Obama: "Es hora de un nuevo amanecer"

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, anunci¨® ayer, al presentar a sus colaboradores en materia de seguridad y pol¨ªtica exterior, "un nuevo amanecer" del liderazgo norteamericano en el mundo, basado en la reconstrucci¨®n de las alianzas rotas y en un nuevo concepto de la fuerza que no s¨®lo recurre a la acci¨®n militar, sino a la diplomacia y a la aplicaci¨®n consecuente de los principios de libertad, justicia y democracia sobre los que se fundamenta este pa¨ªs.

En su primera alusi¨®n al papel internacional de su Administraci¨®n desde que fue elegido presidente, Obama defini¨® una combinaci¨®n de pragmatismo para aceptar los l¨ªmites que Estados Unidos encuentra hoy para imponer su criterio y de idealismo para propagar, preferentemente de forma pac¨ªfica, los valores americanos all¨¢ hasta donde se pueda.

"Renovaremos los viejos acuerdos y forjaremos otros nuevos y duraderos"

"Nos fortaleceremos para derrotar a los enemigos y apoyar a nuestros amigos"

"Escuchar¨¦ la recomendaci¨®n de los militares sobre la retirada de Irak"

"Mostraremos que somos implacables en la defensa de nuestro pueblo"

"En este mundo incierto", manifest¨® Obama en una conferencia de prensa en Chicago, "ha llegado la hora de un nuevo comienzo, de un nuevo amanecer del liderazgo americano para enfrentar los desaf¨ªos del siglo XXI. Fortaleceremos nuestra capacidad para derrotar a nuestros enemigos y apoyar a nuestros amigos. Renovaremos las viejas alianzas y forjaremos nuevas y duraderas sociedades. Demostraremos al mundo que Estados Unidos es implacable en la defensa de su pueblo, firme en la promoci¨®n de sus intereses y comprometido con los ideales que iluminan como un faro al mundo, la democracia y la justicia, porque los valores americanos son el mejor producto de exportaci¨®n de este pa¨ªs".

Para tan ambiciosa misi¨®n, Obama se ha rodeado de un equipo de magn¨ªficos en el que domina la experiencia, el conocimiento de la realidad mundial y de su oficio, as¨ª como la voluntad de actuar con criterio bipartidista. "Cuando busco a los mejores para servir a Estados Unidos, no voy pidiendo la filiaci¨®n pol¨ªtica... Cuando se trata de proteger a nuestra naci¨®n no somos republicanos ni dem¨®cratas, somos americanos, porque ning¨²n partido tiene el monopolio del poder y de la sabidur¨ªa", declar¨® el presidente electo.

En ese equipo brilla especialmente Hillary Clinton, pr¨®xima secretaria de Estado, una aut¨¦ntica estrella internacional que con su sola presencia multiplica el atractivo mundial por la nueva Administraci¨®n estadounidense.

Pero no desentonan tampoco Robert Gates, que contin¨²a como secretario de Defensa para marcar el continuismo en los asuntos que tienen que ver con la estrategia puramente militar; James Jones, un general de los marines retirado que ser¨¢ el Consejero Nacional de Seguridad; Eric Holder, fiscal general y una figura un¨¢nimemente reconocida como una de las grandes autoridades judiciales del pa¨ªs, y Janet Napolitano, que tratar¨¢ de reproducir en la Secretar¨ªa de Seguridad Nacional el ¨¦xito que ha tenido como gobernadora de Arizona.

Susan Rice, la m¨¢s joven del equipo, aportar¨¢ desde la embajada estadounidense en Naciones Unidas, un cargo de jerarqu¨ªa ministerial, la ambici¨®n de esta Administraci¨®n de recomponer las organizaciones internacionales.

"Todos ellos comparten mi pragmatismo sobre el uso del poder y mis ideas sobre el papel de Estados Unidos como l¨ªder mundial", dijo Obama. Se trata de personalidades relevantes y, aunque algunas de sus misiones sean distintas -la Secretar¨ªa de Seguridad Nacional, por ejemplo, est¨¢ espec¨ªficamente dedicada a la vigilancia de las fronteras-, pueden interferirse en algunas de las muchas ¨¢reas de acci¨®n com¨²n.

Obama descart¨® ayer ese problema. "He juntado este equipo", explic¨®, "porque creo en las personalidades fuertes con opiniones contundentes. Uno de los peligros en la Casa Blanca es el de que todo el mundo piense igual y no haya sobre lo que discutir. Yo quiero un debate encendido. Pero que quede claro que yo, como presidente, fijar¨¦ la pol¨ªtica a seguir. Yo ser¨¦ el responsable de la visi¨®n que este equipo se encargue de difundir", dijo.

El presidente electo no aludi¨® ayer en el discurso de presentaci¨®n de sus colaboradores a uno de los objetivos pol¨ªticos que se?al¨® en la campa?a electoral: la retirada de las tropas de Irak. Despu¨¦s, durante las preguntas de los periodistas, se?al¨® que, aunque sigue creyendo que el plazo de 16 meses que estableci¨® en su momento sigue siendo factible, escuchar¨¢ "la recomendaci¨®n de los responsables militares" antes de anunciar una fecha definitiva para la salida de los soldados. Obama tampoco aludi¨® al cierre de la prisi¨®n de Guant¨¢namo, una promesa electoral que choca ahora con m¨²ltiples obst¨¢culos

Si hubiera que calificar simple y burdamente a los nuevos responsables de la pol¨ªtica exterior estadounidense -Clinton, Holder, Napolitano y Rice necesitan a¨²n confirmaci¨®n del Congreso; Gates, no, porque ya es secretario, y Jones, tampoco porque su cargo no lo requiere-, habr¨ªa que situarlos m¨¢s en el campo de los halcones que en el de las palomas.

Obama no apuesta por caras nuevas y biograf¨ªas liberales, sino por personajes claramente capaces de acompa?ar la ret¨®rica renovadora del presidente con un mensaje de firmeza a los enemigos de Estados Unidos. El tr¨ªo Clinton-Jones-Gates es, desde luego, un gran alivio para quienes tem¨ªan que un presidente joven y ne¨®fito cayera en la tentaci¨®n de una pol¨ªtica exterior inocente y d¨¦bil.

Pendiente a¨²n la ratificaci¨®n de Bill Richardson como secretario de Comercio y de Tom Daschle como secretario de Salud, junto a otros cargos menores, el Gobierno de Obama queda constituido en un tiempo r¨¦cord, a casi 50 d¨ªas de la toma de posesi¨®n, con un plazo suficiente como para cumplir su promesa de hacerse visible con decisiones de peso desde el primer momento.