Horacio Ferrer relee a Astor Piazzolla
Si hubo en el tango un genio revolucionario, ¨¦se fue Astor Piazzolla (1921-1992). No en vano, la definici¨®n del Picasso del tango es la que mejor explica lo que supuso este bandoneonista, pianista, compositor y director de orquesta. "M¨¢s que a m¨²sicos, admiraba a dos pintores, Picasso y Dal¨ª. Picasso, justamente, porque era como ¨¦l, y Dal¨ª por su capacidad como publicista", quien habla es Horacio Ferrer, una instituci¨®n del g¨¦nero. Historiador, poeta, letrista, recitador y presidente e impulsor de la Academia Nacional del Tango, Ferrer fue amigo y letrista de Piazzolla. "Fue un visionario, pero adem¨¢s era un c¨ªclope y un tit¨¢n, porque no hubo d¨ªa de su vida que no compusiera m¨²sica, compon¨ªa en el piano. Yo conviv¨ª mucho con ¨¦l y convivimos, digamos, la creaci¨®n pura. Ten¨ªa ideas muy claras y amaba el tango profundamente, lo conoc¨ªa y por eso lo pudo reformar. No se puede reformar lo que no se conoce. Picasso obr¨® igual".
"La poes¨ªa que escribes es lo que yo hago en la m¨²sica. Desde ahora, tienes que escribir conmigo'. Y ah¨ª comenzamos"
Ferrer (Montevideo, 1933) vivi¨® el tango desde ni?o, as¨ª que no extra?a que a los 15 a?os, en 1948 y en Buenos Aires, conociera a Astor Piazzolla, por entonces un renovador de 27 a?os que ya dirig¨ªa su propia orquesta. Ferrer, con el tiempo, devendr¨ªa en uno de los mayores historiadores del tango, sin embargo -pese a que la amistad con Piazzolla se mantuvo desde aquel inicial encuentro-, no ser¨ªa hasta 1967, con la publicaci¨®n de los primeros poemas de Ferrer, cuando Piazzolla supo que su amigo escrib¨ªa poes¨ªa. Al leer aquellos versos, le dijo a Ferrer: "La poes¨ªa que escribes es lo que yo hago en la m¨²sica. Desde ahora, tienes que escribir conmigo". "Y ah¨ª comenzamos. Lo primero que hicimos no fue una canci¨®n, sino una peque?a ¨®pera, Mar¨ªa de Buenos Aires".
Mar¨ªa de Buenos Aires, de 1968, fue la obra m¨¢s ambiciosa del tango hasta el momento. Sus creadores la llamaron "operita" -"por falta de g¨¦nero para esa especie de cantata o de oratorio; nos pareci¨® simp¨¢tico lo de operita"- y parti¨® de un libreto de Ferrer: "Escrib¨ª primero el libreto porque conoc¨ªa muy bien la m¨²sica del maestro Piazzolla, me la sab¨ªa de memoria, e hice el gui¨®n musical gener¨ªstico, porque Mar¨ªa de Buenos Aires contiene tangos, milongas, valses y habaneras. Hice sugerencias de sus propias obras: esto a la manera de Buenos Aires hora cero, esto a la manera de Adi¨®s Nonino, esto a la manera de Verano porte?o o Milonga del ¨¢ngel. Se respet¨® todo estrictamente. As¨ª naci¨® Mar¨ªa". Una producci¨®n concebida como espect¨¢culo teatral que es como la explosi¨®n de todos los conceptos musicales manejados hasta la fecha por Piazzolla. All¨ª se encuentra el tango de ra¨ªz cl¨¢sica, el que cruza g¨¦neros, los luminosos arreglos, la canci¨®n, la vanguardia... "S¨ª, as¨ª es", reconoce Ferrer; "¨¦l dec¨ªa que era la mejor m¨²sica que hab¨ªa compuesto en su vida". Una obra singular que, como todo lo que rode¨® a Piazzolla durante d¨¦cadas, inicialmente fue duramente castigada por la cr¨ªtica, aunque el p¨²blico la hizo suya y alcanz¨® las 120 representaciones en el desaparecido teatro porte?o Planeta. "Hoy es el garaje de un hotel", comenta Horacio Ferrer.
Respecto a esas cr¨ªticas que persiguieron a Piazzolla -"eso no es tango", fue un cl¨¢sico unido a su nombre-, Ferrer tiene su propia teor¨ªa: "Hab¨ªa un fuerte fundamentalismo tanguero, porque hay una ley que dice que los pueblos tratan de defender su patrimonio de metamorfosis que le hagan perder su autenticidad. En el tango cada generaci¨®n invent¨® un tango y la de la retaguardia dice 'eso no es tango'. Ocurre hasta ahora, pero eso es lo que ha salvado el tango, que cada generaci¨®n ha tenido su tango".
Mientras finalizaban las funciones de Mar¨ªa de Buenos Aires, Piazzolla le dijo a Ferrer: "?Hemos hecho una ¨®pera y no hemos escrito una canci¨®n juntos!", y le ense?¨® una m¨²sica que hab¨ªa compuesto. Ferrer, inspirado por los ni?os que vend¨ªan flores y golosinas en la calle y que ellos ve¨ªan de madrugada, en los restaurantes en los que cenaban tras las representaciones, dio forma a un texto para esa m¨²sica. De ah¨ª naci¨® Chiquil¨ªn de Bach¨ªn, al que seguir¨ªa en 1969 un tango que en la voz inconfundible de Roberto Polaco Goyeneche se convertir¨ªa en el mayor ¨¦xito de Piazzolla y en una de las canciones esenciales del g¨¦nero, Balada para un loco. "Ah¨ª hicimos un poquito cada uno. Llev¨¦ la idea de ese personaje y le gust¨® much¨ªsimo, despu¨¦s yo fui escribiendo la primera parte, ¨¦l le fue poniendo m¨²sica, le ped¨ª que hiciera la m¨²sica de la segunda parte: loco, loco... Lo presentamos en un boliche y no tuvo ning¨²n ¨¦xito, nada, los mozos segu¨ªan atendiendo, la gente conversaba... Me dijo: 'No lo vamos a presentar al certamen municipal'; le respond¨ª: 'No, est¨¢s equivocado, el problema es que no tiene final. ?Te acuerdas de la pel¨ªcula Rey de corazones, de Philippe de Broca, que vimos cuando est¨¢bamos componiendo en un balneario de Uruguay Mar¨ªa de Buenos Aires? El final tiene que ser una m¨²sica como esos locos que salen del manicomio en la guerra del 14 al 18 y cuando ven lo que pas¨®, se vuelven al manicomio'. El mundo era un manicomio much¨ªsimo peor que el que ellos viv¨ªan. E hicimos ese final con esa especie de vals franc¨¦s y fue un ¨¦xito impresionante desde el d¨ªa de su estreno. Es el ¨¦xito m¨¢s grande que se haya consagrado en la canci¨®n popular en nuestro pa¨ªs, para nuestra sorpresa absoluta". Y todo ello con una letra innovadora, que ampliaba las posibilidades po¨¦ticas y estil¨ªsticas del tango. Quiz¨¢s por esa canci¨®n -o por La bicicleta blanca- es por lo que se dice que Ferrer escrib¨ªa "letras locas": "Uno hace lo que puede, en eso Borges ten¨ªa raz¨®n. Yo no hago lo que quiero, hago lo que puedo, no puedo escribir de otra manera. Estoy cautivo de eso".
Astor Piazzolla y Horacio Ferrer siguieron trabajando juntos, incluso cuando el primero abandon¨® Buenos Aires y vino a Europa, hasta la muerte del primero. Por su parte, Ferrer, en 1970 public¨® uno de los textos fundamentales sobre el g¨¦nero, los tres vol¨²menes que conforman El libro del tango, contin¨²o escribiendo poes¨ªa y, c¨®mo no, letras de tango, para Horacio Salg¨¢n, Julio de Caro o Anibal Troilo. Tambi¨¦n desarrollando su labor como recitador, la misma que afronta ahora junto al grupo espa?ol Versus Ensemble en un espect¨¢culo en el que releen con esmero la m¨²sica de Piazzolla y Ferrer en compa?¨ªa del cantautor granadino Enrique Moratalla en las partes vocales, y sustituyendo bandone¨®n por saxo: "Piazzolla era tan extraordinario tocando el bandone¨®n que nunca se imagin¨® que se pudiera tocar su m¨²sica sin el bandone¨®n, pero hay varios instrumentos que tienen una t¨ªmbrica semejante, y el saxo es el que m¨¢s se parece". De este encuentro ha salido un disco, que este mes presentar¨¢n en Espa?a. "Son grandes m¨²sicos, los conoc¨ª en el Festival de Tango de Granada. Voy all¨ª desde hace 20 a?os, desde la primera edici¨®n del festival. Antes ya hab¨ªa estado, tras las huellas de Federico Garc¨ªa Lorca". Piazzolla vuelve a vivir en escena.
Horacio Ferrer con Versus Ensemble y Enrique Moratalla actuar¨¢n en la sala Luz de Gas de Barcelona (el pr¨®ximo d¨ªa 4) y en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid (d¨ªa 6). Piazzolla / Ferrer. Mar¨ªa de Buenos Aires suite / Verano porte?o / Milonga del ¨¢ngel. Naxos.
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