Obama eliminar¨¢ los gastos superfluos
El presidente electo busca el apoyo republicano a sus primeras medidas econ¨®mitacado(2)
Cuando el pa¨ªs afronta un gasto superior a los dos billones de d¨®lares (1,5 billones de euros) entre los distintos paquetes de rescate y est¨ªmulo econ¨®micos ya aprobados, anunciados ayer o pendientes de anunciar, el presidente electo de EE UU, Barack Obama, comunic¨® a los ciudadanos que ser¨¢ necesario ajustarse seriamente el cintur¨®n y eliminar varios proyectos p¨²blicos espurios o no prioritarios con el objetivo de ir paulatinamente consiguiendo el equilibrio presupuestario.
Obama compareci¨® ayer de nuevo ante los periodistas, s¨®lo un d¨ªa despu¨¦s de su anterior conferencia de prensa, para ofrecer la otra cara de la moneda de su pol¨ªtica econ¨®mica. Fuertes inversiones p¨²blicas, s¨ª, hab¨ªa dicho el lunes, en aquellas ¨¢reas en las que sean necesarias para resucitar la actividad econ¨®mica. Pero recortes tambi¨¦n, a?adi¨® ayer, en todos esos programas de Gobierno que se mantienen por la inercia pol¨ªtica, para pagar favores o para hacer m¨¦ritos en determinadas regiones o grupos de votantes. Se refiri¨® a esos programas que salen adelante por la presi¨®n de los lobbies o por los c¨¢lculos electorales de la clase pol¨ªtica.
"Si invertimos en lo que necesitamos, como la renovaci¨®n de las fuentes de energ¨ªa o la tecnolog¨ªa, tenemos que dejar de derrochar en aquello que no necesitamos", adelant¨® Obama en el acto de presentaci¨®n de otra de las figuras de su equipo econ¨®mico, Peter Orszag, pr¨®ximo director de la Oficina del Presupuesto de la Casa Blanca. Con s¨®lo 40 a?os, Orszag es actualmente el director de la Oficina del Presupuesto del Congreso, por lo que ya tiene experiencia en meter la tijera en los programas estatales. Ahora tendr¨¢ que hacer lo mismo pero desde el otro lado del mostrador.
La segunda comparecencia de Obama en 48 horas, probablemente seguida de otra aparici¨®n hoy, se explica en el contexto de extraordinaria turbulencia y agitaci¨®n que viven la econom¨ªa y la pol¨ªtica estadounidenses en estos tiempos. Obama habl¨® dos horas despu¨¦s de que lo hiciera el secretario del Tesoro, Henry Paulson, una hora despu¨¦s del presidente George Bush y una antes del senador republicano, John McCain, por citar s¨®lo a las primeras espadas. Y eso, estando en v¨ªsperas de la fiesta m¨¢s importante del a?o, el D¨ªa de Acci¨®n de Gracias.
Obama asegur¨® que el incremento de su visibilidad p¨²blica no contradice el principio, que ayer repiti¨®, de que s¨®lo hay un presidente. Dijo que se dirig¨ªa de nuevo a la naci¨®n "no s¨®lo para restaurar la confianza de los mercados, sino para restaurar la confianza en las familias estadounidenses de que el Gobierno est¨¢ a su lado". Quiso dejar claro que "hay un nuevo presidente, listo para actuar y para actuar r¨¢pidamente".
Hoy todo parece pasar por una cuesti¨®n de confianza. Los planes de rescate son para recuperar la confianza de los inversores, los paquetes de est¨ªmulo para recuperar la confianza de los consumidores y la presencia de Obama para recuperar la confianza de todos a la vez, aqu¨ª y en el resto del mundo.
Por esa raz¨®n, Obama repiti¨® que va a tomar riesgos considerables para echar de nuevo a andar la m¨¢quina del consumo, que mueve dos terceras partes de la econom¨ªa estadounidense, pero asegur¨® que no va a presidir una Administraci¨®n derrochadora, como han sido antes otras Administraciones dem¨®cratas. "Las reformas presupuestarias no son una opci¨®n, son una necesidad", dijo. "Tenemos que estar seguros de que no desperdiciamos dinero en ning¨²n terreno. Eso puede exigir tomar algunas decisiones dif¨ªciles, pero hay programas que simplemente no funcionan y que hay que eliminar".
El segundo mensaje que Obama quiso enviar en su comparecencia de ayer fue el de insistir en que su Administraci¨®n ser¨¢ bipartidista. "No s¨®lo queremos su ayuda, queremos sus ideas", declar¨®, en relaci¨®n a los contactos que su jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, ha iniciado ya con los congresistas republicanos con vistas a los primeros pasos del pr¨®ximo Gobierno. "No hay duda de que ganamos holgadamente las elecciones y de que tenemos un mandato para encaminarnos en una nueva direcci¨®n. Pero eso no justifica el monopolio de un partido. El pueblo estadounidense no quiere ideolog¨ªa, quiere sentido com¨²n y eficacia", manifest¨®.
La realidad de la lucha partidista probablemente ser¨¢ despu¨¦s tan dura como de costumbre, pero no hay duda de que el recorte de cierto gasto p¨²blico puede serenar los ¨¢nimos de algunos republicanos que ya han criticado duramente el prop¨®sito de Obama de estrenarse, a lo Roosevelt, con un fuerte paquete de inversi¨®n p¨²blica en infraestructura y ayudas sociales. Obama no quiere imponer ese paquete de est¨ªmulo. Intenta que, en la medida de lo posible y ante la situaci¨®n de urgencia nacional, sea una iniciativa que el Congreso apruebe con una mayor¨ªa cercana a la unanimidad. Lo que ser¨ªa otro gran mensaje de confianza a los mercados.
Oficina del Presupuesto de la Casa Blanca
Peter Orszag
Ser¨¢ el director de la Oficina del Presupuesto de la Casa Blanca, tras haber ejercido el cargo equivalente en el Congreso. Peter Orszag, de 40 a?os, se form¨® en la Universidad de Princeton y en la London School of Economics.
Rob Nabors
Ser¨¢ el segundo de Peter Orszag. Durante la ¨²ltima legislatura, trabaj¨® en el Comit¨¦ de Asignaciones Presupuestarias de la C¨¢mara de Representantes. Nabors estudi¨® en la Universidad
de Carolina del Norte y en la de Notre Dame, en Indiana.
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