Las empresas podr¨¢n aplazar el pago a Hacienda de las retenciones del IRPF

La fragilidad de la tesorer¨ªa de muchas empresas es la prueba m¨¢s contundente de que el colapso de los mercados financieros internacionales contagia ya a la econom¨ªa real. La sequ¨ªa de cr¨¦dito mina la capacidad de atender pagos a corto plazo en compa?¨ªas solventes que, antes de la crisis, no ten¨ªan problemas en lograr pr¨¦stamos. Para aliviar la cr¨ªtica situaci¨®n de algunas firmas, la Agencia Tributaria ha dado instrucci¨®n a sus delegaciones territoriales de que sean flexibles y atiendan las peticiones de empresas de aplazar el ingreso de las retenciones que practican en las n¨®minas de sus trabajadores.

La iniciativa es tan novedosa como controvertida. Hasta ahora se concede en general el aplazamiento del pago del IVA o del impuesto de sociedades, pero s¨®lo se atiende a las peticiones del IRPF de forma testimonial. La raz¨®n es que es un dinero que la empresa descuenta de la n¨®mina a cada empleado, como pago a cuenta del IRPF que ¨¦ste declara al a?o siguiente. No es, por tanto, un dinero de la empresa, sino del trabajador. La empresa es un mero intermediario o colaborador con el fisco.

La Ley General Tributaria es, en general, estricta con el aplazamiento del pago de impuestos, aunque lo permite en circunstancias excepcionales. "No podr¨¢n aplazarse o fraccionarse las deudas correspondientes a obligaciones tributarias que deban cumplir el retenedor o el obligado a realizar ingresos a cuenta", dice la norma. La excepci¨®n es que el ingreso "pudiera afectar sustancialmente el mantenimiento de la capacidad productiva y del nivel de empleo" de las empresas y el l¨ªmite es que "pudiera producir quebrantos para los intereses de la Hacienda P¨²blica".

La Agencia Tributaria interpreta que la actual crisis pone a muchas empresas en una situaci¨®n cr¨ªtica y por ello va a abrir la mano. El par¨®n de la econom¨ªa espa?ola ha estrechado los m¨¢rgenes de rentabilidad. Y la desconfianza en la banca tras el colapso de los mercados financieros, se traduce en una sequ¨ªa de pr¨¦stamos en el peor momento. Compa?¨ªas solventes y que atienden sus deudas religiosamente ven c¨®mo se les encarece y recorta el cr¨¦dito. Un flujo de dinero indispensable para nutrir su tesorer¨ªa y hacer frente a pagos perentorios, como salarios, Seguridad Social o proveedores.

Con este panorama, la Agencia Tributaria se ha decidido a abrir la mano. "Tendr¨¢n que cumplir dos requisitos, que sean empresas con graves dificultades de tesorer¨ªa, pero al mismo tiempo que tengan capacidad de generar recursos econ¨®micos en el medio plazo. La idea no es desenterrar muertos", explica una fuente de la agencia estatal.

La Agencia Tributaria afirma que cada vez m¨¢s empresas llaman a su puerta para intentar aplazar el ingreso de las retenciones del IRPF, aunque no dispone de cifras espec¨ªficas. El incremento s¨ª es ya apreciable en las cifras globales de aplazamiento de cualquier tipo de deuda tributaria. Hasta octubre, la agencia estatal computa 470.817 solicitudes, un 15,8% m¨¢s que en el mismo periodo de 2007. Y el aumento en el importe de la deuda tributaria que se pide posponer es a¨²n mayor: 5.303 millones, un 32% m¨¢s.

El impuesto sobre la renta es la principal fuente de ingreso del Estado. Y el 80% de su recaudaci¨®n (70.770 millones de euros en 2007) se realiza mes a mes a trav¨¦s de las retenciones del trabajo. La Agencia Tributaria matiza que, aunque los criterios sean ahora m¨¢s flexibles, el aplazamiento s¨®lo se conceder¨¢ "caso a caso" a empresas solventes con problemas de liquidez.

Como en cualquier otro acuerdo para demorar el ingreso de una deuda tributaria, la empresa deber¨¢ presentar un aval que garantice el pago. Y se le cargar¨¢ adem¨¢s un tipo de inter¨¦s por el aplazamiento. El tipo de inter¨¦s de demora ha quedado fijado por los Presupuestos de 2009 en un 7%. La decisi¨®n de cu¨¢nto se pospone el ingreso se tomar¨¢ tambi¨¦n "caso a caso", pero la Agencia Tributaria informa de que lo habitual es un periodo de "entre uno y tres a?os".

La decisi¨®n de permitir a las empresas que usen la retenci¨®n de impuestos de los trabajadores como colch¨®n de tesorer¨ªa es llamativa. La Agencia Tributaria arguye que algo parecido ocurre en el IVA, ya que las empresas disponen durante un tiempo, antes de ingresarlo en Hacienda, del 16% que paga el consumidor final. Y a?ade adem¨¢s que, para ingresar las retenciones del IRPF, la empresa tiene antes que generar ingresos a muy corto plazo para pagar las n¨®minas, una condici¨®n que ahora muchas empresas deben satisfacer sin las l¨ªneas de financiaci¨®n en las que antes se apoyaban.