La marmita de Steve Winwood
Antes que solista ilustre, el brit¨¢nico fue estrella adolescente, destructor de moldes y miembro de supergrupos. Ahora exhibe su laboratorio sonoro por Espa?a con el notable Nine lives
Nine lives, nueve vidas, el t¨ªtulo escogido por Steve Winwood (Handsworth, Birmingham, 1948) para las nueve piezas de su noveno trabajo en solitario, no es lo que parece. Si se hubiera tratado de aludir a las m¨²ltiples encarnaciones musicales del brit¨¢nico, pocas existencias habr¨ªan sido nueve. "Me siento muy afortunado por mis 45 a?os de carrera. Y siempre intento traer diversos elementos a mi m¨²sica: jazz, rock, folk, blues, world music o cosas de la cl¨¢sica", recita con atropello. Su segundo ¨¢lbum de este milenio se grab¨® como el anterior, About time (2003): "En vivo, con todos los m¨²sicos juntos en el estudio. Si se tratara de arte dram¨¢tico, no hablar¨ªamos de cine, sino de teatro en tiempo real. Me invade ¨²ltimamente la necesidad de funcionar al viejo estilo". Varias de las canciones de Nine lives surgieron de jams tejidas por Steve y su banda. El amor de Winwood por la improvisaci¨®n instrumental proviene de sus ra¨ªces jazz¨ªsticas. "Las mismas que me hacen dudar de mi pureza como roquero. Mi padre tocaba en una banda de dixie. Yo crec¨ª escuchando eso y luego, siendo a¨²n muy joven, apareci¨® el rock & roll". Aunque su estrellato adolescente en el Reino Unido lo alcanzar¨ªa como vocalista de una banda de rhythm and blues, The Spencer Davis Group. "No me afect¨® aquello del 'demasiado, demasiado pronto', porque la fama me vino siendo ya un m¨²sico verdadero, s¨®lo interesado en la m¨²sica", enfatiza al otro lado del tel¨¦fono.
Winwood orient¨® la nave hacia el jazz, la psicodelia y las m¨²sicas del mundo, materia prima de 'Nine lives'
No ha escrito una sola palabra de las historias de trayecto vital y esperanza que pueblan el disco
Steve vive en el campo y charla desde una peque?a oficina pr¨®xima a su estudio en Gloucestershire. Un paraje del suroeste de Inglaterra no muy diferente del que conoci¨® en Berkshire a finales de los sesenta, cuando se mud¨® a una casa rural a las afueras de Londres con Dave Mason, Chris Wood y Jim Capaldi para crear la m¨²sica de Traffic. Quer¨ªan tocar hasta el amanecer sin miedo a molestar a los vecinos. Mason, ¨²nico superviviente del grupo junto a Steve, airea estos d¨ªas su amargura en la prensa inglesa: acusa a Winwood de su expulsi¨®n tras los dos primeros discos de un proyecto que, ya sin ¨¦l, dur¨® hasta el ecuador de los setenta. "Dave era un individualista y no disfrutaba con el modo de compartir ideas del resto. Y escribi¨® alg¨²n tema demasiado pop para lo que quer¨ªamos que fuera Traffic". Frente al conseguido folk-pop de Mason, Steve orient¨® la nave hacia un compendio m¨¢s arriesgado de ingredientes, del jazz y la psicodelia a las m¨²sicas del mundo, tambi¨¦n materia prima en Nine lives.
En el ¨¢lbum conviven sonoridades africanas (Hungry man) y esencias brasile?as (Raging sea), cortes¨ªa del guitarrista Jos¨¦ Neto, coautor de seis de los cortes. "Aunque naci¨® en S?o Paulo, se afinc¨® en Nueva York a los 18 a?os. La m¨²sica de su pa¨ªs le empap¨® siempre, pero tambi¨¦n le influyeron Led Zeppelin o Hendrix, por eso conectamos tanto". Neto no era un don nadie cuando Winwood le descubri¨® en el Ronnie Scott's de Londres: hab¨ªa tocado con Airto Moreira, el c¨¦lebre percusionista de jazz (Miles Davis, Weather Report, Return to Forever), y antes hab¨ªa ejercido como director musical para Harry Belafonte durante 20 a?os.
La curiosidad de Winwood no se circunscribe a Brasil o ?frica. Lleg¨® en el pasado a grabar con artistas de reggae ("de chaval en Birmingham tuve mucho contacto con la colonia caribe?a") y a compartir directos con popes latinos como Fania All Stars en los setenta o, m¨¢s recientemente, Tito Puente y Arturo Sandoval: Little Crossings se llam¨® su encuentro.
Steve no ha escrito una sola palabra de las historias de trayecto vital y esperanza que pueblan Nine lives. Nada raro, suele recurrir a letristas. Esta vez, su socio es el alem¨¢n Peter Godwin, due?o de dos rasgos ya vistos en previos colaboradores de Winwood: el car¨¢cter iconoclasta (lleg¨® en su ¨¦poca de solista en la new wave a firmar un videoclip con mujeres desnudas crucificadas) y su disposici¨®n para la puesta en com¨²n previa. Y nadie como el tejano Will Jennings, cofirmante de los ¨¦xitos de Steve en los ochenta, para describir lo ¨²ltimo: "Con Winwood sol¨ªa visitarlo en su casa, dar paseos y compartir noches en el pub. Se trataba de ver y escribir a trav¨¦s de sus ojos".
El invitado principal en Nine lives es Eric Clapton, presente en el tema Dirty city. "Nos llevamos un par de a?os y ya ten¨ªamos relaci¨®n antes de Blind Faith, nuestra banda de finales de los sesenta. Ha sido un feliz reencuentro". Steve se refiere tambi¨¦n a sus tres conciertos compartidos este a?o en el Madison: "Antes ¨¦l era un gran guitarrista y compositor. Ahora tambi¨¦n sabe cantar y liderar una banda". Ahora tres citas esperan a Winwood en Espa?a, donde llega con un orgullo reciente: su doctorado honorario por el Berklee College de Boston. "Una ilusi¨®n especial. Es una de las primeras universidades en ense?ar m¨²sica no cl¨¢sica en Estados Unidos. Y me echaron del conservatorio de Birmingham porque me gustaban, entre otros, Fats Domino y Ray Charles". -
Steve Winwood act¨²a el d¨ªa 13 en Barcelona (Apolo), el 15 en Madrid (La Riviera) y el 16 en M¨¢laga (Teatro Cervantes). Nine lives est¨¢ editado por Columbia.
Eight gigs a week: the Steve Winwood years (63-67) Island
El t¨ªtulo de este recopilatorio lo dice todo: hac¨ªan m¨¢s bolos que d¨ªas hab¨ªa en la semana, con el quincea?ero Steve al teclado y su hermano Muff al bajo y el supuesto liderazgo del guitarrista fundador. "Dej¨¦ muy pronto el colegio y la casa de mis padres. Y fui profundizando en varios temas para compensar las lagunas de mi adolescencia sobre los escenarios", confiesa Winwood, ya coautor de hits: Gimme some lovin', I'm a man...
Blind Faith (1969) Polydor
En un par¨¦ntesis de Traffic se form¨® un supergrupo con Winwood, Clapton y el ex compa?ero de ¨¦ste en Cream Ginger Baker como pilares. S¨®lo aguantaron seis meses y un disco. "Que es muy bueno, para los conflictos vividos. Fuimos v¨ªctimas de la codicia del negocio", dice Steve. Clapton les llam¨® Fe Ciega por la apuesta anticipada de los promotores por ellos, y tanta presi¨®n condujo a su marcha. La portada se censur¨® en Estados Unidos.
John Barleycorn must die (1970) Island
Puede que el ¨¢lbum anterior del grupo, Traffic (1968), figure un pelda?o por encima gracias a la bicefalia con Dave Mason, pero ¨¦ste es el disco que mejor refleja lo que Winwood quer¨ªa para la banda (estuvo a punto de ser su primer trabajo en solitario): alquimia sonora y desarrollos instrumentales. "El advenimiento del punk se produjo como reacci¨®n ante obras como ¨¦sta. Por eso nunca me identifiqu¨¦ con ¨¦l". Las letras, siempre del bater¨ªa, Jim Capaldi.
Arc of a diver (1981) Island
Soul-pop de ojos azules con Steve tocando todos los instrumentos. Un bombazo por fin, tras el fracaso de su estreno con nombre propio en 1977. Repite como letrista en un corte el tan estrafalario como profundo Viv Stanshall (la voz de Tubular bells) y arranca la colaboraci¨®n con Will Jennings. El tejano firma el texto de While you see a chance, canto memorable a la fuerza de ¨¢nimo. "En el rock hay demasiadas letras oscuras y negativas", se queja Winwood.
Back in the high life (1986) Island
Otra diana, con dos premios Grammy gracias a Higher love. Esta vez hay banda e invitados lujosos, de Randy Brecker a Nile Rodgers, pasando por Chaka Khan, corista en el tema estelar. El amor supremo que invoca dicho himno nos recuerda que Will Jennings es nieto de un predicador. Tambi¨¦n pasaporte al ¨¦xito, vistos sus oscars con Oficial y caballero (1983) y Titanic (1997). Winwood sufri¨® un bache en los noventa y reflot¨® incluso Traffic con Capaldi.
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