El esp¨ªritu de Capra

Ahora que Barack Obama aspira a revitalizar una naci¨®n maltrecha, tal y como hizo en los a?os treinta su hom¨®logo Fran-klin D. Roosevelt con el new deal, parece que tambi¨¦n resucita Frank Capra, algo as¨ª como el retratista cinematogr¨¢fico del esp¨ªritu de Roosevelt, en la persona de Joshua Michael Stern, director y guionista de El ¨²ltimo voto, sorprendente f¨¢bula pol¨ªtico-social en torno a unas re?id¨ªsimas elecciones presidenciales en EE UU. Y para que no falte de nada, Kevin Costner se reencarna en James Stewart al interpretar a uno de esos h¨¦roes an¨®nimos, personificaci¨®n del ¨¢nimo de superaci¨®n de un pa¨ªs, tan t¨ªpicos del director de Caballero sin espada y Juan Nadie.

Como en Salve, h¨¦roe victorioso (Preston Sturges, 1944), un tipo del mont¨®n que esconde una gran mentira se convierte en la personificaci¨®n de todo un pueblo. No en vano, su voto efectuado pero no contabilizado en un principio decidir¨¢ la suerte republicana o dem¨®crata de un Estado y, claro, de la presidencia. Lo que aprovecha Stern para disparar contra los medios de comunicaci¨®n y contra el lado m¨¢s absurdo de las campa?as, dejando clara la futilidad del ideario pol¨ªtico en beneficio del puro y simple negocio del voto. Pero lo hace con el convencimiento de que, en el fondo, y tras un periodo de reflexi¨®n, el ser humano es, como tambi¨¦n pensaba Capra, bueno por naturaleza. Es el sistema el que lo corrompe. S¨®lo falta acabar con el sistema.

El ¨²ltimo voto