Aprobado un anteproyecto de ley que diluye la custodia compartida

El Libro Segundo del C¨®digo Civil de Catalu?a que iba a convertirse en una ley pionera en Espa?a lleva camino de defraudar muchas de las expectativas creadas. El anteproyecto inicial de la ¨¦poca de Josep Maria Vall¨¨s en el que se hablaba que en caso de divorcio, los jueces aplicar¨ªan de manera preferente la custodia fue modificado por el actual Departamento de Justicia para hablar de "responsabilidad parental con car¨¢cter compartido". Y ayer hubo un nuevo tijeretazo al anteproyecto que aprob¨® el Gobierno catal¨¢n, pues ni siquiera se habla de preferencia.

El redactado aprobado es difuso y asegura que el juez "ha de atender de forma prioritaria el inter¨¦s del menor, tanto si la custodia se mantiene con car¨¢cter compartido, como si se atribuye con car¨¢cter individual", seg¨²n consta en el art¨ªculo 233.8. Pero no se dice cu¨¢l debe ser esa preferencia. M¨¢s adelante se mantiene la ambig¨¹edad, de manera que si se habla de compartir se utiliza el t¨¦rmino "responsabilidad parental", pero si ha de ser individual se utiliza la palabra custodia.

El texto ya no habla de cu¨¢l ha de ser la preferencia que ha de aplicar el juez

Las presiones de diversos sectores feministas y la divisi¨®n en los partidos que sustentan el propio tripartito explican esas modificaciones. El grupo parlamentario de ICV, por ejemplo, celebr¨® el jueves una tensa reuni¨®n en la que afloraron las dos posiciones enfrentadas. Por un lado, la liderada por Merc¨¨ Claramunt, presidenta de Dones amb IC, vicepresidenta de la formaci¨®n y directora de Juego, absolutamente contraria a la custodia compartida. Por otra, la del diputado Salvador Mil¨¤, defensor de la preferencia que ha de tener esta f¨®rmula en caso de divorcio.

Tampoco en ERC existe unanimidad. Los colectivos agrupados en torno al Instituto Catal¨¢n de la Mujer siempre han sido reacios a la custodia compartida, como las abogadas que colaboran con este organismo. Y es que cuando el juez atribuye a una mujer la custodia de los hijos, eso arrastra la pensi¨®n de alimentos que ha de pagar el padre y el uso de la vivienda. Pero s¨®lo hasta que los hijos se emancipen, por lo que a los 55 o los 60 a?os la mujer puede perder la casa si el hombre, en uso de sus derechos, pide la parte del inmueble que le pertenece. El anteproyecto de ley que ahora pasar¨¢ al Parlament acababa inicialmente con ese paquete de casa, hijos y pensi¨®n al atribuir la custodia compartida y separar a los hijos del conflicto entre los padres por la vivienda, pero si se mantiene el redactado actual ser¨¢ dif¨ªcil romper ese paquete.

CiU y PP censuraron ayer el texto, pero porque lo consideran una injerencia en la vida familiar, una acusaci¨®n que rechaz¨® la consejera de Justicia. El objetivo del anteproyecto es evitar, en la medida de lo posible, que "las discrepancias" entre c¨®nyuges lleguen a los tribunales de justicia porque, con anterioridad, se han resuelto de mutuo acuerdo, dijo Montserrat Tura, informa Josep Garriga. Lo que ha pretendido el Gobierno, precis¨®, es "adaptar" la ley a "determinados cambios culturales" de la sociedad catalana.

Algunos colectivos reaccionaron ayer mismo. Mujeres por la Igualdad, un grupo feminista que est¨¢ por la custodia compartida, asegur¨® que el redactado es difuso y est¨¢ sujeto a interpretaciones, contraviniendo la voluntad popular y el sentido com¨²n, as¨ª como los derechos fundamentales de los ni?os.