Contra un olvido de treinta a?os

El olvido borr¨® hasta tal punto las huellas de Ramiro Quintero, el guardia forestal asesinado por ETA en Lizartza (Guip¨²zcoa) cuando sal¨ªa del bar Leku Alaia, situado junto a su casa, el 2 de octubre de 1978, que la actual corporaci¨®n del PP, presidida por Regina Otaola, tard¨® semanas en localizar a sus familiares. Lo logr¨® hace dos d¨ªas, pero no con el tiempo suficiente para que pudieran asistir al primer homenaje que el Ayuntamiento de Lizartza rinde a esta v¨ªctima de ETA. Otaola reconoci¨® ayer esta precipitaci¨®n al iniciar el acto en la sala consistorial, donde asegur¨® a modo de autocr¨ªtica: "El a?o que viene lo haremos mejor".

La ausencia de familiares en los que personificar el reconocimiento a Ramiro Quintero como v¨ªctima -se coloc¨® una fotograf¨ªa sobre la mesa de la sala consistorial durante el acto- rest¨® calor y profundidad a un homenaje sencillo pero solemne y envuelto en una atm¨®sfera de voluntad de restituci¨®n. Incluso las tres d¨¦cadas de retraso con que llega esta reparaci¨®n imbu¨ªan al acto de cierto car¨¢cter hist¨®rico, como admiti¨® el presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Casquero, quien destac¨® su trascendencia porque "hoy se va a hacer justicia despu¨¦s de 30 a?os".

El homenaje se desarroll¨® sin la presencia de los familiares

La alcaldesa Regina Otaola defendi¨® la necesidad de que Lizartza homenajeara a esta v¨ªctima porque, durante todos estos a?os, han sido los "proetarras" los que han gobernado esta localidad, "promoviendo el olvido de aquel crimen mientras ensalzaban a terroristas locales como hijos predilectos del pueblo".

Ning¨²n habitante de la localidad, feudo de la izquierda abertzale, se acerc¨® al Ayuntamiento para presenciar el acto. En las calles tampoco hab¨ªa un alma. S¨®lo la presencia de agentes de la Ertzaintza en las proximidades de la casa consistorial municipio durante el tiempo que dur¨® el acto de homenaje indicaba que ocurr¨ªa algo desacostumbrado. Nadie tuvo inter¨¦s en recordar aquel 2 de octubre de 1978 en que este guardia forestal nacido en el pueblo tinerfe?o de Tacoronte, que hab¨ªa llegado a Lizartza en marzo de 1977 destinado por el Instituto para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (Icona), recibi¨® seis balazos cuando se dirig¨ªa del bar a su casa a las nueve de la noche.

"Sus vecinos comentaban que era un hombre bueno, integrado en Lizartza, una persona que jam¨¢s hab¨ªa tenido problemas en el pueblo", afirm¨® la alcaldesa. Otaola relat¨® con todos sus pormenores c¨®mo se desarroll¨® el atentado, porque la verdad desnuda, dijo, "nos ayudar¨¢ a comprender la macabra l¨®gica de ETA, pese a la apariencia del profundo absurdo de sus cr¨ªmenes".

Otaola critic¨® la "ley del silencio" que ha regido a Lizartza y quiso tambi¨¦n recordar, especialmente para ayudar a la comprensi¨®n de quienes no vivieron aquella ¨¦poca, la crudeza de los "a?os de plomo", en los que ETA trataba de borrar "cualquier resto del Estado espa?ol en el Pa¨ªs Vasco". Mientras, la sociedad vasca, "atenazada por el miedo, daba la espalda a las v¨ªctimas y contribu¨ªa a su olvido y a la de los derechos que les asist¨ªan, con la inestimable ayuda de gran parte de la Iglesia".

Aquel 1978 fue un verdadero "a?o de plomo": ETA asesin¨® a 70 personas. Aunque, record¨® Otaola, tambi¨¦n se aprob¨® la Constituci¨®n, que represent¨® el principio de la deslegitimaci¨®n pol¨ªtica y social del terrorismo.

Una misa en la ermita del Sagrario, en las afueras del pueblo, concelebrada por el capell¨¢n del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo y a la que acudieron la presidenta de las Juntas Generales de Guip¨²zcoa, la socialista Rafaela Romero y el presidente del PP, Antonio Basagoiti, fue el pre¨¢mbulo del homenaje en la sala de plenos de la casa consistorial. Junto a medio centenar de miembros del PP -entre ellos, los dirigentes guipuzcoanos Mar¨ªa Jos¨¦ Usandizaga y Borja S¨¦mper-, asistieron tambi¨¦n representantes de asociaciones como la AVT, Foro de Ermua, Dignidad y Justicia, Covite y la Asociaci¨®n Independiente Profesional de la Guardia Civil.

La presidenta de las Juntas de Guip¨²zcoa afirm¨® que se hab¨ªa sumado al acto para poner "un granito de arena en este proceso de reconstrucci¨®n de la memoria colectiva".