Obama negocia con Clinton su inclusi¨®n en el Gobierno
El presidente electo le ha ofrecido la secretar¨ªa de Estado
El anuncio, ayer, de que el presidente electo, Barack Obama, se hab¨ªa reunido en secreto la noche anterior con su rival durante las primarias, Hillary Clinton, para discutir sobre la formaci¨®n del Gobierno desat¨® de forma incontenible los rumores de que la ex primera dama ser¨¢ la pr¨®xima secretaria de Estado o tendr¨¢ alg¨²n otro alto cargo en la Administraci¨®n que arranca el 20 de enero.
Nadie, de un lado o de otro, se ha referido oficialmente al contenido preciso de esa reuni¨®n ni ha salido a confirmar o desmentir rumores -que, por otra parte, est¨¢n a la orden del d¨ªa en esta ciudad desde que empez¨® la transici¨®n-. La propia Clinton, ayer, en un discurso en Albany (Nueva York) previsto con anterioridad, se limit¨® a decir que no iba a "especular con la formaci¨®n de la Administraci¨®n de Obama" y que iba a "respetar su proceso de selecci¨®n".
Bill Richardson y John Kerry son las otras opciones para ocupar el cargo
La reuni¨®n entre Clinton y Obama, en s¨ª misma, celebrada en las oficinas de Obama en Chicago, de espaldas a la prensa y en el contexto de las consultas que el presidente electo viene celebrando con distintas personalidades para preparar su agenda y su equipo, es un gesto de indudable valor pol¨ªtico.
Es una prueba de consideraci¨®n hacia una figura muy respetada dentro del Partido Dem¨®crata y un gesto de reconocimiento tambi¨¦n al ¨²ltimo presidente de ese color pol¨ªtico, Bill Clinton. Como secretaria de Estado, Hillary Clinton, ver¨ªa colmadas sus aspiraciones de estar en una posici¨®n de relevancia tras frustrarse sus aspiraciones presidenciales, y Bill Clinton conseguir¨ªa extender su influencia, pese a haber sido sustituido en la posici¨®n de m¨¢xima autoridad dem¨®crata. El nombre de Hillary Clinton tambi¨¦n hab¨ªa sonado antes como juez del Supremo o embajadora en la ONU, cargo de rango ministerial.
Su posible inclusi¨®n en el pr¨®ximo Gobierno se ve¨ªa favorecida ayer por varios factores. Uno de ellos era la deliberada ambig¨¹edad de las palabras de Hillary Clinton. La otra era la talla de los medios y los periodistas que se hab¨ªan hecho eco de los rumores, muy superior a lo acostumbrado en estos momentos. En cierta medida, parec¨ªa extra?o que tanto Obama como Clinton hubieran dejado desarrollarse durante tanto tiempo esa opci¨®n si no tuvieran el prop¨®sito de confirmarla.
La iniciativa del encuentro entre Obama y Clinton fue, seg¨²n los medios de comunicaci¨®n norteamericanos, del presidente electo, quien parece estar barajando el nombre de Clinton entre otros de primer nivel para el cargo de secretario de Estado. Actualmente, s¨®lo parecen quedar en la lista, como primera alternativa, la de John Kerry, el anterior candidato presidencial dem¨®crata, y, como segunda opci¨®n, Bill Richardson, el gobernador de Nuevo M¨¦xico y a quien Obama recibi¨® ayer.
El presidente electo le debe al primero el enorme favor de haberle invitado a hablar en horario estelar en la Convenci¨®n Dem¨®crata de 2004, lo que le dio al entonces desconocido senador de Illinois fama nacional. A Richardson, un antiguo amigo de Clinton, Obama le est¨¢ tambi¨¦n muy agradecido por haberse pasado a sus filas todav¨ªa en la fase intermedia de las primarias, y por haberle ayudado a ganar en Nuevo M¨¦xico y el voto hispano de otros Estados. Pero ninguno de los dos podr¨ªa poner p¨²blicamente objeci¨®n a un nombramiento como el de Hillary Clinton. La ex primera dama presume de experiencia y garantiza la presencia de una mujer en un alto cargo del Gobierno, algo a lo que Obama se siente obligado ante las organizaciones feministas. Adem¨¢s, se trata de una figura de enorme reconocimiento popular y, por lo general, muy respetada en el mundo.
La designaci¨®n de Hillary Clinton consolidar¨ªa la fuerte presencia que ese apellido est¨¢ teniendo hasta ahora en el equipo que Obama est¨¢ formando. Treinta y una de las 47 personas nombradas hasta a la fecha tuvieron en el pasado v¨ªnculos, en diverso grado, con la ¨²ltima Administraci¨®n dem¨®crata, seg¨²n el recuento hecho por el diario Politico, entre ellas 11 de los 12 miembros del Grupo de Transici¨®n.
Tanto el pr¨®ximo jefe de Gabinete de Obama, Rahm Emanuel -quiz¨¢ una de las personas m¨¢s poderosas de Washington en estos momentos-, como Ron Klain, el jefe de gabinete del vicepresidente electo, Joe Biden, proceden del Gobierno de Clinton. Klain fue el jefe de Gabinete de Al Gore.
Al recurrir a sus colaboradores, Obama est¨¢ reconociendo la popularidad con la que concluy¨® el Gobierno de Clinton, as¨ª como los principios centristas y moderados que lo rigieron. Clinton gan¨® su primera presidencia, en 1992, con la etiqueta de "nuevo dem¨®crata", una suerte de pol¨ªtico suprapartidista que coincide bastante con lo que Obama intenta ser.
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