Algunas cosas que el mundo espera de Obama
La asombrosa historia de la elecci¨®n de Barack Obama como presidente de Estados Unidos ha ayudado ya enormemente a restablecer la imagen mundial de ese pa¨ªs. En vez de un presidente cuya ¨²nica cualificaci¨®n para el cargo era llamarse como su padre, ahora tenemos a otro cuya inteligencia y capacidad de visi¨®n han superado el formidable obst¨¢culo de tener un nombre ex¨®tico y ser hijo de un musulm¨¢n africano. ?Qui¨¦n habr¨ªa podido pensar, tras las dos elecciones de 2000 y 2004, que los estadounidenses eran capaces de elegir a un candidato as¨ª?
Obama hizo campa?a subrayando que es distinto a otros pol¨ªticos y que va a efectuar un verdadero cambio. El llamamiento llev¨® a las urnas a multitudes entusiastas. Estamos, pues, ante una oportunidad hist¨®rica de acabar con el cinismo que inunda la pol¨ªtica estadounidense desde hace decenios.
El presidente electo debe hacer cambios en Guant¨¢namo, Irak, ?frica y medio ambiente
Muchos estadounidenses juzgar¨¢n al nuevo Gobierno en funci¨®n de lo que haga en su pa¨ªs. Entre otras cosas, subir los impuestos para los que ganan m¨¢s de 250.000 d¨®lares al a?o y emplear el dinero para ampliar el seguro de salud a las decenas de millones de ciudadanos que -caso ¨²nico entre los pa¨ªses industrializados- no disponen de ¨¦l. Tambi¨¦n se ha comprometido a reducir los impuestos para los trabajadores con salarios medios y bajos y a mejorar el sistema educativo de Estados Unidos. Cumplir esas promesas con el sombr¨ªo panorama econ¨®mico actual no ser¨¢ f¨¢cil.
Sin embargo, donde m¨¢s impacto puede ejercer Obama es fuera de las fronteras de Estados Unidos. El a?o pasado, cuando habl¨® ante el Consejo de Asuntos Mundiales de Chicago, proclam¨® la necesidad de un presidente norteamericano que sea capaz de hablar directamente con todos los que, en el mundo, anhelan la dignidad y la seguridad, y les diga: "Vosotros sois importantes para nosotros. Vuestro futuro es nuestro futuro".
Para ser un presidente as¨ª, Obama debe comenzar por cumplir sus promesas de cerrar el campo de prisioneros de la bah¨ªa de Guant¨¢namo, en Cuba, y acabar con la costumbre del Gobierno de Bush de encerrar a la gente sin decirle nunca por qu¨¦ ni de qu¨¦ se le acusa. Asimismo, debe iniciar el proceso para retirar las tropas de combate de Irak, una tarea que dijo que completar¨ªa en 16 meses. Materializar esas promesas contribuir¨ªa enormemente a restaurar la imagen de Estados Unidos en el mundo.
Tambi¨¦n es fundamental que desempe?e un papel constructivo en la reforma de Naciones Unidas. La estructura del Consejo de Seguridad tiene 60 a?os de antig¨¹edad. Todav¨ªa da a los vencedores de la II Guerra Mundial el derecho a ser miembros permanentes y a vetar sus decisiones. Cambiar eso significar¨ªa inevitablemente diluir los privilegios de esos pa¨ªses, entre ellos Estados Unidos. Pero si hay un presidente estadounidense que puede vencer esa sombra hist¨®rica que pende sobre la ONU es Obama.
Obama tiene un padre keniano y ha pasado tiempo en las aldeas africanas en las que todav¨ªa viven sus familiares; por eso no es extra?o que comprenda la necesidad de que los pa¨ªses ricos ayuden a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. El a?o pasado se comprometi¨® a duplicar la ayuda exterior de Estados Unidos de aqu¨ª a 2012, hasta alcanzar 50.000 millones de d¨®lares al a?o (una cifra con la que Estados Unidos todav¨ªa estar¨ªa por detr¨¢s de muchos pa¨ªses europeos en cuanto al porcentaje de su renta nacional destinado a la ayuda).
Tambi¨¦n hay que redirigir mejor esta ayuda para destinarla a quienes viven en extrema pobreza. Por desgracia, cuando preguntaron al hoy vicepresidente electo, Joe Biden, qu¨¦ gastos podr¨ªa reducir un Gobierno de Obama debido a la crisis financiera, mencion¨® la promesa de incrementar la ayuda exterior. No obstante, para duplicar la ayuda exterior har¨ªa falta una cantidad peque?a de dinero, en comparaci¨®n con lo que se ahorrar¨ªa con la retirada de Irak.
Tal vez el aspecto m¨¢s dif¨ªcil de la tarea de convertir a Estados Unidos en un buen ciudadano mundial sea la reducci¨®n de sus desmesuradas emisiones de gases de efecto invernadero, aproximadamente cinco veces m¨¢s que la media per c¨¢pita mundial. El Gobierno de Bush ha malgastado ocho a?os preciosos durante los que nos hemos acercado peligrosamente al punto en el que podr¨ªa suceder una cadena irreversible de acontecimientos que desemboque en cat¨¢strofe. El a?o pasado, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, acus¨® a los pa¨ªses industrializados de agredir a ?frica con el calentamiento global. Puede parecer una exageraci¨®n, pero aumentar la temperatura y disminuir el volumen de lluvia de un pa¨ªs predominantemente agrario puede resultar tan destructor para sus habitantes como que les bombardeen.
Obama debe hacer que Estados Unidos encabece los esfuerzos para reducir las emisiones. Luego, despu¨¦s de dejar clara su buena fe, deber¨ªa ser capaz de elaborar un acuerdo con los l¨ªderes europeos para incluir a China e India en cualquier tratado que sustituya al Protocolo de Kioto cuando ¨¦ste expire, en 2012. Quiz¨¢ sea ¨¦ste el mayor desaf¨ªo ¨¦tico de la presidencia de Obama. Su respuesta ser¨¢ decisiva a la hora de juzgar su mandato.
Peter Singer es catedr¨¢tico de Bio¨¦tica en la Universidad de Princeton. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia. ? Project Syndicate, 2008. www.project-syndicate.org
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