Obama promete a McCain que su Gobierno ser¨¢ bipartidista

El presidente electo de EE UU, Barack Obama, transmiti¨® ayer a su rival durante la campa?a, el republicano John McCain, su respeto personal y su deseo de contar con ¨¦l y con su partido en la compleja tarea que se le avecina a una Administraci¨®n que, seg¨²n ha anunciado su m¨¢ximo responsable, ser¨¢ bipartidista. Ambos pol¨ªticos se comprometieron a colaborar en "una nueva era de reformas" que devuelva a los ciudadanos la confianza en el Gobierno y facilite la prosperidad del pa¨ªs.

"En este momento decisivo, creemos que los estadounidenses de todos los partidos quieren y necesitan que sus l¨ªderes trabajen juntos para cambiar los malos h¨¢bitos de Washington y hacer frente a la crisis financiera y otros desaf¨ªos urgentes y comunes de nuestro tiempo", afirma el comunicado conjunto emitido tras la reuni¨®n.

El apoyo del senador puede ser fundamental para cerrar Guant¨¢namo

Sus respectivos portavoces a?adieron que no se hab¨ªa producido una oferta precisa para ocupar un puesto en el futuro Gobierno, sino un repaso general de las ¨¢reas en las que es posible la colaboraci¨®n con la oposici¨®n. Obama confirm¨® el domingo en el programa 60 Minutes de la CBS que habr¨¢ republicanos en su Gabinete, aunque no precis¨® cu¨¢ntos ni en qu¨¦ responsabilidades.

Ha trascendido hasta ahora que al menos un republicano podr¨ªa ocupar una de las carteras estrella: Robert Gates, actual secretario de Defensa, quien podr¨ªa permanecer en el cargo.

El bipartidismo, la superaci¨®n de las divisiones espurias entre los partidos, fue una de las banderas principales de la campa?a de Obama, que ha recogido las ense?anzas de Abraham Lincoln en esa materia. Llevarla a la pr¨¢ctica se hace, sin embargo, m¨¢s dif¨ªcil, puesto que un presidente tiene que atender m¨²ltiples compromisos con aquellos que, en su propio partido, le ayudaron a llegar a la cumbre. Obama empez¨® ayer, no obstante, a recorrer ese camino.

Su entrevista con McCain pretende ser la representaci¨®n de la reconciliaci¨®n entre ambos despu¨¦s de los excesos naturales de una campa?a electoral. Superados ¨¦stos, las diferencias entre ambos son menores de lo que aquel enfrentamiento podr¨ªa haber hecho pensar.

"Obama y McCain comparten la misma preocupaci¨®n sobre la necesidad de un Gobierno eficaz", declar¨® un portavoz del equipo de transici¨®n. Los dos prometieron en la campa?a y han exhibido a lo largo de sus respectivas carreras similares criterios sobre la necesidad de reformar las reglas de la pol¨ªtica tradicional.

McCain, particularmente, ha alcanzado reconocimiento por su atrevimiento para guiarse por sus propios criterios y para cruzar con facilidad las l¨ªneas divisoras entre los partidos cuando la urgencia y la tarea lo recomiendan. ?sa es una virtud que ahora puede serle ¨²til a Obama para impulsar en el Congreso su ambiciosa agenda.

La ayuda de McCain, un prestigioso y veterano senador, no s¨®lo puede ser conveniente para ganar las amplias mayor¨ªas que se requieren en el Capitolio para la aprobaci¨®n de algunas de las medidas econ¨®micas m¨¢s necesarias, sino que podr¨ªa ser imprescindible para que el pr¨®ximo presidente cumpla con algunas de sus m¨¢s dif¨ªciles promesas, como las leyes para combatir el cambio clim¨¢tico, sobre la eficiencia energ¨¦tica, el cierre de Guant¨¢namo, la prohibici¨®n expresa de la tortura o el env¨ªo de refuerzos a Afganist¨¢n.

McCain y Obama han estado sustancialmente de acuerdo en todos esos asuntos durante la campa?a, y ambos podr¨ªan en el futuro actuar juntos tambi¨¦n para darle a esas medidas car¨¢cter bipartidista.

Otro asunto complejo en el que la colaboraci¨®n de McCain puede ser necesaria es el de la aprobaci¨®n pendiente de una reforma de las leyes migratorias. El senador por Arizona ha sido en la pasada legislatura uno de los principales promotores de esa reforma, que no pudo salir adelante por la resistencia de una mayor¨ªa dentro de su propio partido y tambi¨¦n de algunos dem¨®cratas. Es seguro que la inmigraci¨®n volver¨¢ a estar en lo m¨¢s alto de la agenda dom¨¦stica a partir del 20 de enero.