Carga arbitral contra el Atl¨¦tico
Al equipo rojiblanco no le basta su entereza ante el Liverpool por un penalti inexistente en el ¨²ltimo minuto
Una extra?a y sospechosa conjura parece haber embrujado al Atl¨¦tico en su regreso a la ¨¦lite europea. Lo mismo paga una carga policial que una carga arbitral. Castigado en los despachos de la UEFA, anoche padeci¨® una disparatada decisi¨®n de un colegiado sueco. ?ste, llamado Martin Hansson, le expoli¨® dos puntos y la clasificaci¨®n matem¨¢tica al sancionarle con un penalti que s¨®lo existi¨® en el imaginario de un linier en el minuto 93, cuando quedaban sesenta segundos para que abrochara con ¨¦xito su mejor partido de la temporada. En Anfield, ante un pentacampe¨®n de Europa, era el momento de que el Atl¨¦tico mostrara su medida real. Hay citas que retratan a los equipos. La de Liverpool era una de ellas y el Atl¨¦tico sali¨® crecido, solidificado como equipo, pese al atropello final del sueco por un inexistente empuj¨®n de Pern¨ªa a Gerrard.
LIVERPOOL 1 - ATL?TICO 1
Liverpool: Reina; Arbeloa, Carragher, Agger, Fabio Aurelio; Mascherano (Lucas, m. 77); Xabi Alonso; Kuyt, Gerrard, Riera (Babel, m. 61); y Keane (N'Gog, m. 71). No utilizados: Cavalieri; Dossena, Degen y Benayoun.
Atl¨¦tico: Leo Franco; Antonio L¨®pez, Heitinga, Perea, Pern¨ªa; Assun?ao; Maxi, Ra¨²l Garc¨ªa, Maniche, Sim?o (Luis Garc¨ªa, m. 90); y Forl¨¢n (Ag¨¹ero, m. 71). No utilizados: Coupet; Pablo, Camacho, Banega y Sinama.
Goles: 0-1. M. 37. Maxi recibe en el ¨¢rea un pase de Antonio L¨®pez, rebasa en su control a Carragher y bate a Reina con un derechazo cruzado. 1-1. M. 95. Gerrard, de penalti.
?rbitro: Martin Hansson (Suecia). Amonest¨® a Maniche, Pern¨ªa, Perea, Heitinga y Ag¨¹ero.
Unos 42.000 espectadores en Anfield.
Pese al calvario con jerarcas y ¨¢rbitros, el Atl¨¦tico sali¨® reforzado de Anfield
Sin Ag¨¹ero, Aguirre acert¨® esta vez al poblar el centro del campo
La jugada desacredit¨® al ¨¢rbitro, no al Atl¨¦tico, que jug¨® con mayor entereza de la que se le presupone frente a un rival en el que piensa Xabi Alonso y, por delante, todos aceleran. Dos v¨ªas que no siempre mezclan bien. M¨¢xime si el adversario le tiende un embudo en el eje y sus laterales -Arbeloa y Fabio Aurelio- se aparcan en defensa. De esa forma, el equipo queda supeditado a Gerrard, lo que no es poco, pero a veces no le alcanza.
Que el Atl¨¦tico cambiara su l¨ªnea argumental enred¨® al cuadro de Rafa Ben¨ªtez, sometido en el centro por los cinco medios que plant¨® Aguirre en Anfield. Protegido Ag¨¹ero en el banquillo, es la mejor receta para el Atl¨¦tico, que supura por la clase media de sus centrocampistas. Assun?ao, Ra¨²l Garc¨ªa y Maniche poblaron la zona, lo que oblig¨® al Liverpool a saltarse ese escal¨®n con un juego de trazo largo. No es que se trate de un equipo proclive al comp¨¢s, pero necesita alternativas, sobre todo por los costados, donde anoche no tuvo progresi¨®n alguna. Tapiado por el equipo madrile?o, el Liverpool no tuvo m¨¢s remedio que desplegarse con m¨¢s pausas de las que le gusta, especialmente en el primer tiempo.
Mucho menos timorato que en el duelo del Manzanares, el Atl¨¦tico ocup¨® con acierto los espacios y fue un equipo ordenado. No se dej¨® cautivar por la m¨ªstica de Anfield y tuvo criterio. Ayer, s¨ª tuvo un plan. Secado el rival, que de entrada apenas inquiet¨® a Leo Franco salvo por la falta de techo del meta argentino para contrarrestar el juego a¨¦reo, los rojiblancos pusieron en alerta a los ingleses tras una excelente combinaci¨®n entre Pern¨ªa, Forl¨¢n y Sim?o que cerr¨® el portugu¨¦s con un remate alto a un palmo de Reina. A la segunda, el Atl¨¦tico caz¨® al Liverpool. Y de forma sorprendente por c¨®mo se gest¨® la jugada del gol de Maxi. Heitinga, desde la cueva, adivin¨® la primera arrancada de Antonio L¨®pez, un zurdo mutilado por verse enquistado en la derecha. Al lazo del holand¨¦s, el lateral espa?ol respondi¨® con un exquisito control con su empeine m¨¢s dislocado. Imantada la pelota, Antonio L¨®pez conect¨® con Maxi, que irrumpi¨® en el ¨¢rea de los reds con la eficacia que le ha caracterizado en su carrera. Cerca del gol, el capit¨¢n rojiblanco se agiganta. Un toque le bast¨® para evitar a Agger y sin miramientos fusil¨® a Reina.
El gol trastoc¨® a¨²n m¨¢s al Liverpool, que nunca se hab¨ªa sentido c¨®modo ante un contrario que exhib¨ªa una madurez desconocida. Ya se sabe que desde hace a?os el Atl¨¦tico es un tiro al aire. Desde su paso por el infierno le han faltado convicciones. Quiz¨¢ precisara ex¨¢menes como el de anoche, en un escenario tan exigente, donde nunca es f¨¢cil graduarse. Con ventaja en el marcador, al Atl¨¦tico le restaba mostrar el aplomo necesario para sujetar a un Liverpool que se desboc¨® en el segundo acto, acuciado por un resultado que dejaba al Atl¨¦tico matem¨¢ticamente clasificado. Aguirre dio entonces carrete al Kun con la idea de bajar la persiana al choque. No lo consigui¨®, pero el equipo se mantuvo firme en la trinchera, donde achic¨® de forma meritoria cada asalto ingl¨¦s. Resisti¨® con armadura hasta que se descar¨® el ¨¢rbitro sueco en el minuto 93. Una factura demasiado elevada para el club espa?ol que, pese al atropello, sali¨® reforzado del templo liverpooliano. All¨ª se demostr¨® a s¨ª mismo que puede ser competitivo. ?se debe ser su consuelo ante tanto desconsuelo como ha tenido en su regreso a la UEFA con ¨¢rbitros y jerarcas.
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