Uribe tropieza con la guerra sucia
La fiscal¨ªa colombiana investiga al Ej¨¦rcito por 1.155 muertes extrajudiciales - La historia de un ex drogadicto asesinado prueba las 'ejecuciones' militares
De un d¨ªa para otro, al muchacho que se ganaba la vida como estatua viviente en un parque de Neiva el Ej¨¦rcito lo hizo aparecer como un guerrillero muerto en combate. Nadie ha salido del asombro en esta ciudad al sur de Colombia. Mientras, el pa¨ªs asiste horrorizado a la denuncia de 1.155 v¨ªctimas de ejecuciones extrajudiciales como ¨¦sta, que investiga la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n por todo el territorio colombiano. Se acusa a las fuerzas p¨²blicas de registrar como guerrilleros ca¨ªdos en combate a personas inocentes, o llamados "falsos positivos". M¨¢s de 3.000 funcionarios de las Fuerzas Armadas son investigados, incluidos generales.
Un bumer¨¢n al que se enfrenta el presidente colombiano, ?lvaro Uribe. El mandatario bas¨® gran parte de su pol¨ªtica de seguridad democr¨¢tica para combatir a la guerrilla, primero, en un sistema de recompensas a civiles que informaran sobre guerrilleros, lo cual pudo haber generado una red de delincuencia o negocio de muertos, seg¨²n advirti¨® el fiscal general de la naci¨®n, Mario Iguar¨¢n Arana; y, segundo, en la estrategia de privilegiar los incentivos militares seg¨²n el n¨²mero de bajas en combate.
Miller Bland¨®n desapareci¨® tras aceptar un trabajo. Muri¨® 'en combate'
La analista Claudia L¨®pez denuncia la falta de control dentro del Ej¨¦rcito
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, anunci¨® ayer la destituci¨®n de otros 13 militares por este esc¨¢ndalo, que se unen a los 27 miembros del Ej¨¦rcito que ya fueron relevados hace tres semanas. Con estas destituciones y la renuncia del comandante del Ej¨¦rcito, Mario Montoya (responsable de la operaci¨®n en la que se liber¨® a Ingrid Betancourt en julio), el Gobierno, afirma el fiscal, "ha pretendido salvar su responsabilidad ante la Corte Penal Internacional". "Pero si comprobamos que ¨¦sta es una pr¨¢ctica sistem¨¢tica y generalizada, estamos frente a un delito de lesa humanidad", a?ade.
No son casos aislados. En Neiva, cubierto de blanco de la cabeza a los pies, Miller Andr¨¦s Bland¨®n acud¨ªa al Parque C¨ªvico a ganarse la vida como estatua humana. Hac¨ªa poco hab¨ªa salido de un centro de desintoxicaci¨®n de drogas y convertido la Casa de Apoyo al Habitante de la Calle en su refugio, dice el coordinador del programa, Antonio Torres. El 17 de julio, Bland¨®n acudi¨® all¨ª a comer. Cuando los indigentes terminaron, llegaron dos hombres en una moto y les ofrecieron trabajo como recolectores de caf¨¦. S¨®lo tres de ellos se creyeron el cuento y se fueron dizque a coger caf¨¦.
Al d¨ªa siguiente, las noticias del mediod¨ªa dijeron que tres guerrilleros hab¨ªan ca¨ªdo en combate en las selv¨¢ticas monta?as de los Andes del municipio de San Jos¨¦ de Isnos.
Al atardecer, uno de los miembros de la fiscal¨ªa que hizo el levantamiento de los cad¨¢veres encontr¨® en la cartera de una de las v¨ªctimas su documento de identidad: Miller Andr¨¦s Bland¨®n, y apuntado un n¨²mero de m¨®vil. Llam¨®, y la segunda esposa de su abuelo, Silvia Segura, neg¨® que ese muchacho de 24 a?os fuera guerrillero.
Los otros dos indigentes siguen enterrados como no identificados. Igual que en muchos de los casos investigados en 14 departamentos, ya que se buscan personas que no sean de la regi¨®n, las secuestran, las trasladan lejos de su zona y luego el Ej¨¦rcito las registra como guerrilleros ca¨ªdos en combate para evitar que alguien las reclame.
Colombia se ha convertido en un territorio minado para Uribe, ante la continua denuncia de estas ejecuciones extrajudiciales. Seg¨²n la analista pol¨ªtica Claudia L¨®pez, estos hechos dejan en evidencia la ineficacia del control y mando del Gobierno frente a sus instituciones militares y de los comandantes frente a sus subalternos, y la negligencia frente a las denuncias de violaci¨®n de derechos humanos.
El pa¨ªs es observado. D¨ªas antes de su elecci¨®n como presidente de Estados Unidos el 4 de noviembre, Barack Obama asegur¨® en uno de los debates de la campa?a que no firmar¨ªa con Colombia el Tratado de Libre Comercio mientras no haya garant¨ªas de derechos humanos.
Son 1.155 muertes que investiga la fiscal¨ªa -como el caso de Miller Andr¨¦s Bland¨®n-, de indigentes, drogadictos o marginados, m¨¢s otras 2.000 denunciadas por otras instituciones. Todo para cumplir con los resultados pedidos, obtener ascensos, condecoraciones o, simplemente, para disfrutar de permisos en d¨ªas especiales. Ocurri¨® el D¨ªa de la Madre de 2007, cuando en el Batall¨®n de Infanter¨ªa 31, el soldado Luis Esteban Montes advirti¨® infructuosamente a su comandante de que la persona que hab¨ªan secuestrado sus compa?eros con el fin de hacerla pasar por un guerrillero muerto era su hermano.
Desde la llegada de Uribe al Gobierno en 2002, se han denunciado casos de "falsos positivos" por parte de familiares u organizaciones de derechos humanos que lo ¨²nico que recib¨ªan del presidente eran descalificaciones o acusaciones.
Un presidente que en su primer acto p¨²blico, el 8 de agosto de 2002, anunci¨® su pol¨ªtica de est¨ªmulo y recompensas a civiles, y la pretensi¨®n de convertir a Colombia en un pa¨ªs de informantes. Lo que ha generado muchos debates y casos asombrosos. El semestre pasado, el guerrillero alias Rojas se present¨® ante un comando del Ej¨¦rcito con la mano de su jefe Iv¨¢n R¨ªos, del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como prueba, y diciendo d¨®nde estaba el cad¨¢ver. Yac¨ªa junto al de la novia de ¨¦ste, a la que tambi¨¦n hab¨ªa matado. Tras una pol¨¦mica nacional sobre la legalidad y moralidad de que Rojas recibiera la recompensa, finalmente le fue concedida.
Seg¨²n las estad¨ªsticas del propio Gobierno, cuando Uribe lleg¨® a la presidencia, en Colombia hab¨ªa 15.000 hombres de las FARC. Seg¨²n esas mismas fuentes, en estos seis a?os se han desmovilizado, han sido capturados o han muerto en combate 55.000 guerrilleros. Las cuentas no cuadran. "Una prueba", reflexiona Claudia L¨®pez, "de la obsesi¨®n por justificar resultados absurdos".
Aunque en Colombia nadie niega que la seguridad del pa¨ªs ha mejorado, que hay m¨¢s confianza por parte de los inversores extranjeros y que las FARC parecen heridas, 45 millones de colombianos se preguntan perplejos si acaso, para solucionar el conflicto armado, todo vale.
La tragedia de los 'falsos positivos'
- Las Fuerzas Armadas. M¨¢s de 3.000 funcionarios son investigados, incluidos generales. Hasta el momento han sido destituidos 40 militares y ha dimitido el comandante, Mario Montoya.
- Las v¨ªctimas. La fiscal¨ªa investiga 1.155 muertes, pero otras instituciones investigan otras 2.000. Generalmente se trata de indigentes, drogadictos o marginados.
- El m¨¦todo. Las v¨ªctimas son secuestradas, trasladadas a otra regi¨®n donde son asesinadas y aparecen luego como guerrilleros ca¨ªdos en combate. Hay casos en 14 departamentos de Colombia.
- Fin. Cumplir con los objetivos de capturas o lograr condecoraciones.
- Guerra contra las FARC. Desde 2002, se han entregado, capturado o muerto en combate unos 55.000 guerrilleros, seg¨²n el Gobierno. Sin embargo, para algunos analistas las cifras no cuadran: en 2002, hab¨ªa s¨®lo 15.000 guerrilleros, seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales.
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