Ag¨¹ero y poco m¨¢s

Ande medio cojo o medio muerto, la ascendencia del Kun en el Atl¨¦tico sigue ganando enteros, que ya es dif¨ªcil. Las vacaciones forzosas le vinieron de vicio a Ag¨¹ero, de recreo contra el Villarreal y el Orihuela en la Copa. Una vez recuperadas sus piernas de tanta tralla, de tantos compromisos con la selecci¨®n, de tantas idas y venidas, suficientes para dar tres veces la vuelta al mundo en reactor, el yern¨ªsimo cerr¨® el duelo con el Mallorca con una nueva obra de arte para la galer¨ªa cuando el duelo todav¨ªa andaba en los fogones.

El nueve argentino se sac¨® de la chistera una vaselina que arruin¨® la salida de Moy¨¤ en el primer ataque en condiciones del Atl¨¦tico, en una jugada de tiral¨ªneas que comenz¨® Maniche y alumbr¨® Forl¨¢n con un centro de cabeza. Ag¨¹ero, de acuerdo con su rol de ¨ªdolo emergente, amortigu¨® el bal¨®n y se limit¨® a hacer f¨¢cil lo dif¨ªcil. En el segundo gol no le hizo falta: simplemente empuj¨® a la red un chut fallido de su pareja de baile uruguaya, que se convirti¨® en una asistencia letal para desesperaci¨®n de Ramis y Navarro.

El cuadro de Aguirre se dio un lujo poco visto en la temporada: un partido tranquilo, nada que ver con los correcalles que se le han atragantado en la cuesta de octubre. Tampoco es que el Mallorca est¨¦ para grandes aventuras. Falto de sus mejores piezas, Gregorio Manzano bastante tiene con capear el temporal. La escuadra balear sigue llorando la marcha de Ibagaza y G¨¹iza. Sin ellos ha perdido la varita m¨¢gica que le hizo cubrir una segunda vuelta de esc¨¢ndalo el curso pasado, tan buena que le dej¨® a una pesta?a de los puestos europeos.

El Atl¨¦tico aprovech¨® sin estridencias las carencias de un rival en plena reconstrucci¨®n. Aupado por el Kun, sabore¨® de nuevo una victoria en la Liga, lo que no suced¨ªa desde finales de septiembre en Getafe. Entonces inici¨® su paseo particular por los infiernos. Bien lo sab¨ªa Manzano, que dio orden a sus muchachos de achuchar a Leo Franco, err¨¢tico en los ¨²ltimos compromisos. No hubo forma. Aduriz prob¨® fortuna tras un mal despeje de Heitinga a los tres minutos, pero el meta se mostr¨® concentrado. Varela se sum¨® a la cola, con la misma conclusi¨®n: el meta no se hab¨ªa untado anoche los guantes de mantequilla. El portero suramericano incluso se rebel¨® a las ense?anzas que le inculcaron desde chiquito, cuando desvi¨® -en vez de atajar, seg¨²n los prefectos de la escuela argentina- un zurdazo tremendo de Mario Su¨¢rez.

Mientras Leo Franco redim¨ªa sus ¨²ltimos pecados con una mano sobrenatural a un intento de Web¨® a quemarropa, Heitinga volvi¨® a emitir se?ales preocupantes. El central holand¨¦s se movi¨® a disgusto sobre el tapete. Las lesiones en la rodilla derecha, originadas con la oranje, le han cortado el ritmo. Ya no es aquel jugador est¨¦tico que ech¨® el candado en la defensa hace mes y medio. Si Drenthe le sac¨® los colores en el derby con el Madrid, provocando un penalti absurdo, anoche, lejos del ¨¢rea, asalt¨® con el hacha a Varela en una acci¨®n que no ven¨ªa a tiempo.

Las dudas de Heitinga propiciaron la acci¨®n de m¨¢s peligro visitante. Aduriz le rob¨® la cartera en un bal¨®n por alto y mand¨® el cuero al larguero. Fue la mejor ocasi¨®n de un Mallorca blandito que le dio una noche pl¨¢cida al Atl¨¦tico. El grupo de Aguirre, a la bartola el segundo tiempo, en la que estuvo m¨¢s pendiente de su visita al Liverpool, se dio una alegr¨ªa tras un mes terror¨ªfico.