Teatro, mesa y mantel
Los tres actores de la compa?¨ªa italiana Teatro delle Ariette preparan una comida a los espectadores que asisten a sus funciones
?Teatro para comer? es una representaci¨®n en la que el p¨²blico se sienta alrededor de una mesa, degusta salami y aprende que el parmesano est¨¢ hecho con leche de vaca y el pecorino con leche de oveja, mientas suenan las viejas canciones de Edith Piaf y escucha poemas de Andr¨¦ Fr¨¦naud con el ruido de la preparaci¨®n de unos tagliatelle al pesto como fondo. ?Una funci¨®n de teatro o una comida de trattoria? Las dos cosas al mismo tiempo, porque el montaje, incluido en el programa del festival BAD de Bilbao, ofrece a su p¨²blico teatro y sabrosa comida, procedente en buena parte del huerto que los tres actores-cocineros que intervienen en la funci¨®n cultivan a unos 30 kil¨®metros de Bolonia.
La obra, incluida en el festival BAD, se basa en la vida de los int¨¦rpretes
Cada representaci¨®n cuenta con un m¨¢ximo de 26 espectadores, los mismos que el n¨²mero de cubiertos colocados alrededor de una gran mesa rectangular cubierta con un mantel de hule a cuadros. Al tiempo que los actores comienzan a servir el primer plato, verduras de su huerto con un poco de hinojo y salsa de yogur con basilico (albahaca), suena La Internacional a todo volumen.
La compa?¨ªa Teatro delle Ariette est¨¢ integrada por Stefano Pasquini, Paola Berselli y Maurizio Ferraresi. Los tres comparten un pasado vinculado al teatro y a la decisi¨®n de abandonarlo para montar un agroturismo en la regi¨®n de Emilia-Roma?a y cultivar un huerto al estilo tradicional. Se convirtieron en campesinos por la voluntad de borrar su historia anterior y empezar desnudos, sin la protecci¨®n de los teatros y la pol¨ªtica cultural. As¨ª lo explican al p¨²blico que asiste a las representaciones de ?Teatro para comer?, m¨¢s de 500 desde que estrenaron la obra en julio de 2000.
Se fueron del mundo del tearo en 1989 para tomar contacto con la tierra. Volvieron hace 12 a?os a su vida de actores, sumando a su espect¨¢culo la experiencia de agricultores ecol¨®gicos. Ahora son capaces de reconstruir dn escena el camino que ha seguido el trigo desde que era una semilla en su granero hasta que lo sirven, todav¨ªa caliente, a los espectadores de su funci¨®n, bromean con el nombre de sus 40 gallinas, ironizan con los t¨ªpicos men¨²s italianos, cuentan cosas de su vida, recitan, cantan y tocan la guitarra. Siempre en peque?os espacios, en los que s¨®lo piden que se pueda hervir la pasta.
La funci¨®n acaba cuando el p¨²blico reba?a el plato y toma unas nueces de postre. Pero a¨²n queda un tiempo para una sobremesa en la que tambi¨¦n participan los tres actores.
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