La guerra de Congo se internacionaliza
Angola decide enviar tropas para ayudar al Gobierno de Kabila contra los rebeldes
El env¨ªo de tropas angole?as para ayudar al Gobierno de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, cuyo Ej¨¦rcito ha sido incapaz de frenar los avances en el este del pa¨ªs del general rebelde Laurent Nkunda, que se encuentra a s¨®lo 15 kil¨®metros de Goma, amenaza con regionalizar el conflicto en el Estado centroafricano. Congo ya sufri¨® una guerra internacional entre 1998 y 2003 cuando Ruanda, Burundi y Uganda se aliaron a rebeldes congole?os para destituir a Laurent Kabila (padre del actual presidente, Joseph Kabila), apoyado por los Gobiernos de Angola, Zimbabue, Chad, Sud¨¢n y Namibia.
La intervenci¨®n de Angola, aunque sea bajo el mandato de fuerzas de paz de la Comunidad para el Desarrollo del Sur de ?frica (SADC, en sus siglas en ingl¨¦s), es vista como una provocaci¨®n por Ruanda, a la que Kabila acusa de apoyar a Nkunda. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha hecho un llamamiento al alto el fuego para dar ayuda a unas cien mil personas que quedaron atrapadas en las zonas de combate.
Hay temor a que Ruanda se involucre directamente en favor de Nkunda
Naciones Unidas estudia desplegar otros 3.000 soldados en la zona
El viceministro de Exteriores de Angola, Georges Chikoti, confirm¨® ayer que su pa¨ªs enviar¨¢ tropas a Congo, aunque evit¨® informar sobre su n¨²mero o bajo qu¨¦ mandato intervendr¨¢n. (En Congo, seg¨²n Reuters, hay instructores militares angole?os). El fin de semana pasado, los l¨ªderes de los 15 pa¨ªses de la SADC acordaron el env¨ªo de expertos militares para asesorar a las fuerzas de Kabila, demandaron una ampliaci¨®n de la misi¨®n de la ONU en Congo (MONUC, la mayor jam¨¢s desplegada, con 17.000 efectivos) y aseguraron estar dispuestos a enviar m¨¢s fuerzas a la zona.
La posibilidad de un despliegue de fuerzas extranjeras no asusta a Laurent Nkunda, el general rebelde que dice defender a los tutsis congole?os de milicias de hutus huidas de Ruanda tras haber participado en el genocidio en su pa¨ªs. Nkunda asegur¨® a Reuters el pasado lunes que las fuerzas de paz ser¨ªan bienvenidas si su objetivo es estabilizar la situaci¨®n en la zona. Tras semanas de ofensiva y conquistar terreno en Kivu Norte, Nkunda declar¨® el domingo un alto el fuego unilateral cuando sus fuerzas se hallaban a tan s¨®lo 20 kil¨®metros de Goma, la capital de la provincia.
El temor de que Ruanda aproveche la implicaci¨®n de soldados angole?os como excusa para invadir Congo crece. Kigali ya lo hizo en dos ocasiones bajo las premisas de atacar a hutus rebeldes, y puede volver a detonar una regionalizaci¨®n del conflicto como lo hizo entre 1998 y 2003, cuando nueve Estados africanos se vieron envueltos. La guerra caus¨®, seg¨²n algunas estimaciones, m¨¢s de 3,5 millones de muertos, el mayor n¨²mero desde la II Guerra Mundial.
Nkunda asegura estar dispuesto a llevar a sus tropas hasta Kinshasa (a m¨¢s de mil kil¨®metros de distancia) y hacerse con el Gobierno si Kabila sigue neg¨¢ndose a negociar el futuro del pa¨ªs. Por el momento, ha iniciado en la regi¨®n que controla una administraci¨®n paralela, con el nombramiento de un gobierno de 12 ministros, aunque seg¨²n algunos analistas se trata m¨¢s de una bravuconada propagand¨ªstica destinada a irritar a Kabila que un intento real de gesti¨®n.
Los l¨ªderes de la SADC, que a¨²na a los pa¨ªses meridionales del continente, reunidos el pasado fin de semana en Johanesburgo (Kabila entre ellos), exigieron una ampliaci¨®n de la misi¨®n de la ONU y culparon a Nkunda y a su "intransigencia" de la situaci¨®n, "que desestabiliza la regi¨®n y la zona de los Grandes Lagos". La ampliaci¨®n de la MONUC en 3.000 hombres (de los 17.000 actuales, 5.800 est¨¢n en Kivu Norte) fue objeto de debate el martes pasado, pero no ser¨¢ hasta finales de mes cuando se adopte una decisi¨®n. El jefe de la misi¨®n, Alain Le Roy, considera que el n¨²mero de sus hombres no es suficiente, dado que equivale a 10 soldados por cada 10.000 habitantes.
Naciones Unidas ha constatado la violaci¨®n de los derechos humanos por todas las partes involucradas en el conflicto, tanto los soldados del Ej¨¦rcito -que se dan al pillaje, el asesinato y la violaci¨®n mientras se baten en retirada-, como los 6.000 hombres de Nkunda, los hutus organizados o las milicias progubernamentales Mai Mai.
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