Tolstoi y el G-20

"Todas las familias felices son iguales; pero cada familia infeliz lo es a su manera". As¨ª comienza Ana Karenina, la novela del gran Le¨®n Tolstoi. Parafrase¨¢ndolo, cabe notar que cada uno de los 20 pa¨ªses representados en la cumbre del G-20 (el Grupo de los 20) en Washington est¨¢ sufriendo por la crisis econ¨®mica mundial. Pero, al igual que las familias infelices, cada pa¨ªs la est¨¢ sufriendo de una manera diferente. El impacto de la crisis en los pa¨ªses ricos (Estados Unidos, Alemania, etc¨¦tera) es distinto al que han sufrido los emergentes (China, Brasil, Turqu¨ªa, etc¨¦tera). Adem¨¢s, los primeros fueron los causantes de la crisis y los segundos sus v¨ªctimas. Los exportadores de petr¨®leo (Arabia Saud¨ª o Rusia) que estuvieron en la reuni¨®n no est¨¢n contentos con el desmoronamiento de los precios del crudo, mientras que para los consumidores (Sur¨¢frica o Italia, por ejemplo) pagar menos por la energ¨ªa es la ¨²nica buena noticia dentro del aluvi¨®n de malas nuevas que reciben a diario. Todo esto es s¨®lo para enfatizar que detr¨¢s de esta cumbre del G-20 coexisten razones que impulsan a su ¨¦xito con otras igualmente poderosas que lo socavan. El dinero es global mientras que la pol¨ªtica es local y, por lo tanto, hay una justificada necesidad de coordinar reacciones nacionales ante una crisis que no respeta fronteras. Por ello, esta cumbre y otras que vendr¨¢n son necesarias y bienvenidas. Pero la emoci¨®n narcisista que sienten los jefes de Estado al asistir a reuniones como ¨¦sta no debe hacerles olvidar que en las cumbres de mandatarios el teatro suele desplazar los logros concretos. Es indispensable ser realistas y transparentes con respecto a los obst¨¢culos que dificultan los acuerdos. Los 20 pa¨ªses est¨¢n unidos por el miedo ante la crisis y la necesidad de actuar en conjunto. Pero no hay que olvidar que los dividen intereses, ideolog¨ªas y realidades pol¨ªticas dom¨¦sticas. Para Nicolas Sarkozy y Gordon Brown, la presencia y el protagonismo en esta reuni¨®n los ha reoxigenado pol¨ªticamente en sus pa¨ªses. En cambio, para George W. Bush ser el forzado anfitri¨®n del G-20 ha sido una pesadilla que s¨®lo sirvi¨® para recordarle a su pa¨ªs y al mundo sus fracasos y el hecho de que la mayor¨ªa de sus hu¨¦spedes no ven la hora de que se vaya. Dentro del G-20 tambi¨¦n hay visiones muy diferentes sobre los remedios frente a la crisis. "Los europeos se est¨¢n extralimitando y han generado fuertes reacciones a sus propuestas. Ellos no pueden venir a darnos discursos sobre la refundaci¨®n del capitalismo y la necesidad de m¨¢s regulaciones. Su sistema financiero siempre ha estado superregulado y eso no los protegi¨® de la crisis. Sus bancos est¨¢n m¨¢s endeudados que los estadounidenses y sus banqueros han sido tan irresponsables como los de Wall Street. La ret¨®rica ideol¨®gica no va resolver esta crisis. Si los europeos quieren ayudar deben imitar a China y salir con agresivos programas de gasto p¨²blico que pongan a crecer sus econom¨ªas y deben tambi¨¦n eliminar las protecciones que impiden que los pa¨ªses pobres les vendan productos y crezcan". Esto me lo dijo uno de los m¨¢s importantes representantes de India en la reuni¨®n, quien s¨®lo estuvo dispuesto a que lo citara an¨®nimamente. Tambi¨¦n habl¨¦ sobre el G-20 con Robert Zoellick, el presidente del Banco Mundial, y uno de los asistentes a la cumbre: "La idea de una nueva arquitectura financiera global implica una estructura jer¨¢rquica que ya no es eficaz en el mundo de hoy", me dijo. "Hay que pensar en redes, no en grupos. M¨¢s que operar a trav¨¦s de grupos de pa¨ªses como el G-7 o el G-20, hay que pensar en redes de pa¨ªses combinados con otros actores multilaterales u organismos no gubernamentales que act¨²en sobre problemas concretos y los alivien o solucionen. No hay nada como la legitimidad que te da el solucionar un problema", afirm¨® Zoellick.

Hay una justificada necesidad de coordinar reacciones ante una crisis que no respeta fronteras

En este sentido, vale la pena citar la siguiente declaraci¨®n: "En nuestra reuni¨®n en Washington... acordamos intensificar la cooperaci¨®n para enfrentar los retos de la situaci¨®n actual, as¨ª como la necesidad de trabajar en conjunto en una amplia gama de reformas para fortalecer el sistema financiero internacional. Los jefes de Gobierno anunciaron un conjunto de medidas en este sentido que implementaremos lo m¨¢s pronto posible". ?sta fue la conclusi¨®n de la reuni¨®n de los ministros de econom¨ªa de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados (el G-7) que se llev¨® a cabo hace diez a?os en respuesta a la crisis financiera asi¨¢tica.

Una d¨¦cada despu¨¦s la han podido firmar textualmente los asistentes al G-20. Ojal¨¢ que adem¨¢s de declaraciones de este tipo tambi¨¦n firmen leyes y decretos que estimulen sus econom¨ªas.

mnaim@elpais.es