Presi¨®n rusa

La hip¨®tesis de que la compa?¨ªa petrolera rusa Lukoil adquiera hasta el 30% del capital de Repsol vuelve a poner sobre el tapete el temor de Europa al agobiante dominio del gas y el petr¨®leo de Rusia sobre los mercados energ¨¦ticos europeos, y las debilidades de la pol¨ªtica energ¨¦tica espa?ola, que ha dilapidado varios a?os de tranquilidad corporativa sin que se hayan podido consolidar los controles de capital espa?ol sobre las empresas estrat¨¦gicas de la energ¨ªa. Ahora se aprecian con claridad las debilidades de asociar una empresa constructora como Sacyr, afectada hoy por las urgencias crediticias propias del crash inmobiliario, a la estabilidad corporativa de un grupo energ¨¦tico como Repsol, tan importante para los intereses espa?oles.

S¨®lo la importancia de esos intereses justifica que el Gobierno espa?ol tenga la ¨²ltima palabra en esta operaci¨®n, por m¨¢s que sea un negocio privado. Pero hay m¨¢s argumentos. Repsol no es s¨®lo una empresa dominante en el mercado de los combustibles, l¨ªder por su capacidad de refino y una avanzadilla inversora en Am¨¦rica Latina. Adem¨¢s, est¨¢ situada en el punto neur¨¢lgico del mercado del gas y de la electricidad en Espa?a, puesto que posee una participaci¨®n del 30% en Gas Natural y participar¨¢, a trav¨¦s de esa cuota, en la adquisici¨®n de Uni¨®n Fenosa. El desembarco de Lukoil en Repsol obligar¨ªa casi de inmediato a considerar una separaci¨®n accionarial de Repsol y Gas Natural, para evitar que el grupo ruso controle de una tacada el meollo del mercado energ¨¦tico espa?ol.

La percepci¨®n del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sobre la negociaci¨®n de Sacyr con Lukoil es muy poco matizada. Considera que Lukoil es una empresa privada, puesto que la estadounidense ConocoPhillips es su accionista principal. Pero no es lo mismo una empresa privada en Europa, donde se respetan las fronteras entre los intereses p¨²blicos y privados, que en Rusia, donde los grupos privados tambi¨¦n pueden convertirse en instrumentos de presi¨®n para obtener ventajas pol¨ªticas sobre otros pa¨ªses. Rusia tiende a utilizar su producci¨®n de petr¨®leo y gas para presionar e imponer sus razones estrat¨¦gicas, y de ah¨ª nacen las reticencias de los Gobiernos y las autoridades comunitarias a dejar entrar capital ruso.

El presidente debe recordar sobre todo que el Gobierno tiene la responsabilidad imperativa de garantizar el suministro energ¨¦tico de la poblaci¨®n; y que esa responsabilidad implica que no puede haber desabastecimiento de petr¨®leo o gas porque los intereses de suministro de otro pa¨ªs o sus t¨¢cticas pol¨ªticas se impongan sobre las necesidades espa?olas. Por ello, cabe concluir que Lukoil no es el mejor socio para Repsol. Quiz¨¢s el Gobierno cree que estos graves inconvenientes pueden prevenirse con una estricta exigencia contractual de prioridad de suministro y aportaciones financieras. Pero debe ser consciente de que es muy probable que esas garant¨ªas no sean suficiente para evitar la percepci¨®n de que el centro donde se tomar¨¢n las decisiones ser¨¢ el Kremlin.