Empate triunfal

Corto de plantilla y con tres lesionados de importancia (God¨ªn, Llorente y Nihat), el Villarreal entendi¨® el empate como una gran victoria. Super¨® las bajas, la lesi¨®n de Senna en la primera parte, la merecida expulsi¨®n de Capdevila y las embestidas de un Manchester empe?ado en exhibir su potencial. Fue un ¨¦xito grandioso para los de Pellegrini, logrado a base de coraje y oficio para aprovechar al m¨¢ximo sus recursos, y as¨ª asegurar un resultado -repetido por estos dos equipos las cuatro veces que se han enfrentado- que les clasifica para octavos por segunda vez en su historia. A expensas de la posibilidad de ser primero si vence al Celtic y el Manchester pincha ante el Aalborg. Cristiano Ronaldo se qued¨® con las ganas.

El duelo result¨® tan sencillo como est¨¦tico. A cada bombazo desde fuera del ¨¢rea de Ronaldo respondi¨® Diego L¨®pez con una estirada. La segunda de ellas acompa?ada por la ayuda del larguero. Cristiano y Diego L¨®pez disputaron un partido paralelo. El extremo portugu¨¦s entr¨® como un le¨®n, con ganas de volver a estar futbol¨ªsticamente a la altura de su nombre tras meses de convalecencia f¨ªsica y mental. Le falta, pero est¨¢ de camino. Y se march¨® al descanso levantando temerosos suspiros en el Madrigal. "?Nos dejar¨¢ este 7 acabar 0-0?".

A eso aspiraba el cuadro de Pellegrini despu¨¦s de una primera parte en la que estuvo varios cuerpos por debajo del campe¨®n de Europa. Admitiendo la superioridad f¨ªsica del Manchester, Pellegrini prescindi¨® de uno de sus habituales dos delanteros para proteger al equipo. Con el inconveniente de que el quinto centrocampista, Ibagaza, est¨¢ lejos de su estado de forma ideal. Y de que Senna se lesion¨® a la media hora y fue arrastr¨¢ndose hasta el final del primer tiempo. Todo eso llev¨® a que el Villarreal apenas tuviera profundidad. Le falt¨® una referencia arriba. Rossi estuvo muy solo. Y s¨®lo le qued¨® el ca?oncito de Cazorla, que, al estilo del m¨ªtico Puskas, asust¨® al joven Kuszczak.

Estaba amable Rooney, repartiendo sonrisas y gestos cari?osos entre los defensores amarillos. Nada que ver con las malas formas de Ferdinand, que atac¨® sin aparentes motivos a Pir¨¨s. Cazorla comenz¨® la segunda parte con regate prodigioso a Evra: un toquecito con el exterior del pie para salvar la embestida del lateral franc¨¦s. Al p¨²blico le enfureci¨® el politiqueo del ¨¢rbitro, que le perdon¨® la tarjeta a Rooney cuando el ingl¨¦s practic¨® un piscinazo. Al parecer, no s¨®lo los latinos quieren enga?ar a los ¨¢rbitros.

Bruno sali¨® con personalidad en el dif¨ªcil trance de suplir a Senna. El Villarreal trat¨® de jugar sin complejos, con la defensa m¨¢s adelantada, pero el Manchester le record¨® qui¨¦n era el campe¨®n de Europa. Cristiano Ronaldo increment¨® su participaci¨®n y el conjunto de Ferguson lleg¨® al ataque con toda la caballer¨ªa. Y toda la dentadura ya amenazante de Rooney, capaz de rematar de cualquier forma. Lo evitaron Gonzalo Rodr¨ªguez, el central argentino que reserva sus mejores actuaciones para enfrentarse al United, y Diego L¨®pez, impecable en todas las artes del arquero.

El Madrigal emiti¨® rugidos de desaprobaci¨®n hacia Mat¨ªas Fern¨¢ndez, el media punta chileno al que tanto tiempo lleva esperando que explote. Precisamente un bal¨®n perdido por Matigol propici¨® un contragolpe del Manchester que acab¨® salvando milagrosamente Capdevila en la l¨ªnea de gol. El mismo lateral izquierdo catal¨¢n dej¨® a su equipo con uno menos tras una entrada brutal a Cristiano Ronaldo que le cost¨® la roja. Quedaban 10 minutos. El Villarreal los jug¨® con la concentraci¨®n y la energ¨ªa necesarias para conquistar una clasificaci¨®n sumamente meritoria.