Cuerpo a cuerpo con la literatura

Desde hace dos d¨ªas no dejan de llegar aviones llenos. De escritores que apenas lo son y de otros que ya no se bajar¨¢n jam¨¢s de la memoria de los lectores. El primero en aparecer, muy de ma?ana, fue Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Ya de noche, un ni?o de apenas seis a?os le pidi¨® que se parara para hacerle una fotograf¨ªa con el tel¨¦fono m¨®vil de su madre. El escritor -cansado despu¨¦s de un d¨ªa de demasiado ajetreo para sus 81 a?os- no s¨®lo se par¨®, sino que se agach¨®, le regal¨® una mueca divertida, se interes¨® por el resultado del retrato y despu¨¦s revolvi¨® el pelo del cr¨ªo que sonre¨ªa feliz. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara que se inaugur¨® ayer es el mayor acontecimiento de la literatura en espa?ol, pero tambi¨¦n -o sobre todo- es una fiesta, un lugar de encuentro entre un premio Nobel y un chaval, contagiados los dos por la energ¨ªa de una ciudad y de un pa¨ªs que se agarran a la literatura como salvoconducto a un futuro menos terrible que el presente.

Es, sobre todo, una fiesta, el lugar de encuentro entre un Nobel y un chaval

De esta refriega gozosa no escapa Carlos Fuentes ni Ken Follet ni Boyne

Fue precisamente por el periodismo por donde la cita empez¨® a caminar

Garc¨ªa M¨¢rquez miraba a Guillermoprieto y asent¨ªa con la cabeza

Hay un libro sobre el despacho de Nubia Mac¨ªas, la directora de la feria. Tiene 206 p¨¢ginas. Es un cat¨¢logo, s¨®lo un cat¨¢logo. Pero lo que trae dentro es la promesa de una semana inolvidable para cualquier aficionado a la aventura de leer. Hasta el 7 de diciembre, y sobre un escenario de 4.000 metros cuadrados, los que escriben los libros compartir¨¢n con quienes los leen -en un cuerpo a cuerpo que no se produce en ninguna otra feria- su pasi¨®n por la literatura.

De esa refriega gozosa no escapar¨¢ ni Carlos Fuentes -agasajado en su 80 cumplea?os- ni Ant¨®nio Lobo Antunes ni Ken Follet ni Carlos Monsiv¨¢is... Mil j¨®venes se sentar¨¢n frente a John Boyne -autor de El ni?o con el pijama de rayas- y le preguntar¨¢n por su manera de contar el Holocausto. Y se presentar¨¢ la C¨¢tedra de estudios Jes¨²s de Polanco, el hombre cuya trayectoria como editor de libros, apasionado por Am¨¦rica Latina, fue premiada por esta feria. Y los ni?os les preguntar¨¢n sus dudas a los autores de los cuentos y luego har¨¢n un peri¨®dico en una rotativa peque?a. Y se hablar¨¢ de m¨²sica, de cine, de periodismo...

Fue precisamente por el periodismo por donde la feria -que este a?o tiene a Italia como pa¨ªs invitado- empez¨® a caminar. La reportera mejicana Alma Guillermoprieto pronunci¨® una conferencia en la C¨¢tedra Cort¨¢zar, C¨®mo ser periodista y no morir en el intento. En el estrado, Garc¨ªa M¨¢rquez la miraba con atenci¨®n cuando ella cont¨® sus andanzas por Am¨¦rica Latina, su llegada al periodismo en la Nicaragua de la revoluci¨®n sandinista -"para m¨ª la vida se hab¨ªa vuelto mejor que cualquier lectura"-, o su tristeza al ver a una madre pidiendo limosna para poder enterrar al hijo que yac¨ªa a su lado en una calle de El Salvador: "Si no tomaba yo nota de la muerte de aquel muchacho, ?qui¨¦n? Nuestro trabajo ha sido una cruz que han cargado las v¨ªctimas...". El premio Nobel segu¨ªa mir¨¢ndola. Y diciendo que s¨ª con la cabeza.

Y volv¨ªa a asentir Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez cuando Alma Guillermoprieto -periodista como ¨¦l al fin y al cabo- enmarc¨® la feria en el contexto en que se celebra. La terrible violencia que padece M¨¦xico -el viernes fueron asesinadas otras 12 personas y el parte de bajas supera ya la espantosa cifra de los 4.700 cad¨¢veres en lo que va de a?o- y la crisis financiera, de consecuencias impredecibles, que atenaza al mundo "con un miedo helado".

Fue justo despu¨¦s de esa conferencia cuando Garc¨ªa M¨¢rquez se encontr¨® con el chaval y se dej¨® hacer la foto. A unos metros de ellos, el ambiente pesado de la ciudad de Guadalajara, los polic¨ªas apostados en las esquinas para garantizar la seguridad de la feria, los coches blindados, los guardaespaldas... Pero, por encima de todos esos reflejos ciertos de la situaci¨®n que atraviesa M¨¦xico, se impuso la sonrisa c¨®mplice del viejo escritor y del muchacho.

Durante una semana, escritores, lectores, libreros, agentes literarios y editores tambi¨¦n se confabular¨¢n con los vecinos de Guadalajara para que el presente s¨®lo sea un cap¨ªtulo pasajero de una historia hermosa.