El ¨²ltimo especialista para la ciudad
El nuevo iQ es la alternativa de Toyota al Smart - Mide s¨®lo tres metros, pero incluye cuatro plazas y cumple en carretera - Se lanzar¨¢ en mayo de 2009 y costar¨¢ unos 12.500 euros
Es el coche de cuatro plazas m¨¢s peque?o del mundo. Un modelo diferente y avanzado que supone la interpretaci¨®n japonesa del Smart. Pero el Toyota iQ supera el concepto del biplaza alem¨¢n, porque logra mantener todas sus virtudes y mejora al tiempo sus puntos d¨¦biles. Mide 2,98 metros de largo, tiene consumos y emisiones m¨ªnimos, y, por supuesto, se aparca a la primera y circula con gran agilidad en el tr¨¢fico urbano. Pero lo mejor es que incluye cuatro plazas, ofrece buenas prestaciones y aporta un comportamiento aplomado que permite salir de la ciudad y circular con garant¨ªas por los alrededores.
El ¨²ltimo especialista urbano llegar¨¢ a Espa?a en mayo de 2009 con precios estimados desde unos 12.500 euros (1.0 gasolina). Las tarifas son elevadas, pero se justifican en parte porque es un coche ¨²nico, con un tacto suave y un nutrido equipamiento incluso en la versi¨®n b¨¢sica: control de estabilidad, aire acondicionado, llantas de aleaci¨®n, radio-CD/MP3 y hasta nueve airbags; los seis habituales, m¨¢s uno para las rodillas del conductor, otro en la banqueta del copiloto que optimiza la sujeci¨®n del cintur¨®n y el noveno en la luna posterior, una innovaci¨®n que protege las cabezas de los pasajeros de atr¨¢s. Los precios sit¨²an al iQ como un modelo de capricho, en la l¨ªnea de los Mini y Fiat 500: costar¨¢ menos que el primero y m¨¢s que el segundo, pero aporta un enfoque diferente a los dos, porque no apuesta por el dise?o retro o la deportividad - aunque tiene gancho y resulta divertido de con-ducir- y se centra m¨¢s en la tecnolog¨ªa y la eficiencia.
Tiene nueve 'airbags', control de estabilidad, aire acondicionado y llantas de aleaci¨®n
El iQ muestra una imagen robusta y proporcionada, y un interior original y futurista. Es muy corto, pero la anchura y altura son normales. Sorprende el aprovechamiento del espacio, porque gracias a una mec¨¢nica comprimida y soluciones ingeniosas (asientos finos y un salpicadero asim¨¦trico) logra integrar cuatro asientos en s¨®lo tres metros. Aunque en realidad, son tres plazas para adultos y una para ni?os.
El salpicadero, menos voluminoso en la zona derecha, permite que el copiloto vaya m¨¢s adelantado y deja espacio para un adulto atr¨¢s. Pero detr¨¢s del conductor -salvo si es muy bajo- s¨®lo hay sitio para un ni?o peque?o. Por lo dem¨¢s, no tiene maletero, pero se pueden plegar por separado las plazas posteriores para cargar el equipaje: 238 litros con los dos asientos abatidos.
El iQ estar¨¢ disponible con dos motores: 1.0 gasolina (68 CV) con cambio manual de cinco marchas y 1.4 turbodi¨¦sel (90 CV) con un manual de seis. El de gasolina gasta 4,3 litros de media y emite 99 g/km. de C02, y el de gas¨®leo, se queda en s¨®lo 3,9 litros. Pero interesa m¨¢s el primero: ser¨¢ m¨¢s barato, mueve ya el coche con alegr¨ªa y aporta un funcionamiento m¨¢s suave y refinado. Adem¨¢s, puede montar un cambio autom¨¢tico CVT que mejora el confort de conducci¨®n, aunque penaliza ligeramente las prestaciones y consumos. A mediados de 2009 llegar¨¢ una versi¨®n 1.3 de gasolina (99 CV) con sistema Start&Stop, que para el motor en los sem¨¢foros y atascos para no contaminar.
El iQ sorprende en ciudad por su buena visibilidad -se va sentado alto- y m¨ªnimo radio de giro, lo que le permite aparcar y callejear como ning¨²n otro coche. Pero convence tambi¨¦n al salir del ¨¢mbito urbano, porque tiene una estabilidad muy lograda y no se le atragantan las carreteras de monta?a -enlaza las curvas con agilidad y sin balanceos- ni las autopistas, en las que muestra un aplomo y velocidad m¨¢s que suficientes: el 1.0 alcanza 150 km/h y el 1.4 di¨¦sel llega a 170 km/h.
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