Con los buenos es m¨¢s f¨¢cil

Ayer descubri¨® Javier Aguirre un hecho irrebatible: ganar con los buenos es m¨¢s f¨¢cil. El t¨¦cnico del Atl¨¦tico se olvid¨® de las rotaciones y dio cancha en el ataque a sus dos mejores jugadores, Forl¨¢n y Ag¨¹ero, un lujo de delantera, una pareja m¨¢gica que deber¨ªa ser inseparable. El resultado fue fabuloso. El Atl¨¦tico no s¨®lo gole¨®, sino que lo hizo amparado en un f¨²tbol m¨¢s que decente, el mejor que ha ense?ado en lo que se lleva de torneo. Desde el inicio, el equipo fue directo a por la victoria con un f¨²tbol ¨¢gil, veloz, algo que hac¨ªa tiempo no se ve¨ªa por estos lares. Comenz¨® como un tiro el Atl¨¦tico y acab¨® atropellando a un Depor que fue el colmo de la inocencia y que s¨®lo levant¨® cabeza cuando Valer¨®n salt¨® a escena. Muy mal tiene que estar f¨ªsicamente el flaco para no jugar siendo como es, de largo, el jugador m¨¢s imaginativo de su equipo. Ayer, de nuevo, dio grima verle en el banquillo.

Cuatro saques de esquina acumul¨® el Atl¨¦tico en los primeros 12 minutos, se?al de c¨®mo encar¨® el encuentro. Y en el quinto c¨®rner acert¨®. Lo hizo casi de rebote. Lanz¨® Sim?o, Perea corri¨® hacia el primer palo, se llev¨® con ¨¦l a un pu?ado de defensas y Heitinga, al borde del ¨¢rea peque?a, recibi¨® en solitario. No tuvo m¨¢s que empujar la pelota con el muslo o con la barriga. De cualquier manera habr¨ªa marcado dada su absoluta soledad. El Depor, durante mucho minutos, s¨®lo dej¨® un par de detalles de calidad de Lafita y la lucha de Riki, que acab¨® con la cabeza abierta y pele¨¢ndose con el mundo en pleno. Assun??o se bastaba para barrer el centro del campo y, de ese modo, Maniche pudo dedicarse a inventar, que es para lo que le trajeron. Tras un pase suyo, Forl¨¢n, que ejecut¨® una actuaci¨®n monumental, dispar¨® desde el borde del ¨¢rea grande y el bal¨®n, que se iba dentro a toda mecha, lo desvi¨® Aranzubia al palo.

La diferencia, m¨ªnima por entonces, no hac¨ªa justicia al juego del equipo. No necesitaba ayudas el Atl¨¦tico, pero recibi¨® una, impagable, de Lopo, que quiso retrasar hacia Piscu y entreg¨® el bal¨®n a Forl¨¢n. Palabras mayores. El uruguayo se lanz¨® hacia la porter¨ªa y marc¨® por debajo de las piernas de un Aranzubia vendido.

Se gustaba el Atl¨¦tico como no lo hab¨ªa hecho en mucho tiempo. Dej¨® unas cuantas jugadas para el recuerdo, como aquella penetraci¨®n entre un ej¨¦rcito de defensas de Sim?o, que no supo culminar. El Calder¨®n se frotaba los ojos. Y m¨¢s se lo frot¨® cuando Ag¨¹ero y Maxi se asociaron para firmar la jugada del partido. Lanz¨® larg¨® Maniche hacia el capit¨¢n, que baj¨® con la cabeza en la banda. El bal¨®n lleg¨® al Kun y ¨¦ste se la devolvi¨® de tac¨®n a Maxi, quien lanz¨® un dur¨ªsimo disparo al que no lleg¨® Aranzubia.

El Atl¨¦tico, desatado en el ataque, no pasaba apuros en la defensa, donde se bastaba Ujfalusi. Acumulaba ocasiones y el inspirado Forl¨¢n hizo el cuarto desde el borde del ¨¢rea tras recibir de Pern¨ªa. El tanto de Filipe, un regalo de Valer¨®n, no alivi¨® el martirio de un Depor inocente y de f¨²tbol quejoso que jam¨¢s supo plantar cara a un Atl¨¦tico que ayer, por fin, estuvo en estado de gracia, a lo que, sin duda, le ayud¨® que en el c¨¦sped convivieran los mejores.