La hora de Ku-bi-ca
Hay veces en las que se empieza pensando, como Manolo Garc¨ªa, que nunca el tiempo es perdido y se acaba acudiendo a Proust en busca del tiempo perdido. Por una vez y sin que sirva de precedente, siento contradecir -coyunturalmente, es cierto- a mi admirado ¨²ltimo de la fila y caer en brazos del escritor franc¨¦s, que me viene m¨¢s a mano. Ni al uno ni al otro les interesar¨ªa la unificaci¨®n de las cajas de ahorro vascas, pero la realidad es tozuda y en esta peque?a cosmogon¨ªa vasca, el asunto tiene m¨¢s que ver con la realidad cotidiana que con la alta pol¨ªtica financiero-filosofal. No da para una canci¨®n ni una novela, pero tampoco es musica celestial, precisamente. El recelo suele impedir el vuelo. Vuelvo a Proust cuando dec¨ªa que "a veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el ¨²nico estado posible de las cosas". Algo de eso pasa con ?lava, convertida por algunos (no hace falta decir qui¨¦n) en fortaleza contra enemigos invisibles y nostalgias imaginarias. Ciertamente, la fusi¨®n de las cajas vascas no naci¨® en un entorno favorable. La partitura del Banco Vasco, propuesto por algunos sectores nacionalistas, rompi¨® inicialmente la melod¨ªa. Y por muy buena orquesta que se tenga, si el director desvar¨ªa no hay quien aguante el concierto.
La actual crisis financiera no es la mejor verja para los 'corralitos pol¨ªticos'
Pero no es menos cierto, que entre recelos y vuelos, el tiempo es perdido. La actual crisis financiera no es la mejor verja para los corralitos pol¨ªticos. Pero hay m¨¢s: las tres cajas vascas son muy complementarias en problemas y virtudes. La fusi¨®n es la mejor medicina para los problemas y no se adivinan infecciones v¨ªricas para las virtudes. Los problemas inmobiliarios de unos se compensan con el saneamiento en ese ¨¢mbito de otros que pueden acudir al rescate. A la Caja Vital le constri?e su escas¨ªsima proyecci¨®n fuera de ?lava. Vivir de la huerta no parece ahora mismo la mejor de las recetas, como no lo fue la de fomentar ¨ªnfulas de nacionalismo bancario.
"Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio", escribi¨® Serrat, hablando del amor, que no es ¨¦ste el caso. El dinero y el amor han sido m¨¢s incompatibles que el valor y el precio (y algunos a¨²n lo siguen confundiendo). La sensaci¨®n que transmite la fusi¨®n entre la BBK y la Kutxa, aisl¨¢ndose Caja Vital, es de impotencia, de otro martillazo m¨¢s a la matraca, de otro ejemplo m¨¢s (y son miles en este pa¨ªs) de incapacidad para mirar al futuro, pase lo que pase.
Peor ser¨ªa a¨²n que las historias fueran m¨¢s intrahistorias, eso que se llaman flecos en el f¨²tbol o asuntos internos en la polic¨ªa. Quiz¨¢s, Manolo, nunca el tiempo sea perdido y m¨¢s de uno y de cienes y cienes de vascos piensen que, m¨¢s temprano que tarde, la Caja Vital se acabar¨¢ incorporando a un proyecto financiero con visos de futuro, que surgi¨® antes de la tormenta que pill¨® al T¨ªo Sam, desnudo y sin paraguas.
Conviene, siempre conviene, apelar a la inteligencia. Saber transmitir que la fusi¨®n es para mejorar una situaci¨®n estable, no una huida hacia adelante, y evitar que el fracaso de la operaci¨®n global sea el fruto de una huida hacia atr¨¢s. Conviene contradecir a Jean Piaget (ya s¨¦ que ahora se le lee poco o nada) cuando dijo que "la inteligencia es lo que usas cuando no sabes qu¨¦ hacer". La confianza es lo primero y lo ¨²ltimo que se pierde. Y puestos a suponer que eso ser¨¢ as¨ª, ?c¨®mo se llamar¨ªa la nueva caja? Se me ocurre Ku-bi-ca. Ya, ya s¨¦ que es un piloto polaco de F¨®rmula 1. Pero que a nadie se le olvide que se cri¨® en una escuder¨ªa vasca y corri¨® las ¨²nicas World Series de Bilbao. No hace falta ni que le patrocinen. Dinero, precisamente, no le falta.
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