Obama alcanza la presidencia
El masivo deseo de cambio permite la llegada del primer negro a la Casa Blanca - El senador dem¨®crata comenz¨® a so?ar cuando arrebat¨® Ohio a los republicanos
Barack Obama se convirti¨® esta madrugada en el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos. Las proyecciones de las principales cadenas de televisi¨®n y el escrutinio parcial de los 50 Estados de la Uni¨®n adjudicaban una holgada mayor¨ªa al l¨ªder dem¨®crata. Al cierre de esta edici¨®n, alrededor de las cinco de hoy, decenas de miles de ciudadanos estadounidenses y de todo el mundo celebraron un hito en la historia de la naci¨®n americana y del mundo.
"El viaje se acaba", declar¨® Obama nada m¨¢s depositar su voto en Chicago. Fue algo m¨¢s: el sue?o americano se hizo realidad en la figura de un senador de 47 a?os, nacido en Hawai, hijo de padre africano y de nombre Barack Hussein Obama.
De nada sirvi¨® el sprint final del candidato republicano John McCain, ni sus estratagemas de ¨²ltima hora para sembrar el miedo entre el electorado (activ¨® miles de mensajes telef¨®nicos en Florida alertando de la supuesta connivencia entre Obama y Castro).
El fen¨®meno Obama arrastr¨® ayer a millones de ciudadanos estadounidenses a las urnas en una cita hist¨®rica. El entusiasmo popular ante una jornada que todo el mundo sent¨ªa como ineludible depar¨® una participaci¨®n previsiblemente superior a los 130 millones de votos.
El triunfo de Obama, que colma el deseo de cambio del pueblo tras ocho a?os de desastrosa administraci¨®n de Bush, unido al avance de los dem¨®cratas en el Congreso, da a ¨¦stos el mayor control de la pol¨ªtica norteamericana del que han gozado en medio siglo.
Aunque no se hab¨ªan resuelto a¨²n del todo las dudas sobre algunos Estados clave en esta carrera electoral, como Florida y Virginia, Obama parec¨ªa haberse impuesto en el decisivo Ohio, hab¨ªa certificado su triunfo en todos los Estados considerados dem¨®cratas y contaba con clara ventaja en otros lugares que le dar¨ªan los 270 votos electorales requeridos para la presidencia.
Mientras que en el cuartel general de McCain hab¨ªa anoche silencio y preocupaci¨®n por la marcha del recuento, el jefe de la campa?a de Obama, David Axelrod, predijo en varias cadenas de televisi¨®n que ganar¨ªa las elecciones.
Los datos salidos esta madrugada del recuento confirmaron esa impresi¨®n. Uno de ellos fue la victoria del candidato dem¨®crata a un puesto de senador por Virginia, Mark Warner. Aunque el recuento de la elecci¨®n presidencial era muy ajustado en ese Estado, la evoluci¨®n parec¨ªa anunciar una victoria de Obama. Algo parecido ocurr¨ªa en Colorado, donde ninguno de los dos candidatos se hab¨ªa impuesto de madrugada con claridad, pero en donde Obama ten¨ªa ventaja.
El candidato dem¨®crata no necesit¨®, en todo caso, imponerse en esos Estados para consumar su victoria en la costa Oeste. Para ello le bast¨® con asegurar los Estados dem¨®cratas de hace cuatro a?os y volcar de su lado uno o dos de los republicanos -lo que parec¨ªa a punto de suceder en Ohio, Florida, Virginia y Nuevo M¨¦xico-. Estados Unidos eligi¨® anoche al primer presidente negro de la historia.
Distintos factores intervinieron para que esto fuera posible, como mostraron ayer los sondeos a pie de urna realizados por las cadenas de televisi¨®n. Pero esencialmente ha sido el masivo deseo de cambio de los norteamericanos, hastiados de los ocho a?os de Bush, unido al malestar por la crisis econ¨®mica, lo que pod¨ªa hacer posible lo que hasta hace poco tiempo parec¨ªa un sue?o irrealizable. Un 37% de los electores manifestaron que el cambio, por encima de los valores (31%), era el m¨®vil principal de su voto. Un 93% de los que acudieron a las urnas ten¨ªan un juicio negativo de la situaci¨®n econ¨®mica (un 52% hace cuatro a?os) y un 76% consideraba que el pa¨ªs camina, en t¨¦rminos generales, en la direcci¨®n equivocada.
Un fen¨®meno que ha favorecido extraordinariamente a Obama ha sido el de la afluencia de nuevos votantes. Un 72% de los que dec¨ªan acudir a votar por primera vez confesaron que lo hicieron a favor del candidato dem¨®crata. Muchos de esos nuevos votantes eran j¨®venes que pod¨ªan pronunciarse por primera vez. Entre ¨¦stos, Obama obtuvo el 64% de los sufragios.
McCain fue el preferido (un 86%) por aquellos que declararon que la amenaza del terrorismo era su primera preocupaci¨®n. Pero este grupo s¨®lo constitu¨ªa el 9% de los votantes. El 62% de los estadounidenses se acerc¨® ayer a las urnas con la econom¨ªa como primera preocupaci¨®n en sus mentes. Un 10% mencion¨® la guerra de Irak como su prioridad. Obama se impuso con claridad entre ambos grupos.
McCain gan¨® entre los votantes hombres blancos, pero Obama se impuso entre todos los dem¨¢s grupos ¨¦tnicos y entre las mujeres de todas las razas. S¨®lo un 14% de los que acudieron a votar dijeron que el factor racial hab¨ªa influido en su decisi¨®n.
Un 23% de los norteamericanos que fueron a las urnas ven a Obama como un peligro para la naci¨®n, menos de los que creen que el peligro es McCain (30%). Un 42% tiene la sospecha negativa de que Obama pueda irse demasiado a la izquierda, pero un 55% conf¨ªa en que gobierne desde el centro. Tambi¨¦n la esposa de Obama, Michelle, parece gozar de las simpat¨ªas de la poblaci¨®n. Un 61% la considera una buena primera dama, un 10% m¨¢s que a la mujer de McCain, Cindy.
Existe un juicio negativo sobre la campa?a que ha hecho McCain. Un 66% cree que se atac¨® injustamente al rival. Pero ese juicio negativo no se extiende al propio candidato republicano: un 61% considera que su experiencia es la adecuada para ser presidente y un 50% se siente personalmente identificados con ¨¦l. Es superior, no obstante, el 57%, el n¨²mero de personas que piensa que Obama es m¨¢s sensible a los problemas del ciudadano com¨²n.
Todas las cifras, por tanto, pintaban la pasada madrugada un panorama adecuado para que un nuevo presidente, acompa?ado de una nueva y reforzada mayor¨ªa parlamentaria, abra un nuevo ciclo pol¨ªtico en Washington.
Los ciudadanos han llamado a los dem¨®cratas a corregir los destrozos dejados por los republicanos. Y lo han hecho de la forma m¨¢s contundente desde que Lyndon Johnson fue presidente. En los a?os sesenta, los dem¨®cratas disfrutaron de su mayor dominio en el Capitolio -llegaron a tener 68 senadores-. No alcanzar¨¢n ahora esa cifra, pero despu¨¦s de varias d¨¦cadas en las que el conservadurismo ha dominado la escena pol¨ªtica -con excepci¨®n de la err¨¢tica Administraci¨®n de Jimmy Carter y el par¨¦ntesis de Bill Clinton-, Estados Unidos le va a dar otra gran oportunidad a los progresistas.
Obama ya hab¨ªa dicho en v¨ªsperas de las elecciones que eso no equivale a un monopolio o abuso del poder. "Si los dem¨®cratas creen que su victoria significa que ahora ha llegado su turno y van a hacer lo que quieran hacer, su mayor¨ªa va a durar muy poco", declar¨® el candidato presidencial a una cadena de televisi¨®n.
Su mensaje de cambio ha abierto, en todo caso, unas enormes expectativas en este pa¨ªs, a las que ahora Obama va a tener dif¨ªcil responder en medio de la crisis econ¨®mica y los enormes desaf¨ªos a los que EE UU se enfrenta.
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