaci¨®n ACAI-TLP. En el caso de que un paciente l¨ªmite sufra al mismo tiempo de hiperactividad se abre una nueva ventana terap¨¦utica m¨¢s efectiva, asegura Miquel Casas. "Hiperactivando al enfermo al que se le haya hecho un buen diagn¨®stico de comorbilidad y dejando los sedantes, la mayor¨ªa de las veces estos pacientes pueden mejorar", sostiene.
Por otra parte, un ni?o hiperactivo que tenga una mala evoluci¨®n a lo largo de la vida puede mimetizar un trastorno l¨ªmite, afirma Casas. Sin embargo, diagnosticar el trastorno l¨ªmite en la adolescencia es dif¨ªcil porque la personalidad no cristaliza hasta los 18-22 a?os, a?ade Josep Matal¨ª, psic¨®logo cl¨ªnico y coordinador de Conductas Adictivas del Hospital Sant Joan de D¨¦u. "Los adolescentes son muy pl¨¢sticos, y lo que hoy es un trastorno de ansiedad a lo mejor ma?ana es un trastorno de conducta y pasado un trastorno adictivo", a?ade Matal¨ª.
Seg¨²n Joaquim Soler, psic¨®logo cl¨ªnico del Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, el TLP cursa en un elevado porcentaje con trastornos de ansiedad, depresi¨®n o alimentaci¨®n. Soler aboga por el tratamiento mediante terapia dial¨¦ctico conductual, en especial para pacientes con trastorno l¨ªmite de alta gravedad suicida, mientras que la terapia de la transferencia puede ser m¨¢s ¨²til en pacientes menos graves. La Unidad de Trastorno L¨ªmite del Hospital de Sant Pau realiza terapias grupales "porque, sin dejar de ser efectivas, permiten tratar a m¨¢s personas", dice Soler.
Lo importante, a?ade Matal¨ª, es detectar ese funcionamiento an¨®malo e intervenir para reducir la alteraci¨®n conductual al m¨ªnimo posible. Matal¨ª es un defensor de la prevenci¨®n secundaria: "Un diagn¨®stico precoz de s¨ªntomas, ll¨¢mese trastorno l¨ªmite o trastorno desafiante, tanto da la etiqueta, evitar¨ªa que cristalizaran muchos otros problemas, como una adicci¨®n o un trastorno de conducta alimentaria". Una vez diagnosticados, ?tienen cura los pacientes l¨ªmite? "Hace 10 a?os se pensaba que era un trastorno cr¨®nico", explica Soler, pero la impulsividad puede mejorar por s¨ª sola con la edad. Un estudio publicado en 2006 en American Journal of Psychiatry indica que de 290 pacientes, en el 88% de los casos los s¨ªntomas fueron remitiendo en los 10 primeros a?os.
Malinterpretar la cara
A trav¨¦s de la expresi¨®n facial podemos inferir el estado emocional de otra persona. En funci¨®n de la emoci¨®n que recibimos nos podemos relacionar de una manera u otra. Las personalidades l¨ªmite tienen como caracter¨ªstica nuclear la desregulaci¨®n afectiva, es decir, una inestabilidad que acaba repercutiendo en c¨®mo se relacionan interpersonalmente estos pacientes.
?Quiz¨¢ sea que no reconocen adecuadamente las emociones faciales de otras personas? Algunos estudios han tratado de responder la cuesti¨®n con resultados contradictorios. En Espa?a, M¨°nica Vallez, neuropsic¨®loga de la Unidad de Evaluaci¨®n y Diagn¨®stico del Trastorno L¨ªmite de Personalidad del Hospital Duran i Reynals de l'Hospitalet ha realizado un estudio aleatorizado en el que se iban mostrando a los pacientes y a un grupo de control un centenar de im¨¢genes de personas que mostraban emociones b¨¢sicas.
El resultado: los l¨ªmite tienen un mayor d¨¦ficit para reconocer emociones de valencia negativa: por ejemplo, confunden la tristeza con una emoci¨®n neutra y el miedo con la rabia y el asco.
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