El regreso de la bandera de Aza?a
Un escolta del presidente republicano guard¨® la ense?a durante 68 a?os
Hace hoy 68 a?os, de madrugada, muri¨® en un hotel franc¨¦s el presidente de la II Rep¨²blica, Manuel Aza?a. Lo hizo exiliado y casi acorralado, rodeado de algunos incondicionales como el escolta Juan Gregory de Vald¨¦s, que montaba guardia a la puerta de su habitaci¨®n para defenderle frente a una hipot¨¦tica detenci¨®n o secuestro. En aquellos d¨ªas finales, Aza?a sufri¨® constantes afrentas, aunque la ¨²ltima la recibi¨® cuando ya nada le importaba. Ya hab¨ªa muerto.
Espoleado por las autoridades franquistas, el Gobierno colaboracionista del mariscal P¨¦tain prohibi¨® que su ata¨²d recorriese las calles de Montauban envuelto en la bandera republicana y que se le rindiesen honores p¨²blicos. As¨ª que su f¨¦retro fue cubierto por una bandera de M¨¦xico -el pa¨ªs que le arrop¨® en sus horas de exilio- para impedir que lo hiciese con el emblema franquista. Las ¨®rdenes de P¨¦tain se cumplieron s¨®lo en parte. Aza?a tuvo su bandera republicana en el hotel Midi. Y despu¨¦s. "Cuando llegaron al cementerio, le quitaron la bandera mexicana y le pusieron la republicana", cont¨® ayer Linda Gregory, la hija del escolta que conserv¨® aquella tricolor desde entonces, la misma que ayer entreg¨® al ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, y que ahora ser¨¢ depositada en el Centro de la Memoria Hist¨®rica de Salamanca.
La familia Gregory guard¨® la insignia durante estos 68 a?os. A veces Juan, el oficial republicano que escolt¨® a Aza?a y que muri¨® en 2001, la ondeaba desde el balc¨®n y avergonzaba a sus hijos hasta que descubrieron el significado. "La guerra de tus padres pesa mucho en la vida de los hijos", confes¨® Linda Gregory, que creci¨® creyendo que Manuel Aza?a era alguien de la familia. "Desde peque?a iba todos los a?os a limpiar y poner flores en la tumba del presidente, igual que hac¨ªamos con la de otros familiares, no me daba cuenta de lo importante que era", relat¨®. En abril de 2006, Ricardo Gregory, otro de los hijos de Juan, escribi¨® al Gobierno espa?ol para ofrecerle la ense?a simb¨®lica, que finalmente ayer recibi¨® el ministro de Cultura entre algunos vivas a la Rep¨²blica de asistentes.
Aunque en las dos ¨²nicas fotograf¨ªas que se conservan del funeral de Aza?a no se observa ninguna bandera, el historiador Santos Juli¨¢ apuntala "las tradiciones orales" que defienden que el f¨¦retro fue cubierto por la mexicana por las calles y, durante breves instantes, por la de la II Rep¨²blica. Juli¨¢, que est¨¢ dando el toque final a su nuevo libro, Vida y tiempo de Manuel Aza?a, sostiene que las autoridades franquistas, que vieron rechazada su solicitud de extradici¨®n, "no se habr¨ªan atrevido a realizar una operaci¨®n clandestina" para secuestrar a Aza?a. Lo que s¨ª hizo P¨¦tain fue vetar la bandera, la misma que ayer volvi¨® a Espa?a.
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