El gotel¨¦

Es juvenil, suelto de cuerpo y lengua. Viste casual, tiene una desmedida afici¨®n por el cuello pico y los colores pastel, airea melena y bufanda y practica blog. ?Es posible ofrecer una imagen m¨¢s moderna y desenfadada? S¨ª, respondemos: llevando al Congreso de los Diputados una mochila en lugar del casposo portafolios de ejecutivo o la ya demasiado vista cartera de Mandarina Duck. As¨ª es Jorge Moragas, diplom¨¢tico, diputado del PP y en permanente pulso con otro joven valor del PP, Gustavo de Ar¨ªstegui -aunque ¨¦ste es m¨¢s proclive a las corbatas de Herm¨¦s- por hacerse con el Ministerio de Exteriores en la dura oposici¨®n.

Mencionamos su aspecto porque tan enjundioso personaje se ha metido, sin que nadie le llamara, a cr¨ªtico de arte y ¨¢rbitro del gusto. En otra demostraci¨®n m¨¢s de lo fino y constructivo que es el nuevo PP de Mariano Rajoy, los j¨®venes -o no tanto- leones populares saltaron el mi¨¦rcoles al hemiciclo con ¨®rdenes de morder en la yugular al ministro Moratinos. El motivo, que es lo de menos, ha sido la extraordinaria c¨²pula que ha pintado Miquel Barcel¨® en la sede de la ONU en Ginebra y que alg¨²n genio, ay, ha bautizado de manera rid¨ªcula. Dado que alguien ha dicho a los diputados populares que se ganen el dinero que cobran, sus se?or¨ªas han optado por estar en la sala y decir simplezas, unos, animaladas los m¨¢s, para que nadie pueda discutir que all¨ª han estado.

Tras varias y zafias intervenciones de algunos diputados, el dicharachero Jorge Moragas se refiri¨® a la obra de Barcel¨® como el "gotel¨¦ millonario". ?No es ingenioso este chico? ?No es extraordinario el juicio est¨¦tico de este avezado diplom¨¢tico, al que aunque a¨²n no ha ejercido en puesto alguno se le adivinan maneras? ?No les recuerda esta fina cr¨ªtica a aquellas que se hac¨ªan hace a?os a cualquier pintor no figurativo? ?Es posible que a este joven tan pinturero lo que de verdad le ponga sean los frescos de Kiko Arg¨¹ello en la Almudena?

Hay un diputado del PP que es diplom¨¢tico, no s¨¦ c¨®mo se llama. Va al Congreso con mochila". El comentario, ya conocido, del ex diputado aragonesista Jos¨¦ Antonio Labordeta, autor de Un pa¨ªs en la mochila, acababa con rotundidad: menuda gilipollez.