Controvertida subasta del legado de Pessoa

La subasta de parte del legado del poeta portugu¨¦s Fernando Pessoa (1888-1935) se celebr¨® en Lisboa el jueves despu¨¦s de una disputa interminable entre partidarios y detractores del remate. La apertura de la sesi¨®n fue interrumpida por el director de Cultura del Ayuntamiento lisboeta, Rui Pereira, quien a ¨²ltima hora intent¨® bloquear la subasta al presentar una medida cautelar ante un tribunal de Lisboa sobre 25 lotes de la biblioteca del poeta que, aparentemente, fueron adquiridos por el Consistorio a la familia entre 1986 y 1989.

Un tumulto se apoder¨® de la sala Vieira da Silva, del Centro Cultural del Belem (CCB), hasta que el responsable de la subasta rechaz¨® el recurso del Ayuntamiento. El comienzo accidentado y la controversia que ha rodeado la subasta explican la gran sorpresa que se vivi¨® en el CCB: las dos joyas m¨¢s codiciadas de la subasta se vendieron por el precio de salida. Ni un euro m¨¢s. El voluminoso dossier Crowley, que re¨²ne la documentaci¨®n de la relaci¨®n que mantuvo Pessoa con el mago ingl¨¦s Aleister Crowley, fue adjudicado por 50.000 euros a trav¨¦s de una llamada telef¨®nica. Id¨¦ntica cifra pag¨® un coleccionista an¨®nimo por el famoso arc¨®n de madera en el que Pessoa guardaba los escritos m¨¢s importantes, que est¨¢n hoy en la Biblioteca Nacional. El retrato del escritor paseando por el Chiado lleg¨® a 13.500 euros, desde un precio de salida de 6.000 euros.

Derecho de tanteo

Algunos lotes tuvieron que ser retirados ante la falta de ofertas, y otros no alcanzaron el precio de salida establecido por la casa de remates Potasio 4 (P 4), que no quiso revelar la cifra alcanzada con las ventas comprometidas, pero que est¨¢ por debajo de los 400.000 euros previstos inicialmente. La subasta se desarroll¨® bajo el condicionante de la decisi¨®n del Estado, a trav¨¦s de la Biblioteca Nacional, de clasificar a ¨²ltima hora el legado de Pessoa como patrimonio nacional, en un intento de evitar que acabe disperso en manos privadas y fuera del pa¨ªs.

La segunda parte de la historia empieza una vez concluida la subasta. Durante los pr¨®ximos ocho d¨ªas el Estado podr¨¢ ejercer el derecho de preferencia. El director de la Biblioteca Nacional, Jorge Couto, confirm¨® a EL PA?S su inter¨¦s en algunas de las piezas subastadas, por lo que estudiar¨¢ hacer uso del derecho de preferencia que le otorga el C¨®digo Civil.