Bochorno
Asegura el afligido y respetuoso Juli¨¢n Mu?oz (alguien tan irrespetuoso con el bolsillo ajeno como este transparente aunque as¨¦ptico truh¨¢n comienza siempre su cochambrosa y espesa verborrea con el involuntariamente c¨®mico: "Desde el respeto que siento...") que Telecinco le ha pagado 350.000 euros por intentar entretenernos y que su boquita vomite finalmente la verdad y nada m¨¢s que la verdad. Ante semejante disparate econ¨®mico admito que jam¨¢s podr¨ªa ser empresario, que nunca podr¨¦ entender lo de la oferta y la demanda. Si el anzuelo va de cantantes y mafiosos, comprender¨ªa que la audiencia fuera masiva, expectante y apasionada con Lucky Luciano hablando en la tele de sus bisnes y de su turbia relaci¨®n con Frank Sinatra, pero que est¨¦n convencidos de que la esencia del gran espect¨¢culo es el tal Mu?oz reafirmando cada diez minutos en plan zarzuelero que ama y amar¨¢ mientras viva a una tal Pantoja provoca verg¨¹enza ajena.
El inquisidor del mangui marbell¨ª tampoco es Bob Woodward ni Oriana Fallacci, sino un se?or al que Mu?oz jalea con enardecidos y sinceros: ?ol¨¦ t¨², Jordi! Tambi¨¦n expone con gesto lloroso una rosa blanca para rendir tributo p¨²blico a una hermana muerta. La entrevista se desarrolla en un enigm¨¢tico hotel (por razones de seguridad, aclara su interrogador en plan Edgar Hoover) y desde el plat¨® de Telecinco se escucha la voz de una analista de los sentimientos, de nombre Mila Xim¨¦nez, haciendo deducciones escatol¨®gicas con un expresivo: "Est¨¢ cagado, est¨¢ cagado".
El ¨²nico momento hilarante en tedio tan farragoso es cuando ponen el v¨ªdeo con el que este hombre hac¨ªa campa?a para ser alcalde de Marbella. Viste un traje blanco y sonr¨ªe angelicalmente a la c¨¢mara mientras que los lemas le definen como "honesto, trabajador, dialogante y ¨¦tico". S¨®lo le falt¨® al imaginativo publicista haber a?adido lo de "est¨¦tico". Eso es estar convencido de que la cara es el espejo del alma.
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