La (mala) memoria del PP
A veces, la memoria hist¨®rica aclara muchas actitudes del presente. Hoy, los 109 diputados andaluces se re¨²nen en Antequera para celebrar un pleno extraordinario. Motivo: hace justamente 30 a?os se firm¨® en esa ciudad malague?a el Pacto Auton¨®mico Andaluz, m¨¢s conocido como Pacto de Antequera. Fue el primer paso para que Andaluc¨ªa conquistara el mismo nivel de autonom¨ªa que las nacionalidades hist¨®ricas, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia.
Los parlamentarios populares han hecho todo lo posible por impedir esta cita. Como viene siendo habitual, han montado una monumental bronca previa al pleno. La excusa, que en tiempos de crisis es preciso ser austeros.
No parece ser ¨¦sa sin embargo la verdadera raz¨®n. El l¨ªder del Partido Popular, Javier Arenas, se enfrenta a su ¨²ltima oportunidad de alcanzar un triunfo en Andaluc¨ªa. Ahora o nunca. Si dentro de tres a?os vuelve a sufrir una nueva derrota, adi¨®s a la pol¨ªtica. Al menos, en esta su tierra.
Con ese objetivo, el grupo que preside ha decidido endurecer su oposici¨®n y no dejar pasar ni una. A ser posible, armando bronca. El espect¨¢culo de la pasada semana con los diputados populares enarbolando octavillas en sede parlamentaria era lamentable. Curioso: todos exhib¨ªan la suya, menos Arenas. Observando su actitud, record¨¦ esta descripci¨®n que el escritor mexicano Carlos Fuentes hace en su ¨²ltima novela, La voluntad y la fortuna, de uno de sus personajes: "Aparentaba gran bonhom¨ªa, repart¨ªa abrazos y sonrisas, pero miraba hacia un lugar lejano, casi con el temor de que se le apareciera algo olvidado, amenazante o rid¨ªculo".
Olvido, amenaza, rid¨ªculo. ?Necesita olvidar algo Javier Arenas? ?Teme hacer el rid¨ªculo ante una cita hist¨®rica?
Recordemos: hace 30 a?os, tal d¨ªa como hoy, el presidente preauton¨®mico Pl¨¢cido Fern¨¢ndez Viagas y representantes de 11 partidos, desde la derecha a la extrema izquierda, suscribieron un pacto para que esta comunidad alcanzara en el plazo m¨¢s breve posible la autonom¨ªa m¨¢s eficaz. 30 a?os despu¨¦s, parece una minucia. Pero no lo era en aquellos turbulentos d¨ªas.
La memoria hist¨®rica registra un mes de noviembre de 1978 agitado. El d¨ªa 3 se convocaba el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n para el mes siguiente. Una semana despu¨¦s, cinco oficiales del Ej¨¦rcito, la Armada y la Polic¨ªa, se reun¨ªan en la cafeter¨ªa Galaxia de Madrid para preparar un golpe de Estado. Entre ellos estaba el teniente coronel malague?o Antonio Tejero, aquel que al grito de "?se sienten, co?o!" volvi¨® a intentar otro golpe el 23 de febrero de 1981. La banda ETA atent¨® contra polic¨ªas, militares y jueces.
En ese ambiente, la convocatoria de Antequera cobraba una especial relevancia. Era una muestra inequ¨ªvoca del deseo de los andaluces de avanzar en democracia a trav¨¦s de un Estatuto de Autonom¨ªa. No todos lo deseaban con la misma intensidad. Los representantes de la derecha, agrupados en la extinta Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), entre los que se encontraba el actual alcalde malague?o, Francisco de la Torre, firmaron el pacto. Pero hicieron todo lo posible por torpedearlo. De hecho, dos a?os despu¨¦s, en el refer¨¦ndum del 28 de febrero, UCD pidi¨® la abstenci¨®n. Aquella coalici¨®n de partidos, hoy reagrupados en el PP, cometi¨® el mayor error pol¨ªtico de su historia. Lo pag¨® con 30 a?os de oposici¨®n. En aquella UCD, Javier Arenas era ya presidente de sus juventudes. No es extra?o que le repatee acudir a Antequera.
El PP parece tener serios problemas con el pasado. Sin ir m¨¢s lejos, el martes los representantes populares en la Diputaci¨®n de M¨¢laga se ausentaron del pleno para no votar a favor de la retirada del titulo de hijo predilecto de la provincia a los militares golpistas Franco y Queipo de Llano y a una treintena de colaboradores de la dictadura surgida tras la guerra civil.
La memoria hist¨®rica le est¨¢ pasando factura a la derecha.
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