De Granada a Bombay
En una reuni¨®n auspiciada esta misma semana en Granada por la Comisi¨®n Europea, el enviado de la Alianza de Civilizaciones, se?or Kattan, nos inform¨® acerca de los logros de dicha Alianza. Las caricaturas danesas deb¨ªan ser el acontecimiento crucial de los ¨²ltimos tiempos, ya que todo se centr¨® en las eficaces respuestas dadas a partir de las mismas a otros intentos de maltrato al islam, como un par de pel¨ªculas, y de la labor, dirigida por el propio Moratinos, de que la educaci¨®n d¨¦ un tratamiento favorable de las religiones, el islam l¨®gicamente en primer plano.
Ante semejante exposici¨®n me permit¨ª preguntar si para la Alianza no era m¨¢s importante que una pel¨ªcula la situaci¨®n del profesor Robert Redeker en Francia, condenado a la privaci¨®n efectiva de libertad ante las amenazas de muerte islamistas por un art¨ªculo en Le Figaro y si no preocupaba el antisemitismo -cosa bien distinta de la condena de la pol¨ªtica israel¨ª- en los pa¨ªses musulmanes. Kattan guard¨® silencio y desapareci¨® luego del congreso. Le hizo el quite, brutalmente, desde la mesa, Armez Maluz, profesor en Beirut, quien dijo que la verdadera preocupaci¨®n para todos deb¨ªa ser el odio europeo al islam, y que Europa apoyaba al "Estado jud¨ªo cuya Constituci¨®n era la Tora" (sic). Nadie respondi¨® a semejante barbaridad, ni entre las decenas de asistentes, ni desde la presidencia espa?ola del acto.
Hay que preguntarse si la Alianza de Civilizaciones va m¨¢s all¨¢ de una operaci¨®n de propaganda
En los grupos de trabajo, con una mayor¨ªa de musulmanes, se vio confirmada la sensaci¨®n de que existe una patente de corso para toda condena de "Occidente", por rutinaria que sea, y que buen n¨²mero de intelectuales europeos asumen un masoquismo reverencial. El tema de la conferencia era el terrorismo, pero es que ni Ham¨¢s ni Hezbol¨¢ eran organizaciones terroristas para nuestros dem¨®cratas isl¨¢micos. En Egipto, el asesinato de Sadat habr¨ªa sido una simple respuesta a su pol¨ªtica represiva y los atentados posteriores, consecuencia de la opresi¨®n econ¨®mica, para nada fruto de organizaciones e ideas terroristas. Ante pruebas f¨ªsicas de radical antisemitismo en publicaciones islamistas, ning¨²n participante de pa¨ªs ¨¢rabe acept¨® siquiera mirarlas. No se discute sobre lo propio con el infiel.
Hay que preguntarse entonces si la Alianza de Civilizaciones, versi¨®n Moratinos, va m¨¢s all¨¢ de una operaci¨®n de propaganda, muy costosa adem¨¢s, seg¨²n acaba de probar el episodio de la decoraci¨®n pict¨®rica de un edificio en Ginebra, con unos 20 millones de euros gastados con tal de que el nombre de la sala lleve "y de la Alianza de Civilizaciones". El arte no tendr¨¢ precio, pero la publicidad s¨ª lo tiene. Es m¨¢s, por el discurso del portavoz en Granada, su acci¨®n concreta se ajusta a un peligroso s¨ªndrome de culpa ya visible en las reacciones ante el 11-M. En vez de centrarse en un an¨¢lisis de las causas y de los modos del atentado megaterrorista, seguido de una actuaci¨®n en profundidad respecto de la cultura de la violencia en medios musulmanes, lo pol¨ªticamente correcto fue descalificar a quien se preguntara por las bases doctrinales del terror. La acertada pretensi¨®n de cerrar el paso a toda deriva hacia la xenofobia y la discriminaci¨®n religiosa se convirti¨® as¨ª en la condena de toda expresi¨®n cr¨ªtica, aplic¨¢ndola el calificativo de "islam¨®foba". Para cerrar el c¨ªrculo, nuestro Gobierno aprovech¨® la ocasi¨®n convirti¨¦ndose en palad¨ªn de una Alianza -no de un necesario di¨¢logo-, que con el pretexto de acercar a las religiones se dedica a fomentar esa actitud reverencial hacia el islam (de hecho hacia el islamismo), donde no cabe aproximaci¨®n alguna a la realidad y s¨ª el visto bueno al anti-occidentalismo. Por eso, a Moratinos le sobran los asuntos inc¨®modos, tales como el caso Redeker, el antisemitismo, o la indeseada visita a Espa?a de Ayaan Hirshi Ali.
No cuentan ni el avance de las ideas integristas, observable en cualquier visita a librer¨ªas isl¨¢micas, ni el del mal menor, la propuesta neofundamentalista de Tariq Ramadan para constituir en Europa una "comunidad de destino" musulmana, filtrando cuanto proceda de "Occidente" ("Freud tambi¨¦n escribi¨® cosas no falsas"). En el lenguaje islamista, yahiliyya es la ignorancia primordial, la de los mequ¨ªes antes de Mahoma y la de los occidentales hoy. El t¨¦rmino resulta aplicable a quienes aqu¨ª y ahora practican y fomentan la ceguera voluntaria, cerrando el paso a una integraci¨®n efectiva de los musulmanes y abri¨¦ndoselo a quienes promueven la resistencia, bien pac¨ªfica, bien mediante el terror.
?Por qu¨¦ preocuparse si los atentados de Bombay llevan la marca de f¨¢brica de Lashkar-e Taiba, la organizaci¨®n islamista con referente en Cachemira, emanada del grupo puritano Ahl-e Hadith, cuyos muyahidin siguen literalmente los hadices del Profeta y tienen por lema la yihad hasta el fin propuesta en el vers¨ªculo 2, 193 del Cor¨¢n?
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